Análisis de Sine Mora XBLA (Xbox 360, PSVITA, PC, PS3, iPhone, Android)
Mucho tiempo ha pasado y muchas cosas han cambiado desde que a principios de la década de los 80 se crearon los primeros videojuegos comerciales. De entre todos aquellos primeros jueguecillos con simples gráficos en blanco y negro enseguida destacaron los que nos ponían a los mandos de una nave espacial con la que teníamos que avanzar aniquilando a todo lo que se nos acercaba. Space Invaders fue el título que más destacó de entre todos ellos inaugurando un género, los "shoot 'em up", o dispara lo más rápido que puedas, que se hizo mítico, y eterno, dentro de los videojuegos.
Ya en nuestros días, y gracias sobre todo a los servicios digitales de descarga, Xbox Live Arcade en exclusiva, en este caso, este género vive una auténtica segunda juventud tanto en reediciones de viejos títulos como en nuevos lanzamientos.
Pese a todo, hay que reconocer que la mayoría de juegos que vemos estos días son más del estilo del guerrero que puede con todo tipo Shank, o Shoot Many Robots, que del estilo más clásico de naves espaciales donde apenas existen ejemplos últimamente si exceptuamos la excelente conversión del clásico de recreativas y de Sega Saturn, Radiant Silvergun que Treasure realizó el año pasado.
‘Sine Mora’ viene a rescatar el espíritu más clásico de esos antiguos "shoot 'em up", cambiando el avance vertical por el horizontal, y probablemente hubiera pasado más que desapercibido hasta su lanzamiento si no fuera porque viene de dos reconocidos estudios de desarrollo como son Grasshopper Manufacture y Digital Reality. Poco más podemos decir de Grasshopper que no sepáis ya. Los juegos del equipo del genio Goichi Suda o Suda51, como le gusta ser conocido, suelen ser tan peculiares y originales que a pocos jugadores dejan indiferentes, destacando sobre todo por sus peculiares ambientaciones y unas excelentes producciones. Títulos como No More Heroes o Shadows of the Damned gozan de excelentes críticas por su originalidad y desarrollo que, sin embargo, no suelen ir acompañados de buenas ventas, riesgo que se toma al hacer algo diferente.
Mientras preparan el lanzamiento para verano de Lollipop Chainshaw, la aventura de Juliet, esa atractiva animadora cuya diversión es acabar con decenas de zombis, han creado este experimento en colaboración con Digital Reality, un estudio húngaro, menos conocido, pero ya con experiencia en el lanzamiento de arcades gracias a juegos como Dead Block o SkyDrift, y que también están preparando un curioso juego de conducción llamado Bang Bang Racing, que esperamos con interés.
Espíritu clásico, ideas nuevas
Por extraño que parezca, Sine mora tiene un argumento muy al estilo japonés con una extraña mezcla de futuro, civilizaciones extrañas y guerras constantes entre ellos en el que encarnamos a una flota de personajes mitad humanos, mitad animales que tiene que acabar con los malos. Obviamente en este estilo de juegos este argumento es totalmente prescindible, aunque hay que agradecer el detalle que se ha puesto en él, con largos textos para leer, en castellano, y constantes secuencias animadas durante el modo historia, que podemos seguir para sumergirnos en la misma.
En el terreno jugable, y como ya os adelantábamos antes, Sine Mora tiene un estilo retro, basándose en el clásico Space Invaders, aunque cambiando su perspectiva y utilizando todos los recursos técnicos de hoy en día. Es cierto que posee unas cuantas novedades, pero sencillamente consiste en desplazarnos disparando lo más rápido posible, a la vez que intentamos evitar las balas enemigas.
El avance en general es de izquierda a derecha, aunque sin querer estropearos algunas de las sorpresas del juego, también os diremos que existen a lo largo del mismo, pequeñas zonas en las que ese movimiento cambia tanto de sentido como de orientación, añadiéndole algo más de variedad al mismo. También existen otras zonas con forma de pequeños túneles o laberintos en los que habilidad y la precisión a la hora de manejar nuestra avioneta-nave serán fundamentales.
Jugando con el tiempo y la dificultad
Una de las características que más nos ha sorprendido de este arcade es el sorprendente uso del tiempo, nada habitual en este género, llegando a convertirse en uno de los aspectos fundamentales del juego. Tenemos un tiempo límite para completar cada zona, o checkpoint, y en general éste es bastante ajustado, no valiéndonos en este caso la estrategia de quedarnos atrás disparando sin parar. Lo más curioso de todo es que podremos aumentar este tiempo eliminando enemigos que nos proporcionaran segundos, según su dificultad, aunque este también disminuirá cuando recibamos impactos enemigos. Es decir, en la mayoría de las fases no tendremos la habitual barra de salud, sino que el objetivo será un una lucha contra el tiempo. Os podemos asegurar que esta gran novedad es la que realmente diferencia a Sine Mora del resto de juegos de este estilo, haciendo todavía más difícil un juego que ya de por sí lo es.
