Análisis de Duke Nukem 3D XBLA (Xbox 360)
A comienzos de 1996, 3D Realms lanzaba para compatibles Duke Nukem 3D, un título de acción en primer persona que rápidamente conseguiría su merecida valoración de juego legendario gracias principalmente a dos motivos: su humor irreverente y su avanzado diseño de niveles. Previamente 3D Realms había creado Duke Nukem y Duke Nukem II, ambos fueron shooters bidimensionales situados en el futuro e inspirados en el cine de acción de los '80 en los que el aguerrido héroe que da título a la saga debía hacer frente a diversas amenazas contra la Tierra. Como su propio nombre indica, Duke Nukem 3D abandonaba las fases de scroll lateral para situar al jugador en entornos pseudo-3D dónde poder moverse con relativa libertad, y decimos pseudo-3D porque en realidad el juego no hacía uso de un motor gráfico tridimensional, sino de una versión mejorada del motor que id Software popularizó con Doom y que aprovechaba las diferencias de perspectiva para simular profundidad.
Duke Nukem 3D nos sitúa en Los Ángeles. El duro Duke ha estado una temporada combatiendo en el espacio y al aterrizar en la Tierra descubre que aprovechando su ausencia unos repugnantes alienígenas han invadido nuestro planeta. La humanidad entera ha sido exterminada casi por completo, con la excepción de las bellas "señoritas" que los extraterrestres han esclavizado para su disfrute personal, convirtiendo además la pornografía en el único modo de entretenimiento en todo el planeta. Los objetivos de Duke están claros: Eliminar a los alienígenas y rescatar a nuestras chicas.
No todo se resuelve a base de disparos y tortas...
Recorreremos por tanto la ciudad de Los Angeles visitando todo tipo de localizaciones: Clubs de striptease, calles inundadas, desiertos, etc. Está variedad ambiental le sirvió a Duke Nukem 3D para ganarse la admiración de muchos jugadores rápidamente, principalmente gracias a sus escenarios urbanos, ya que por aquel entonces (y en parte también en la actualidad) los entornos de este tipo de juegos se limitaban a estancias homogéneas pertenecientes a construcciones estándar: bases militares, laboratorios, etc. Pero el mayor acierto de los niveles de Duke Nukem 3D no reside en su temática, sino en su estructura, la cual dio al título unos cotas de jugabilidad muy por encima de las que acostumbraba a ofrecer el género.
Cuando los juegos de acción en primera persona se fundamentaban en recorrer escenarios más o menos lineales de un punto a otro aniquilando todo lo que se nos cruzase en el camino Duke Nukem 3D apareció con niveles mucho más enrevesados y con estancias entrelazadas que nos obligaban a visitarlos de arriba a abajo varias veces en busca de tarjetas llave para abrir determinadas puertas y de armas o <í>gadgets que nos permitieran acceder a nuevas zonas al más puro estilo Metroid. A estos toques de exploración hay que añadir la inclusión de numerosos puzles basados en la interacción a través de interruptores y palancas con los que poner a punto nuestro ingenio. Pero la cosa no termina ahí y también encontramos decenas de estancias secretas que se esconden tras paredes agrietadas, cortinas o pósters, convirtiendo de nuevo la observación del escenario en algo más variado y atractivo que la simple búsqueda de nuestro próximo enemigo.
Esto hace que Duke Nukem 3D haya envejecido mejor que el resto de shooters en primera persona de aquella época y que encontremos en él situaciones más inspiradas incluso que las vistas en algunos juegos actuales.
...pero a veces las armas y los puntapiés son indispensables
Por supuesto la acción tampoco faltará y además de con las patadas de Duke (ejecutadas con el gatillo izquierdo) contaremos con un importante arsenal de armas de fuego, desde las habituales pistola, escopeta y metralleta hasta una <í>miniaturizadora y una agitadora de moléculas. Con ellas despacharemos a varios tipos de enemigos que irán desde la raza extraterrestre invasora con apariencia de lagartija, hasta larvas que se pegan a la cara tipo Alien, pasando por distintas unidades de los conocidos PigCops, híbridos entre cerdos y policías (nótese la "sutil" analogía) que los extraterrestres crearon para exterminar a la raza humana.
