Análisis de Ice Cream Surfer eShop (Wii U)

Un nuevo juego español llega a Wii U a través de la eShop, esta vez en forma de juego de naves de los de toda la vida, donde tenemos que cruzar la pantalla disparando a todo lo que se mueve y evitar recibir balazos. El estudio independiente Dolores Entertainment es el responsable de este juego lleno de encanto y color, repleto de personajes que no esconden su homenaje a la era de los 16 bits, pero no desde el plagio sino haciendo gala de un gran trabajo creativo, con personajes y criaturas originales de los más variopinto basados en el universo del cómic de Ice Cream Surfer

Sin duda, esa creatividad llevada a cabo con un fantástico trabajo en pixel art, es el punto fuerte de este bizarro y gracioso juego de naves con avance lateral, cuyo embrujo y alto ritmo puede llegar a ser adictivo durante unas buenas horas, y que se aleja de las experiencias más exigentes para ser un juego accesible divertido para todos, pero que no le quita la dificultad inicial de un reto donde una bala o un toque puede quitarnos una vida, más cuando es habitual llevarse la sorpresa ante lo desconocido.

Un juego de naves clásico donde todo es esquivar y disparar

Ice Cream Surfer nos pone en la piel de cinco héroes a borde de sus flamantes helados voladores, con la misión de combatir al malvado Brócoli, quien harto de que los niños odien a las verduras ha decidido acabar con el universo de los sabores, y así pasar a ser los dueños de los menús diarios.

Este mata marcianos se puede jugar en solitario o con un amigo simultáneamente usando el mando de Wii, bien en la televisión o en el GamePad de Wii U en modo off-TV.

Se nota la inspiración del género aderezado del humor de clásicos como Parodius o Pop`n Twimbee, con buen puñado de criaturas, jefes intermedios y jefes finales ciertamente graciosos. Nuestro deber será el de esquivar y disparar a todo lo que se mueve, sin tener que preocuparse de colisionar con el terreno ni nada por el estilo, quizás una limitación demasiado grande para poder compararse con los grandes del género, ya que al final, en todos los niveles siempre nos enfrentamos a las oleadas de malos sin tener más diversidad de objetivos.

Afortunadamente los diferentes tipos de enemigos y jefes ponen un punto de variedad, ya que nos obligan al clásico ejercicio de aprender patrones y encontrar la manera de acertar en el punto débil. En este caso, Ice Cream Surfer se defiende bastante bien, aunque es posible que en las primeras partidas nos cause cierta frustración al morir en casos que, prácticamente obligan a ensayo y error, más tarde se convertirá en experiencia del jugador que va mejorando más y más hasta realizar la partida perfecta.

Esto es así, tanto con los jefes como con algunos tipos de enemigos normales, que nos obligarán a aprender como funcionan si no queremos fastidiarla para acabar perdiendo no solo una vida, sino también todo el nivel acumulado de disparo. Y es que como no podía ser de otro modo, los personajes mejoran sus disparos cada vez que cogen un polo helado, procedente de una caja o bien de los que sueltan los enemigos al morir, hasta el nivel cinco que es el máximo. Pero como decíamos, las mejoras las perderemos por completo tras morir, así que el jugador novato tendrá que primar en asegurar la partida y el experto será el que pueda dedicarse a conseguir la máxima puntuación y la recolecta de extras.

Cinco personajes diferentes que afectan mucho nuestra manera de jugar

En Ice Cream Surfer elegimos un personaje al empezar la partida o tras quedarnos sin vidas. Tenemos cinco opciones desde el principio, aunque tal y como indican las instrucciones del juego, no todos son ideales para todos los niveles de jugador. Se puede decir que los diversos héroes en sí, son los que hacen más fácil o difícil el juego, pues la diferencia en tamaño, tipo de disparo y la cadencia condicionan por completo nuestro poder para derrotar a los enemigos y esquivar balas.

Por ejemplo, el joven pelirrojo Ace, quien va montado sobre un cucurucho de tres sabrosas bolas, es muy pequeño y permite esquivar fácilmente las balas mientras que su cadencia de tiro y amplitud, permiten acertar fácilmente a multitud de enemigos. Al contrario, el samurái Rei Tou grande y torpe para esquivar, posee un poderoso y amplio ataque de corte cuya gran dificultad es su corto alcance. Sailor Twister es demasiado torpe y grande para esquivar fácilmente balas enemigas, sus disparos son imprecisos y con una cadencia baja, pero cuando su poder está al máximo es muy potente, siendo el héroe que más habilidad exige al jugador pero también que más satisfacción otorga.

