Análisis de Wolfenstein (Xbox 360, PC, PS3)
Ocho años después llega una nueva continuación del clásico Wolfenstein 3D
Si hay un juego mítico e importante en los juegos de acción para ordenador ese es Wolfenstein 3D. En este juego de 1992 desarrollado por Id Software tenías que escapar de una fortaleza enfrentándote a multitud de soldados Nazi y a sus simpáticas mascotas, en una perspectiva en primera persona que fue pionera de otros grandes éxitos de la compañía como Doom o Quake. Adaptado a lo largo de los años a distintos formatos, en ese mismo año aparecía una especie de continuación o expansión titulada Spear of Destiny, y no fue hasta 2001 cuando recibió una nueva entrega adaptada a los nuevos tiempos, Return to Castle Wolfenstein, apoyándose en el exitoso motor gráfico de Quake III, un título muy esperado por los numerosos fans del clásico y que no defraudó siendo un gran juego con uno de los modos multijugador más jugados en su día. Ahora unos cuantos años después nos llega otra continuación para PC, X360 y PS3.
Otra vez volveremos a encarnar el papel del agente estadounidense William J. Blazkowicz, que en una misión en un barco del ejército Nazi se topará con un artefacto con extraños poderes que le ayudarán a vencer a un grupo de soldados que le tenía rodeado. Después de escapar del barco sus superiores le mandarán ir a investigar el lugar de procedencia del artefacto, la ficticia ciudad alemana de Isenstadt.
Allí junto a la resistencia deberá recorrer sus calles ayudándoles en su batalla mientras va desvelando el misterio que envuelve al artefacto y todos los descubrimientos que los Nazi han hecho respecto a este. Como podéis apreciar la historia se enmarca en un contexto histórico real para luego incluir en él una serie de elementos paranormales que hacen que esta sea bastante atractiva y se aleje de la gran cantidad de juegos que han aparecido basándose en la segunda guerra mundial, lo hechos se nos irán narrando a través de unas secuencias de video bastante aceptables.
El hecho de que la historia se desarrolle por completo en una ciudad no es simplemente una característica trivial del argumento sino que tiene vital importancia en la estructura del juego como veremos a continuación.
Solo ante el peligro pero con poderes extraordinarios
Una vez empecemos el juego nos encontraremos en un misión típica que servirá a modo de tutorial y que podría pertenecer perfectamente a un Call of Duty cualquiera, no es hasta el final de esta cuando empezaremos a ver las características singulares del juego. Llegaremos a Isenstadt y nos podremos mover libremente por la ciudad realizando las distintas misiones, charlando con algunos personajes y buscando documentos y dinero con el que poder mejorar nuestras armas.
En todo momento se nos indicará perfectamente donde esta nuestro siguiente objetivo y aunque pueda parecer que el juego vaya a contar con una estructura abierta una vez que llevamos unas cuantas horas jugadas nos damos cuenta que es una falsa sensación de libertad y que poco más podemos hacer más allá de las misiones principales, si acaso buscar algunos secretos, que están bastante escondidos y pueden alargar la vida del juego, y alguna misión secundaria. Esto no es un hecho negativo y se agradece ya que consigue restar un poco la sensación de ser un juego muy lineal, que otros juegos del género también tienen pero que solventan con una mayor variedad de situaciones, algo con lo que en este título no pasa.
Es obvio que un juego de acción en primera persona y más de la saga que estamos hablando se debe centrar en la acción pura pero se agradecería que hubiera tiroteos o escaramuzas de mayor complejidad ya que se puede resolver casi cualquier situación corriendo y disparando a lo loco sin apenas ningún momento estratégico, si acaso cuando nos enfrentamos a los jefes finales. Esto unido a los poderes con los que contamos hacen que el juego no resulte muy difícil, pero pese a todo esto hay que reconocer que resulta muy divertido masacrar decenas de Nazis de muy diversas maneras.