El inventario se completa con diversos ítems o gadgets que mejoran nuestras prestaciones o nos ayudan a atravesar determinadas zonas: botiquines, botes de esteroides, jetpack, gafas de visión nocturna, equipo de submarinismo, etc. A estas ayudas hay que añadir la opción de poder activar un modo de supervelocidad (pulsando el stick derecho) que nos será necesario a la hora de superar zonas que nos exijan mantener un estado alterado del personaje que sólo dura temporalmente, o si lo deseamos para mejorar nuestros tiempos en cada fase una vez que ya conozcamos el juego de memoria.
Controla el tiempo
La principal novedad que ofrece Duke Nukem 3D en su versión para Xbox Live Arcade es la posibilidad de grabar nuestra partida en cada nivel, pero no para compartirla con otros usuarios a través de la red como es habitual (aunque también existe esta opción), sino que cada vez que nos maten podremos rebobinar la partida de forma continua hasta dónde deseemos (el comienzo del nivel incluso) y reanudarla desde ese punto. Duke Nukem 3D no es precisamente un juego fácil, de modo que esta opción resulta muy útil tanto para evitar tener que repetir las mismas zonas comprometidas una y otra vez como para poder elegir estratégicamente el mejor momento desde el que reanudar la partida.
Además de poder compartir las partidas guardadas Duke Nukem 3D aprovecha la comunidad Xbox Live con modo multijugador tanto cooperativo como competitivo. El primero permite jugar hasta a ocho jugadores los niveles del modo individual en los que para mantener la dificultad el juego hace reaparecer enemigos con mayor frecuencia. El segundo cuenta con dos variantes, el habitual todos contra todos que se convierte en una batalla campal, y un modo uno contra uno para aquellos que quieran enfrentarse de forma más tranquila en duelos cara a cara. Aunque son opciones interesantes y divertidas en esta ocasión sí que se encuentran ampliamente superadas por los juegos actuales y quedan lejos de suponer un incentivo tan grande como el imperecedero modo campaña. Por otra parte, tampoco hay que olvidar la inclusión del obligatorio sistema de logros con el que todo juego de la consola cumple.
Un rey momificado
Así podríamos definir técnicamente a esta versión de Duke Nukem 3D que aparece en Xbox Live Arcade. Gráficamente se mantiene intacto respecto al original que vio la luz hace ya más de doce años. Hubiera sido interesante incluir al menos una opción para adaptarlo a pantallas panorámicas, pero 3D Realms ha decidido dejarlo íntegro, algo que probablemente se deba en parte a no querer perturbar un juego que posee la categoría de clásico. Aquellos que nunca hayan jugado, o lleven tiempo sin hacerlo, a uno de estos títulos pseudo-3D basados en el motor de Doom o similares podrían encontrarse algo confusos o perdidos al principio, pero Duke Nukem 3D es unos de los juegos que mejor y más avanzado uso hacen de este motor gráfico y por lo general la vista se acomoda rápidamente. Conviene recordar también que a pesar de su apariencia plana los escenarios del juego poseen multitud de elementos interactivos, de modo que no se debe parar de jugar y probar cosas con todo aquello que parezca sospechoso (grietas, interruptores, etc.)
A nivel sonoro tampoco se ofrecen novedades excepto una leve mejora en la calidad de la música, pero aún así se sigue escuchando extremadamente digitalizada. Sin embargo, Duke Nukem 3D cuenta de nuevo con un par de aspectos míticos en este apartado. El primero son los gamberras y estereotipadas frases que el protagonista suelta de vez en cuando homenajeando a modo de parodia el cine de acción ochentero, con perlas del tipo: "Nadie nos roba a nuestras mujeres y sobrevive". Los efectos se completan con los habituales disparos de las armas de fuegos, los gruñidos de los extraterrestres y unos divertidos sonidos que se producen al pisar algún bicho o enemigo empequeñecido.
El otro aspecto emblemático a nivel sonoro de Duke Nukem 3D es Grabbag, el hard-rockero tema principal del juego compuesto por Lee Jackson que una vez oído se repite en tu mente de forma constante. Tal es su magnitud que desde la salida del juego hasta la actualidad el tema se ha versionado numerosas veces, corriendo una de dichas versiones a cargo de Megadeth, el conocido grupo de Dave Mustaine.
Apuesta siempre por Duke
Actualmente todos los seguidores de Duke Nukem 3D se encuentran esperando Duke Nukem Forever, su largamente retrasada secuela. Se ha bromeado mucho con el carácter definitorio que tiene el título de dicho juego, pero lo cierto es que no hay que esperar a su salida para contar con un juego de Duke Nukem que se mantenga incorruptible para siempre, pues esa condición ya la cumple el propio Duke Nukem 3D, un título indispensable para cualquier aficionado al género.