Análisis de Colin McRae Rally 2005 (Xbox)
La saga Colin McRae Rally de Codemasters siempre será recordada por mostrar el camino a seguir a la hora de diseñar un juego de rallies. Hasta esa fecha, los demás se habían reducido a mostrarnos carreras más o menos arcade en entornos offroad, compitiendo contra otros rivales. Codemasters no inventó nada nuevo: la originalidad del primer Colin McRae consistía simple y llanamente a imitar la dinámica del World Rally Championship, es decir, la carreras contra el crono, y a ofrecer al jugador una experiencia realista: léase daños en el coche, y un control exigente. Fue un éxito, al igual que su secuela, y solo a partir de su tercera entrega, que resultó una decepción para muchos al limitarnos a "ser Colin McRae", obtuvo una dura competencia por parte del WRC de Sony y otras apuestas de variadas compañías.
Esta quinta entrega parece que adopta finalmente la nomenclatura "por años", como hacen los juegos deportivos, y viene a solucionar algunos de los puntos débiles de las anteriores, y a incluir algunas novedades, siendo la más destacable de ellas el modo online.
En las mejoras destaca el gran número de circuitos, la ampliación de los modos de juego con el nuevo "Carrera" y, especialmente, un apartado gráfico que da un salto cualitativo respecto al de la cuarta entrega y que posee una sensación de velocidad mucho mayor.
Todo un clásico
Pero antes de profundizar en las excelencias técnicas de esta quinta entrega es necesario hablar del nuevo planteamiento que ofrece Codemasters esta vez. Demostrado obtuso aunque bienintencionado el "sé Colin McRae, únicamente Colin" de la tercera entrega, y corregido este defecto en la cuarta, esta quinta toma ejemplo del otro juego de velocidad de la compañía, Toca Race Driver, y nos ofrece la posibilidad de empezar desde cero en este deporte e ir progresando de competición en competición, algo que es muy de agradecer una vez hayamos exprimido el modo campeonato, en el que competiremos en los diferentes rallies del WRC imaginario de Codemasters al volante de un coche oficial.
En dicho modo tendremos que ir creciendo en fama y éxitos como piloto, compitiendo en 23 eventos diferentes. Aunque no tan "abierto" como en otros juegos como Rallisport Challenge 2 o el ya mencionado Toca 2, en ocasiones podremos optar por varios caminos, y tendremos una verdadera sensación de progreso ya que iremos desbloqueando nuevos coches, mejoras para estos y campeonatos. Aparte, tendremos el clásico modo campeonato, al que esta vez se le añade un nuevo rally: el de Alemania, de hecho para complacer al fiel público alemán del juego. El escenario teutón se une a los de Grecia, Australia, España, Japón, Reino Unido, Finlandia, Suecia y los Estados Unidos, cada uno con ocho etapas. En el total del juego hay unos 300 tramos, que pueden jugarse en diferentes condiciones climatológicas y a diferentes horas del día, lo que de hecho modifica bastante tanto la conducción como el aspecto visual de estos.
En cuanto a los coches, existe una notable variedad, divididos en clases:
Clase 4WD
Subaru Impreza WRX, Ford Focus Rally Car, Citroen Xsara Rally Car, Mitsubishi Lancer Evo VIII, Peugeot 206 Rally Car, Volkswagen Golf R32, Audi A3 Quattro.
Clase 2WD
MG ZR, Citroen Saxo Kit Car, Volkswagen Polo Super 1600, Toyota Celica GT-S, Ford Fiesta Rallye Concept.
Clase Group B
Audi Sport Quattro S1, MG 6R4, Peugeot 205 T16 Evo2, Ford RS200.
Clase RWD
Lancia Stratos, Lancia 037, Ford Sierra RS Cosworth, Alfa Romeo Alfetta GTV.
Clase Super 2WD
Alfa Romeo 147 GTA, Renault Sport Clio V6, Volkswagen Golf GTI.
Clase 4x4 Offroad
Land Rover Freelander M-sport, Mitsubishi Shogun Montero Evolution II, Nissan Pickup - Dakar 2004.
Clase Especial
Volkswagen Beetle RSi,, Ford Escort Mk1, MGC Sebring Special, 1967 Morris Mini Cooper S.
Clase Clásicos
Ford Escort RS Cosworth, Lancia Delta Integrale Evo, Toyota Celica GT-Four (ST185), Subaru Impreza 22B STi.
Poniendo el Stratos a punto
El sistema de partes de coche y de configuración del mismo sigue la línea de la anterior entrega, con un sistema muy sencillo y no demasiado técnico, basado en "grados" más que en datos técnicos del vehículo como en el caso de Gran Turismo 4. Se mantienen también los minijuegos de "testeo" del vehículo introducidos en la cuarta entrega, que teníamos que superar (léase cambiar de marcha en el momento adecuado, hacer un tramo en un tiempo límite) para conseguir algunas partes extra para nuestro coche.