Los poderes a los que nos referimos son unos que nos proporciona un medallón que adquirimos al principio de la aventura y en el que iremos añadiendo habilidades mediante la adquisición de nuevos cristales, que luego podremos mejorar a lo largo del juego. Estas se agrupan en cuatro: Velo, Suspensión, Escudo y Potencia. La primera nos lleva a una dimensión paralela en la que podremos ver caminos ocultos, objetos secretos y las debilidades de los enemigos, así como unos seres que al dispararlos causaran la muerte a nuestros enemigos. Suspensión ralentiza el tiempo y nos ayuda a superar trampas y poder esquivar los disparos, Escudo como la palabra dice nos protegerá de las balas y Potencia añade una fuerza extra a nuestros disparos capaz de atravesar ciertas barreras y provocar más daño a nuestros enemigos.
Estos poderes tienen un uso limitado ya que gastan energía que se recargará cuando nos coloquemos sobre lugares del escenario de los que emana esta energía de la tierra. Estas habilidades consiguen dotar de más variedad al juego y están muy bien implementadas también en lo visual, el problema es que hacen que seamos demasiado poderosos como mencionábamos antes y nos podremos enfrentar a decenas y decenas de soldados sin tener mayores problemas, a esto se suma el sistema de daño que esta de moda en los últimos años, el de la recuperación de la vida con el tiempo. Otros aspectos de la jugabilidad son que podemos hacer ataques sigilosos y acabar con los centinelas de un solo golpe, también podremos usar objetos que nos encontremos por los escenarios para atacar a los enemigos como picos o cajas, aunque a la larga esto no tenga mucha relevancia en la jugabilidad.
La exhaustiva exploración de los escenarios tiene su importancia y resulta bastante entretenida, ya que encontraremos dinero y documentos con los que comprar y desbloquear mejoras para nuestras habilidades especiales y las armas, como son más capacidad de munición, mayor daño o añadirles silenciador, en todo momento sabremos que cantidad de secretos hay y cuantos llevamos descubiertos pero os aseguramos que estos están bastante escondidos.
Los paseos por la ciudad serán interrumpidos como no por patrullas de soldados y algunas batallas entre la resistencia y los Nazis, a veces visitaremos algún lugar como la taberna para recabar información, pero donde realmente se desarrollan las misiones es en las afueras de la ciudad y en algunas localizaciones de esta como puede ser el hospital, aunque independientemente de donde se desarrollen siempre acabaremos descubriendo alguna instalación secreta o laboratorio donde el ejército está experimentando con elementos paranormales.
Pese a estas búsquedas secretas y las habilidades extraordinarias que dan un toque de distinción al título el juego acaba siendo avanzar por pasillos frenéticamente disparando a todo lo que se mueve y se echa en falta un poquito más de variedad, aún así Wolfenstein es bastante divertido pero si se juega demasiado tiempo seguido puede llegar a resultar un poco monótono, los únicos momentos distintos y que se salen de la tónica general son en los que nos enfrentamos a enemigos especiales o jefes finales por llamarlos de alguna manera, y que para vencerlos tendremos que usar alguna táctica o dispararles en algún punto concreto.
En lo que se refiere a la inteligencia artificial de los enemigos decir que es difícil de medir ya que casi no les damos tiempo a que se comporten de manera inteligente, pero al menos en ningún momento hacen cosas raras, y en los pocos momentos en los que estamos acompañados de nuestros compañeros de la resistencia estos se comportan de manera lógica sin hacer grandes alardes.
Su duración en la campaña para un jugador está en la media o un poco por debajo de lo que predomina en este tipo de juegos, pero para alargar su vida contamos con un interesante modo multijugador. En este contamos con tres modos de juego: Deathmatch, Contrarreloj y Objetivos, y tres clases a elegir: soldado, medico e ingeniero, contando cada uno de ellos con sus clásicas peculiaridades.
El modo más entretenido nos ha parecido el Objetivos en el que deberemos ir cumpliendo misiones como evitar que vuelen un puesto o robar unos documentos dependiendo del bando en el que estemos, y que resulta bastante variado. Según transcurran las partidas subiremos de nivel a nuestro personaje y compraremos mejoras para las armas, también podremos usar nuestros poderes durante el juego online menos el de ralentizar el tiempo. Como pega hemos detectado en las versiones para consola algunos problemas de desconexiones que esperemos que se solucionen en los próximos días y eso sí que no tiene mucho arreglo unos tiempos de carga un tanto pesados hasta que accedemos a una partida. Un modo online que sin resultar excepcional si resulta muy correcto y puede proporcionar bastantes horas de diversión.
