Análisis de Colin McRae Rally 3 (Xbox)
Xbox ha tenido la suerte de contar desde su mismísimo lanzamiento con un nutrido catálogo de juegos de coches, un género que ha ido adquiriendo una impresionante importancia en los últimos tiempos, con casos como los vendeconsolas Gran Turismo. En el caso de Xbox, la consola de Microsoft contó en su lanzamiento europeo con el magnífico Project Gotham, el espectacular Wreckless y Rallisport Challenge. Los rallies son extremadamente populares en Europa, y los juegos basados en este exigente deporte de automoción siempre obtienen unas ventas destacadas pese a la actual saturación del género. Rallisport Challenge fue un acierto como título de lanzamiento en Europa, pero su marcado estilo arcade dejaba un hueco que Colin Mcrae Rally 3, el juego que hoy nos ocupa, ha venido a llenar. Anunciado en el Codefest 2001, la tercera entrega de la mejor y más exitosa saga de juegos de rallies ya está a la venta para Xbox, presentando unas características casi exactas a la versión PS2, ya comentada en Vandal, con el añadido del modo para cuatro jugadores y un aspecto gráfico mejorado.
Hablar de la saga Colin Mcrae significa alabar a Codemasters por trasladar la fórmula del WRC (sólos contra el crono) al videojuego, en un mercado de aquel entonces en el que los juegos de rallies eran simples juegos de carreras con más derrapes y tierra en vez de asfalto. Su éxito fue inmediato y absoluto, el de la segunda entrega tres cuartas partes de lo mismo, y su fórmula fue bien apuntada por los otros simuladores de rallies. Colin McRae Rally 3, aparentemente, no introduce demasiados cambios respecto a sus predecesores, salvo la considerable mejora gráfica que supone el salto a la nueva generación.
Sin embargo, una vez nos introduzcamos en el juego comprobaremos que la conducción resulta más realista que nunca, y que se han hecho una serie de cambios en el modo campeonato para conseguir un objetivo que Codemasters ha dejado claro desde el principio: Hacer que el jugador se sienta como el propio Colin McRae. Este cambio de concepción hace que todo gire en torno a Colin, su copiloto y su equipo, con secuencias cinemáticas donde podemos ver al equipo poniendo a punto el Ford Focus, a Colin hablando con periodistas, o a Nicky Grist, nuestro copiloto (y del propio McRae hasta hace muy poco), tomándose una taza de té –esto ya lo hemos dicho en muchos artículos, incluido el de la versión PS2, del que éste mantiene muchos párrafos-.
En el modo campeonato tendremos tres años de contrato con el equipo Ford, con el objetivo de cumplir las expectativas puestas sobre nosotros y ganar al menos una temporada. Como es habitual, el campeonato está dividido en diferentes rallys, éstos en jornadas, y éstas en etapas. Cada jornada consta de tres etapas, salvo la última, y sólo podremos pasar pro el área de servicio, para configurar y reparar nuestro coche, al principio de cada jornada, lo que significa que iremos con la misma configuración –y daños en el vehículo- durante todas las etapas de una jornada, algo que debe tenerse en cuenta al configurar el coche, y al conducir. Al contrario que en anteriores entregas, la reparación de los daños será automática -al principio de cada jornada se repararán en la medida de lo posible, como ya habíamos dicho-, contrastando con lo elaborado de este apartado, donde unas veinte partes del coche sufren daños diferenciados. Pero sobre esto ya ahondaremos en el apartado correspondiente...
Otro cambio más o menos notable en el modo Campeonato es la inclusión de una extraña última carrera en cada rally, que tiene lugar en un circuito cerrado, con público y compitiendo codo con codo contra otro coche. Esto, por si hiciese falta decirlo, no es lo que ocurre en los rallies normales, y parece haber salido de las mangas de Codemasters. No es algo que pueda ser calificado de peor o mejor, ya que en esencia sigue siendo el mismo tipo de carrera, ya que el rival corre por el mismo circuito, al mismo tiempo que nosotros, pero por otra ruta de igual longitud; simplemente es algo a destacar. Otro cambio interesante, ahora que hablamos de la competencia con los otros rivales, es que dependiendo de nuestra clasificación en el mundial comenzaremos en un determinado puesto los rallies y sus etapas; ¿qué significa esto? Que si salimos de primeros, o de los primeros, no tendremos una referencia de tiempo que seguir –como siempre ha ocurrido en los anteriores Colin, en los que siempre salíamos de últimos-, y ésto también puede influir en el resultado de los rallies: Tu puedes creer estar haciéndolo muy bien, pero al final de la etapa los tiempos –por cierto, muy poco visibles- te pueden decir lo contrario.
Una opción muy interesante para los amantes de la conducción, pero que pasará casi desapercibida para los que quieran una experiencia de juego más rápida, es la posibilidad de poder probar todo tipo de configuraciones de nuestro coche antes de comenzar el rally, y luego comparar los diferentes tiempos que en cada una de las zonas mediante técnicas de telemetría. Sin duda será una opción que sólo utilizarán a menudo los más locos del volante, pero es una interesante novedad y una buena forma de superarte a ti mismo en cada rally. También hay que destacar que a medida que avancemos por las carreras, iremos consiguiendo nuevas partes para nuestro coche, como diferentes tipos de ruedas o suspensión, que iremos añadiendo a nuestras posibilidades de configuración; la ausencia de una pieza en la primera temporada nunca hace que nos sea imposible conducir, pero sí puede cortar nuestra capacidad para adaptar el coche a nuestro gusto.