Y es que como suele ser habitual, la elevada dificultad es una de las características diferenciadoras de este tipo de juegos. Pese a que existe un nivel normal, que se denomina para principiantes y nuevos jugadores, la exigencia ya en este nivel es notable, una vez pasadas las primeras fases. El otro nivel, el denominado desafío, es realmente complicado, y solo recomendado para los jugadores expertos en este tipo de juegos que busquen un reto exigente. El número de enemigos se multiplica, así como la velocidad y la frecuencia con la que dispararán. Un verdadero espectáculo, en el que es realmente difícil sobrevivir. Para añadirle algo más de dificultad tenemos un número determinado de "continues" para el modo historia, diferente según el nivel escogido, teniendo que volver al principio en caso de consumirlos. Esta dificultad también influirá en la calificación final que obtengamos al terminar el nivel, y que se publicará en los correspondientes marcadores online.
Otro de los factores que influyen en la elevada dificultad del juego son los gigantescos jefes de nivel, realmente espectaculares y complicados, según vamos avanzando en el modo historia. Diseñados por Mahino Maeda, un famoso diseñador de anime, que ha participado en películas como Animatrix o Kill Bill, suponen un gran reto, contando, además, algunos de ellos de varias fases, lo que hace que su eliminación sea bastante complicada. Para complicarlo todavía más contra algunos de ellos tendremos también una barra de salud, aparte del correspondiente cronómetro. El modo historia consta de ocho niveles, agrupados en capítulos, que en general no suelen ser muy largos, siendo prácticamente un entrenamiento de desgaste hasta el correspondiente jefe de nivel.
Para contrarrestar a todos estos enemigos tendremos siempre dos tipos de armas, una principal y una secundaria, que para nuestra desilusión no podemos escoger, sino que estará predefinida para cada nivel. Cada fase que juguemos lo haremos con uno de los personajes que a su vez tiene una nave diferente con sus armas predeterminadas, no pudiendo cambiarlas, al menos, en el modo historia. Durante la partida podremos ir recogiendo hasta nueve potenciadores para nuestra arma principal, que, sin embargo, perderemos según vayamos recibiendo impactos enemigos, mientras que la secundaria apenas podremos usarla un par de veces, ya que es muy limitada. También tendremos disponible una habilidad especial en nuestra nave que nos permitirá ralentizar la acción durante un pequeño intervalo de tiempo, para poder así esquivar algún disparo o mover nuestra nave con más precisión.
Otros modos de juego
Aparte del modo historia existen otros tres modos de juego, que sin cambiar demasiado la filosofía sí nos permiten afrontar otros desafíos. El modo arcade, solo disponible para las dificultades más exigentes consiste en una repetición del modo historia, en el que no veremos ni un texto, ni una secuencia animada. Simplemente acción continua en la misma secuencia que la historia para la que podemos escoger la nave que queremos pilotar, con su correspondiente armamento predefinido, de las que ya tengamos desbloqueadas.
El modo ataque por puntos es más sencillo y consiste en repetir alguno de los capítulos que ya hayamos superado del modo historia, para poder mejorar nuestra puntuación, pudiendo también escoger la nave que queramos. Por último, el modo entrenamiento de jefes, nos permite volver a jugar contra los jefes finales que ya hemos visto en el modo historia, les hayamos ya ganado o no, siendo un modo que resulta bastante interesante, cuando nos atasquemos con uno de ellos. Para estos modos de juego existen otros dos niveles de dificultad, denominados difícil y locura, que como imaginareis son todavía más complicados.
Para nuestra sorpresa no hemos encontrado en 'Sine mora' ningún modo de juego que admita multijugador, ni a nivel local ni online, limitándose las funciones online a los típicos marcadores. Una verdadera lástima, ya que es un tipo de juego en él que podría haber sido tremendamente divertido cooperar o luchar con un amigo.
Gráficos y sonido
El aspecto técnico de 'Sine mora' es bastante notable, pese a la aparente sencillez que suelen tener este tipo de juegos. Los gráficos están muy conseguidos, y destacan sobre todo los escenarios, vistosos, repletos de detalles, y muy variados incluyendo localizaciones tanto de interior como de exterior, consiguiendo una buena sensación de profundidad. A nivel sonoro el juego resulta realmente espectacular cuando estamos en mitad de la batalla y los disparos se mezclan con las explosiones.
Una de las mejores noticias que teníamos sobre el juego era la participación en el mismo del músico Akira Yamaoka, compositor de la banda sonora de los primeros Silent Hilll. Finalmente, y como es lógico, la música en este tipo de juegos queda relegada a pequeños fragmentos durante los menús, y las secuencias del modo historia, haciendo que en este caso, el trabajo de Akira pase algo más desapercibido.
Conclusión
Sí te gustan los retos exigentes y esos videojuegos con aire retro, éste puede ser el título que llevabas esperando mucho tiempo. Sin embargo, si respondes que no a alguna de las dos cuestiones anteriores lo mejor será entonces que lo dejes pasar. Sine Mora es ante todo, un juego realmente difícil, incluso en su denominado "normal". La original mezcla de enemigos y tiempo por nivel hace que avanzar por su complicada historia sea todo un triunfo, a la vez que puede llegar a convertirse en algo desesperante. Pese a que técnicamente es bastante notable, también es cierto que echamos de menos algo más de variedad, posibilidades de personalización, e incluso alguna opción multijugador.