Análisis de Voodoo Vince (Xbox)
Por todos es sabido que Xbox posee un catálogo de plataformas muy pobre. Es por eso que los amantes de este género esperan como agua de mayo la llegada de nuevos juegos para su colección. Durante las primeras navidades de Xbox llegó Blinx, un innovador juego de plataformas que no llegó a cuajar del todo. Para esta campaña navideña, Microsoft preparó otro innovador título de plataformas. Se trata de Voodoo Vince, un grandísimo juego que, como viene siendo habitual –en este tipo de juegos-, está pasando totalmente desapercibido para la gran mayoría de usuarios de Xbox. No sabemos si será por la portada o por el nombre del protagonista, pero nos resulta muy extraño ver como un título así pasa totalmente desapercibido y se hunde en las listas de ventas de todo el mundo. Muy triste, la verdad. Pero vayamos a lo que realmente interesa. Beep Industries se estrena en Xbox bajo el sello de Microsoft Games Studios. Es su primer juego como equipo –aunque algunos de ellos lleven varios años en este mundillo-, y no podían empezar de mejor manera.
Vemos como los dos matones entran en la tienda. Buscan por todas partes hasta que encuentran el polvo zombi. En ese momento se desata una tormenta dentro de la tienda: los muebles comienzan a volar y a dar vueltas, el polvo se esparce por toda la tienda,… En ese preciso momento, aparece Madam Charmaine, se prepara para expulsar a los matones pero es golpeada por uno de los muebles voladores y cae inconsciente. Los secuaces de Cosmo atan a Charmaine y se llevan los polvos. Todo ha sido un desastre, la tienda ha quedado completamente destruida y Cosmo ha conseguido su objetivo. De repente, vemos como un pequeño muñeco vudú se levanta. Los polvos zombi han caído sobre él confiriéndole un gran poder. El muñeco no sabe por qué está allí, ni por qué puede moverse. Es entonces cuando se da cuenta de que tiene un enlace mental con su dueña. Charmaine le pone al corriente de lo sucedido y le ordena que vaya en su busca, no sin antes advertirle del enorme poder que ha conseguido Cosmo con los polvos zombi.
Como ya hemos comentado, los polvos zombi pueden ser terribles si caen en las manos equivocadas, y así ha sido. El mundo se ha deformado por completo. Encontraremos grietas en medio de las calles, los edificios se retuercen, y lo peor de todo, las calles se han llenado de terribles monstruos que no cesarán en su empeño de acabar con la vida de Vince.
Nada más empezar tendremos que completar el tutorial. A los pocos minutos, nos daremos cuenta de lo sencillo que es manejar a Vince. Esto es vital, ya que hay niveles que requerirán de toda nuestra pericia para completarlos. Justo después del primer nivel -el tutorial- aparecerá Cosmo para reírse de nosotros. Es aquí donde llegarán las primeras carcajadas. Nuestro gran enemigo resulta ser un cabeza hueca que utiliza un distorsionador de voz para parecer más temible. Pero la cosa no acaba ahí, pues uno de los secuaces de Cosmo aparecerá preguntándole sobre un sándwich. No os podéis imaginar la cara que se le queda a Vince al ver semejante espectáculo. Pero éste no será el único momento memorable. Nuestro lindo muñequito tiene comentarios sarcásticos e insultos para todo el mundo. En muchos momentos, Vince nos recordará a Conker. Los dos son personajes de apariencia tierna, pero cuando hablan… Bueno, lanzan puñaladas en vez de palabras. A esto tendremos que añadirle el fenomenal diseño de los personajes y, sobre todo, los devastadores efectos de nuestros poderes vudú. Es aquí donde Voodoo Vince alcanza el nivel de disparatado. ¿A que nunca pensaste que podrías terminar con un grupo de enemigos provocándote una diarrea? Hay disponibles 30 poderes vudú repartidos por todo el mundo, a cada cual más estrambótico. Pero antes de seguir con los diferentes poderes vudú y seguir hablando de los desternillantes diálogos, nos gustaría explicar el modo de jugar a Voodoo Vince.
Estamos ante un juego de plataformas en 3D que mezcla: fases con puzzles, minijuegos, conducción de vehículos, combates y, sobre todo, niveles retorcidos en los que sufrir con cada salto. En total tenemos 30 largos niveles repartidos en seis mundos. Estos mundos poseen temáticas muy diferentes: El primero, por ejemplo, es una ciudad, pero también podremos visitar un parque de atracciones, un pantano e, incluso, un cementerio. En todos los niveles hay diferentes objetos, que tendremos que recoger para mejorar las habilidades de Vince. Tenemos un número determinado de polvos zombi. Si conseguimos 100 bolsas de polvos, nuestra salud aumentará. Es recomendable hacerse con el mayor número de bolsas, ya que nos encontraremos a enemigos capaces de quitarnos media vida con solo tocarnos. También nos encontraremos con corazones. Estos corazones nos darán vidas. Y por último, tenemos las páginas del libro de conjuros. Si conseguimos todas las páginas repartidas en un nivel, aparecerá una calavera de poder. Si la cogemos, aumentaremos nuestra capacidad para lanzar los poderes vudú. Cuantas más tengamos, más poderes podremos almacenar.