Por otra parte, el modo online incluido en esta edición tanto en PlayStation 2 como en Xbox ofrece una experiencia de juego bastante interesante para hasta ocho jugadores. Estos competirán en un tramo simultáneamente, pero cada uno de los jugadores verá el coche fantasma de los demás, es decir, compitiendo contra el crono pero a la vez con la constante referencia de cómo lo están haciendo los rivales. No habría estado de más, sin embargo, incluir algún tipo de modo carrera; cierto es que se alejaría de la idea de Colin McRae Rally, pero a la hora de jugar online deben hacerse ciertas concesiones.
En el apartado jugable, Colin 2005 cambia poco con respecto a las últimas entregas; se mantiene el sistema de control de la cuarta parte, aunque se ha aumentado el nivel de simulación; ahora, nuestro coche derrapará bastante más, y no será poco habitual que hagamos un trompo cuando forcemos demasiado la máquina. El uso del freno de mano cobra una mayor importancia que en la anterior entrega, mientras que el "Reset" ha cambiado ligeramente; esta vez, cuando intentemos tomar un atajo (léase tomar una curva muy cerrada campo a través) veremos la típica pantalla en blanco y nuestro coche reaparecerá parado, tras perder unos valiosos segundos. Este sistema es bueno para impedir las trampas de este tipo, el problema es que a veces se pasa de estricto (pisar tan solo un poco fuera de la carretera) y otras veces de permisivo.
La campiña británica
Además de mantenerse el nivel de "bastante simulación" (pues el reciente Richard Burns Rally ha establecido el nivel de "demasiada simulación") de anteriores entregas, se han incluido algunas cosas interesantes. En primer lugar, un indicador del daño que está sufriendo nuestro vehículo, desglosado por partes, en la parte inferior izquierda de la pantalla .En segundo, un efecto de aturdimiento (la imagen tiembla y parece desvanecerse) cuando suframos una colisión . Por otra parte, la diferencia entre las superficies ya no es tan acusada como en la anterior entrega, donde parecía que el coche se pegaba al asfalto (y de hecho se notaba mucho este efecto al pasar de tierra al asfalto). Ahora la diferencia entre superficies está algo más suavizada.
En el apartado gráfico es donde Colin 5 experimenta un gran cambio. Las anteriores entregas no estaban nada mal, especialmente el modelado de los coches, pero palidecían frente a los otros títulos del género, especialmente Rallisport Challenge. En esta ocasión la mejora gráfica es mucho mayor, especialmente a nivel técnico, algo que se nota sobretodo en la versión de la consola de Microsoft (no tanto en la de PlayStation 2, de ahí la menor nota). Ahora la sensación de velocidad del juego es muchísimo mayor, lo cual es maravilloso, y no solo el modelado de los coches y su excepcional sistema de daños ha progresado, sino también la resolución de los elementos del escenario, la amplitud del mismo, y efectos como la iluminación (esto último se nota especialmente, de nuevo, en la versión Xbox).
Por otra parte, y pese a que Rallisport Challenge 2 sigue siendo superior gráficamente, Codemasters lo compensa de sobra con un gran diseño de los niveles y los escenarios. Estos, por decirlo de algún modo, no solo no se limitan a ser "el circuito", mostrando también todo lo que lo rodea y demostrando que estamos en una carretera rural de Gran Bretaña, sino que además tienen una gran coherencia que los hace mucho más realista. En vez de ser un tramo de carretera rodeado de variados paisajes, hay multitud de carreteras cortadas, los cambios de una superficie a otra están justificados al ser desvíos a otras carreteras con sus otras direcciones convenientemente bloqueadas por barreras, y en general da una sensación al jugador de "estoy corriendo en una comarca perdida de Inglaterra y han bloqueado todas las carreteras de tractores para que yo corra por el tramo decidido". Terminando con el apartado gráfico, se han incluido dos nuevas vistas. Aparte de la exterior, la del interior del coche y la "limpia" en primera persona, hay ahora una sobre el capó y otra exterior más lejana, lo que sin duda encajará con todos los gustos posibles.
Una notable mejora gráfica
El apartado sonoro sigue la línea de anteriores juegos. Unos efectos de sonido sublimes, procedentes de las propias máquinas, como es habitual en Codemasters, una música ambiental testimonial pero pegadiza, y un comentarista en castellano con multitud de órdenes para describirnos qué es lo que se nos viene encima. Sobresaliente como es costumbre.
En conclusión, estamos de nuevo ante un sólido y muy completo juego de simulación de rallies que, manteniendo la línea de simulación de Colin McRae Rally 4, mejora notablemente el apartado gráfico, incluye el completísimo y muy largo modo carrera, y da los primeros pasos en el modo online. Una compra muy recomendada para los amantes de la simulación de rallies, que sin duda ya habrán disfrutado durante muchas horas con anteriores juegos de la saga protagonizada por aquel piloto escocés que protagonizó una de las "malas suertes" de Carlos Sainz cuando le arrebató el título mundial en la última prueba, allá por 1995.
Últimos análisis