Los rallies en los que participaremos serán los clásicos, no oficiales, pero sobradamente conocidos, salvo el de los Estados Unidos. Concretamente Japón, España, Estados Unidos, Suecia, Finlandia, Grecia, Australia y el Reino Unido. Sobra decir que los rallies no son los reales u oficiales, y que los pilotos de los respectivos equipos sólo guardarán un parecido de nacionalidad con sus homónimos reales. Cada uno de los ocho rallies tendrá sus propias características, tanto en el tipo de superficie predominante como en el estilo de los trazados, pasando por el propio escenario en sí.
Lo más destacado de los gráficos son los coches, especialmente el Focus, que poseen un excepcional modelado con una extrema atención al detalle, y una altísima capacidad de deformación que refleja las tortas que nos peguemos intentando arañar segundos en curvas peligrosas. Repitiéndome, los coches han sido tratados con todo lujo de detalles y una exagerada cantidad de polígonos, con cada logotipo en su sitio y los dos pilotos dentro de la cabina reflejando lo que nosotros estamos haciendo con el mando. Los daños se manifiestan de forma extremadamente realistas, con deformaciones en la carrocería del coche, las puertas, el guardabarros, los faldones y demás partes del coche, que además se irá llenando de polvo, tierra o cualquier material sobre el que rodemos con nuestro Focus. Se le caerá la defensa o incluso las ruedas, se abrirán las puertas, el capo o el maletero y, en resumen, se ira deteriorando hasta que lleguemos a un área de servicio y nuestros mecánicos nos hagan el favor de repararlo.
Además, esta versión Xbox posee una mayor resolución en las texturas del vehículo, y unos efectos sobre él mucho más llamativos, destacando el precioso y perfecto environment mapping sobre los faros, las lunas y la carrocería de nuestro bólido.
Los escenarios también están al mismo nivel que el coche, y Colin 3 muestra unos espacios abiertos por los que correremos, desterrando de una vez por todas los trazados "lineales, con un poquito de campo a ambos lados y punto". En Colin 3 corremos por entornos cuidadosamente detallados y se observa una excelente integración del circuito en el entorno y viceversa. Por ejemplo, en el rally de España (en teoría, inspirado en el de Catalunya) pasaremos por un puente sobre una autopista, por la que pasan coches y camiones. Otro detalle interesante es el helicóptero que nos sobrevuela en el rally de EE.UU., en un escenario inspirado en las Montañas Rocosas. Además, en esta versión Xbox se han cuidado especialmente los detalles de los escenarios, y tenemos matojos, arbustos y árboles de una gran calidad, con una sensación de profundidad envidiable al estilo de lo visto en Rallisport Challenge, y más cantidad de objetos, con más detalles, en los fondos. Los efectos, como ya había dicho antes al hablar del environment mapping de los coches, llaman poderosamente la atención y destacan las reflexiones, las luces, el humo y los efectos atmosféricos. Sin embargo, la mejora gráfica de la versión Xbox frente a la de PS2 no ha eliminado por completo el popping; es más, aparece de forma exagerada en la misma pantalla en la que ocurre lo mismo en la versión PS2. Terminando, el apartado gráfico de esta versión es muy bueno y claramente superior al de la consola de Sony, pero aún así se podría haber aprovechado más la potencia de Xbox.
En cuanto a las escenas cinemáticas entre etapa y etapa, y las del area de servicio, no hay mucho que decir excepto que crean una ambientación ideal, al igual que el diseño de los menús y las pantallas, que siguiendo la trayectoria de la saga vuelven a ser magníficas.
En el apartado sonoro no hay mucho que decir, ya que la música no es numerosa ni habitual (menús, y punto), y los sonidos los esperados en este tipo de juegos. Sin embargo, hay que destacar la variedad y el realismo de éstos, especialmente los del motor del coche y los de las ruedas y los derrapes. El copiloto nos "narrará" el camino y nos dará pequeños consejos, y la gracia de todo esto radica en jugar a "la versión original", con las voces de Nicky Grist, para sentirnos como el propio Colin. Llegados a un punto, dejaremos de hacer caso a los iconos de la parte superior de la pantalla y nos guiaremos por los que nos diga nuestro copiloto. El juego presenta la opción de Dolby 5.1 que lleva integrada Xbox en su hardware, y el sonido resulta espectacular.
De esta forma se crea una jugabilidad mucho más profunda, tal vez mayor que la de anteriores entregas, al obligarnos a dominar el coche en todas estas situaciones. Porque aunque cuando estemos en asfalto tomar las curvas será un placer y el coche se enderezará endiabladamente rápido, el de los rivales también, y tendremos que mejorar aún más nuestra conducción en esta superficie para hacernos con el triunfo, aparte de elegir la configuración más adecuada. Hay que destacar también otra cosa: En Colin 3 es posible, aunque con una dificultad considerablemente mayor, jugar en primera persona decentemente (hasta que el capó nos tape la vista).
Pero lo que más me ha gustado personalmente de la jugabilidad es algo que combina ésta con los gráficos y el sonido: la sensación de "estar pegado a la carretera", la capacidad que tiene el juego de hacernos sentir que el coche responde realísticamente y que está rodando sobre la superficie, que nuestras acciones al volante tienen una reacción realista en el comportamiento del coche en la carretera, que se demuestra con el comportamiento del coche y sus sonidos. Esto es algo que no abunda demasiado en los juegos de coches, y que Colin 3 posee.
El control de esta versión Xbox es excelente. El uso de los gatillos analógicos para acelerar y frenar, y del stick izquierdo para controlar el coche, dan un control extremadamente fiable y preciso a nuestro coche, en lo que supera a la versión PlayStation 2.