Como ya hemos comentado, los niveles mezclan sabiamente zonas de plataformas con puzzles. En ocasiones tendremos que buscar objetos para montar algunas máquinas. Habrá personajes que nos pedirán cosas, por ejemplo: en el mundo del pantano, hay un cocinero que accederá a ayudarnos si nosotros le conseguimos tres ingredientes para su sopa. Estamos ante una gran zona con diferentes caminos, tendremos que ir con un Hovercraft a los diferentes niveles para conseguir sus ingredientes. Cada nivel es un mundo, pueden ser pequeños y estar encaminados a resolver puzzles, o, por el contrario, ser niveles gigantescos en los que saltar y caminar por precipicios será primordial. Se han mezclado de una manera genial y se han conseguido fases de lo más variadas y divertidas. Pero aún hay más: a lo largo de la aventura disfrutaremos de niveles en los que manejaremos vehículos. Tenemos el ya comentado Hovercraft, pero también hay un submarino con forma de gamba, una rata, un auto de choque, etc. Y la cosa sigue, también disfrutaremos de pequeños minijuegos como puede ser el tocar un xilófono, o entrar en una atracción de la feria y avanzar disparando como si de un shooter on-rails se tratara.
Es aquí donde radica el encanto de Voodoo Vince. Son diez horas de juego de lo más variadas. A esto le tenemos que sumar lo tremendamente divertido que resulta jugar con Vince. Ya hemos comentado algunas de las situaciones cómicas del juego, pero a estas hay que añadirles los poderes vudú. Son 30 y algunos de ellos son realmente desternillantes. Todos son muy variados pero, ante todo, son originales. Tenemos los más "normales": cortarnos con una motosierra, que aparezca un cuchillo de carnicero y nos rebane en dos, que un tornado nos trague, etc. Hasta aquí algunos de los más "normales", pero los hay peores: el pie de un dios enfurecido nos aplastará, el coche de unos gansters aparecerá y nos fusilarán, y la ya mencionada diarrea. Estos poderes los utilizaremos para acabar con todos los enemigos que estén cerca de nosotros. No es la única manera de acabar con los malos, ya que podremos golpearles con puñetazos o con cabezazos, pero sí es la manera más rápida y efectiva de acabar con ellos. Pero no podremos utilizar los poderes siempre que queramos. Tendremos que llenar las calaveras de poder para utilizarlos. Para eso, tendremos que matar a muchos enemigos que irán dejando polvos zombi para así aumentar nuestro poder.
Además de poseer una jugabilidad exquisita, unos niveles increíbles y un sentido del humor fantástico, Voodoo Vince posee un apartado gráfico impresionante. El juego se mueve a 60 fps constantes durante toda la aventura, en ningún momento sufriremos ralentizaciones a pesar de encontrarnos ante niveles enormes repletos de enemigos. Los escenarios están repletos de detalles y podremos avistar a nuestros enemigos desde la lejanía. También se han utilizado sombras en tiempo real. La sombra de Vince variará según la fuente de luz. Si saltamos sobre una cornisa que esté iluminada por una farola, veremos la sombra enorme de Vince en la fachada del edificio, por poner un ejemplo. También destacan, por encima de todo esto, las animaciones de Vince. El muñeco de vudú posee un modelado impecable que, añadido a las texturas de gran calidad, dotan a Vince de una naturalidad pasmosa. Vince también ha sido dotado de una expresividad impresionante. A lo lardo de la aventura le veremos poner cara de tonto, de perplejo, de odio, e incluso de felicidad. No hay palabras para describir la muerte a manos de las tijeras. Nuestro amigo Vince correteará con unas tijeras en las manos, la cara que pone mientras corre es indescriptible, no sabemos si es tonto o es demasiado tonto, pero claro, si corres con unas tijeras… pues sí, se resbala y se le clavan las tijeras en la cabeza. Entonces la cara de tonto se convierte en cara de tonto muerto. Increíble. Los enemigos también poseen unas animaciones muy naturales pero no llegan al nivel de Vince. También asistiremos a enfrentamientos contra jefes de final de fase gigantescos. Los monstruos son de lo más variados y tendremos que utilizar la cabeza para encontrar sus puntos débiles. Habrá enfrentamientos que nos dejarán con la boca abierta. A todo este acabado gráfico le debemos sumar el excelente diseño de los niveles. Algunos nos sorprenderán por su originalidad –una maqueta de trenes- y otros nos fascinarán, como la ciudad de Nueva Orleáns.
Otro apartado muy cuidado ha sido el apartado sonoro. Por un lado, tenemos unas melodías impresionantes que acompañarán a la perfección a la acción. Se han utilizado temas que recuerdan mucho al jazz. Habrá canciones con piano y saxofón, otras con trompetas y guitarra, etc. Son melodías que se identifican mucho con los escenarios en los que jugamos. En la mansión encantada escucharemos unos temas siniestros, en la ciudad de Nueva Orleáns escucharemos puro Jazz, y así con cada uno de los diferentes niveles del juego. Incluso hay una canción cantada para nuestro querido Vince. Sin duda, una de las mejores bandas sonoras que hemos escuchado en un videojuego. Los sonidos FX también poseen una elevada calidad, amén de ser, de lo más variados.
En conclusión, estamos ante un magnífico juego de plataformas. Sus niveles son muy variados y sus situaciones, bastante cómicas. El diseño original de la acción y el carisma de Vince lo hacen irresistible. Pero hay un pero, y es que Voodoo Vince es muy corto. Solo son diez horas de juego y esto no sería un problema si el juego te incitara a volverlo a jugar. Grabbed by the Ghoulies, por poner un ejemplo, también es muy corto en su modo historia, pero posee un montón de desafíos y retos que alargan considerablemente su vida. En este caso, no los hay y no se nos recompensará con nada por haber terminado el juego. Una lastima. De todos modos, esto no debería echar atrás a nadie. Voodoo Vince es un juego muy recomendable, los amantes de las plataformas disfrutarán de lo lindo con los increíbles niveles y sobre todo, se divertirán con los disparatados diálogos de Vince. Además, en algunos comercios se puede encontrar el juego a 30 €, un precio muy tentador.
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