El control en las versiones para consola responde a la perfección hasta en la versión para PS3, que cuenta con un mando históricamente menos propicio para este tipo de juegos pero que demuestra en algunos que si se trabaja bien puede ser igual de bueno que los demás.
Técnicamente resultón sin ser brillante
El juego está basado en una versión muy avanza del motor gráfico de Doom 3, tan avanzada que resulta irreconocible, el problema es que a estas alturas de la película han salido tales bestias gráficas en esta generación, y más en este género de competencia feroz, que unos gráficos como estos nos resultan normales cuando son más que correctos. Modelados muy decentes, texturas en la media y unos que escenarios notables, siendo estos bastante atractivos con abundante iconografía Nazi y elementos fantásticos, resultando de esto una mezcla muy exótica, además cuentan con multitud de elementos destructibles que provocan que las batallas sean más espectaculares.
El motor se muestra muy robusto y en esto demuestra su mejor baza, ya que en las versiones de consola aunque vivamos situaciones con decenas de enemigos y explosiones este no se resiente en ningún momento manteniendo la tasa de frames constantes y moviéndose con mucha fluidez, además los gráficos cuentan con algunos detalles destacables. Visual y jugablemente el que más destaca es el de las explosiones, siendo bastante espectacular el ver como reacciona el entorno a estas y también los enemigos, siendo estos desmembrados. Es uno de esos juegos en el que se disfruta disparando a barriles explosivos y tirando granadas, ver la que se lía es una delicia.
En el aspecto del gore es donde se nota mucho la mano de los desarrolladores, Raven, creadores en su día del polémico Soldier of Fortune, un juego que resultó pionero en su exhaustiva casquería. En Wolfenstein ocurre igual y no se escatima en sangre y crudeza, y están perfectamente diferenciadas las distintas partes de la anatomía cuando realizamos un disparo, es muy realista como reaccionan cuando disparas al cuello de un enemigo y hasta es desagradable ver en que estado quedan los cuerpos de estos cuando no han podido evitar una granada, todo esto acompañado de unas buenas físicas.
Esto no se queda solo en lo visual ya que a la postre es un aspecto que hace que el juego sea realmente adictivo, y provoca que aflore el sádico que todos llevamos dentro y nos divierta ver las mil y una maneras con las que podemos acabar con los enemigos. Especialmente atractiva es el arma Tesla, una que dispara rayos eléctricos con devastadoras consecuencias. Luego otros detalles aislados son la falta de gravedad en determinadas situaciones que resulta muy espectacular o las gotas de agua sobre la pantalla cuando pasamos por debajo esta, algo que no sucede muy a menudo.
En el aspecto sonoro la música cumple su papel sin muchos alardes y si acaso con el merito de provocar algo de tensión en algunos momentos puntuales, acompaña bien y no molesta, ambientando correctamente la situaciones pero pasando por lo general bastante desapercibida. El doblaje al castellano es bastante decente, sin casi voces que rechinen o que estén fuera de lugar, un trabajo simplemente correcto sin llegar a ser notable. Los efectos sonoros como ya son norma últimamente en cualquier producción de esta magnitud suenan de lujo en un equipo 5.1, con especial atención a los graves que seguro tus vecinos sabrán apreciar en su justa medida...
Un buen juego pero con demasiada competencia
Sin duda nos encontramos ante un buen título, que cumple en todos los apartados y además resulta muy divertido, pero que cuenta en su contra con tener demasiados rivales de altura, algo que para ser justos no es culpa suya. Un juego recomendable para los más fanáticos del género que seguro se divertirán de lo lindo pese a sus carencias, que son no destacar notablemente en nada y resultar demasiado genérico y repetitivo, algo que llevando el nombre de una saga tan mítica es menos perdonable, pero que una vez al mando y cuando peguemos cuatro tiros nos olvidaremos y disfrutaremos, un buen aperitivo para ir calentando para la prometedora campaña de juegos que en otoño e invierno nos espera.