Cada personaje tiene además una habilidad propia, que se usa tras acumular esmeraldas de hielo, dispersas tras destruir enemigos. Estos poderes especiales suelen otorgarnos invulnerabilidad, a la vez que una capacidad de destrucción letal. Ace por ejemplo, tiene un poderoso cañón de helado que barre todo lo que tiene por delante, Hima el hombre de las nieves, invoca una tempestad que arrastra consigo esquirlas de hielo mortíferas para nuestros enemigos, mientras es capaz de provocar un torbellino helado con su voz también poderoso. Así con todos los personajes, cada uno tiene un poder especial único que fortalece la estrategia de juego y condiciona mucho nuestra elección, sobre todo de cara a volver a jugar al juego una vez nos hayamos hecho con él.

Hay otros elementos a tener en cuenta durante la partida, como el polo arcoíris, que nos otorga un ataque cuerpo a cuerpo e invulnerabilidad temporal, con lo cual podemos arrasar a multitud de enemigos y jefes en un santiamén. Otro objeto importante son las llaves de pastel, que invocan a uno de los tres tipos de pastelillos que nos ayudarán ya sea protegiéndonos de un impacto, recogiendo esmeraldas de hielo automáticamente o disparando detrás de nuestros disparos. Lo malo es que tendremos que tener cuidado, ya que los pasteles se sustituyen los unos a los otros, sin poder tener más de uno a la vez. Habrá que estar atento al color de la llave para coger el pastelillo que más nos interesa o evitar perder a nuestro favorito.

Mundos de sabores llenos de color e imaginación

Como decíamos, lo más brillante de Ice Cream Surfer es su estilo visual y la imaginación que desprende, un universo que podría pasar tranquilamente por ser parte del mundo de la serie de dibujos Hora de Aventuras, con toques de humor sacados de los Parodius de Konami. El juego consta de seis niveles cuya ambientación cambia drásticamente en colorido y temática, aunque siempre hay una relación culinaria entre todas ellas, ya que estamos hablando del universo de los sabores. Resulta encantador ver el trabajo a mano de todos estos niveles que apenas repiten elementos mientras recorremos los escenarios, y quedamos realmente sorprendidos ante la variedad y creatividad de todos los enemigos que hay presentes en los niveles. Frutas chungas, batidoras, palillos chinos, sushi cabreados, pasteles, osos montando helados, focas hípster, llamaradas, mocos verdes… un sinfín de sorprendentes criaturas que nos han sacado más de una sonrisa.

El excelente trabajo de pixelart realizado, queda patente desde el principio, solo empañado por la resolución de algunos elementos, sobre todo de los fondos, que al quedar expuesto en los grandes televisores planos de hoy en día, resulta un poco difícil de entender en ocasiones lo que estamos viendo. Otro problema es que los fondos se muestran estáticos, algo que choca gravemente con el estilo y diseño de muchos de los elementos. Cuando jugamos en el GamePad este problema no se nota tanto, pero sí que resulta doloroso de ver cuando jugamos en la gran pantalla. Otro problema notable y que sí afecta a la jugabilidad, es que es habitual morir sin a ver visto venir la bala, ya que entre tanto bicho y color a veces no nos percatamos de estas, creyendo firmemente que debería haberse reforzado su visibilidad. Pese a estos problemas en el apartado gráfico, la riqueza conceptual acompañada de una animosa banda sonora, hacen que hayamos quedado prendados por el imaginativo que ofrece.

Incomprensiblemente, el juego sufre un montón de problemas que afectan notablemente a la tasa de imágenes por segundo, con momentos en los que resulta bastante molesto sobre todo cuando tenemos muchas balas en pantalla. Desde luego no se trata de un problema de potencia de la consola, sino más bien de problemas de optimización, ya que la cosa no empeora cuando juegan dos jugadores o simplemente tenemos la pantalla llena. De hecho, da la sensación de que el juego se ha terminado con prisas y se ha lanzado con un montón de cosas pendientes por perfeccionar, ya que hay muchas incoherencias como que aunque estemos jugando en el modo off-TV, el sonido de la introducción y el final del juego solo suena por el televisor, entre una pequeña lista de cosas por pulir que podríamos dedicarle. No obstante, estos problemas no estropean demasiado la experiencia de juego, y aunque son notables, seguramente el desarrollador pueda solventarlos fácilmente con una actualización.

Un arcade de naves entretenido que destaca por su originalidad artística

Creemos sinceramente que Ice Cream Surfer es un juego con encanto que resulta entretenido y recomendable, tanto para veteranos que gusten de los juegos de naves de toda la vida, como noveles que quieran descubrir el género y sean capaces de superar la frustración inicial, causada tras morir muchas veces. Esquivar y disparar siempre ha sido divertido, más cuando lo hacemos disparando a criaturas tan originales y divertidas como estas, y es un juego que ofrece mucho progreso personal al jugador, que nota su mejoría partida tras partida y acaba siempre queriendo echarse una más. Cuando sabemos jugar podemos superar todas las fases en apenas media hora, en parte pensado así ya que no se guarda partida, pero con una experiencia bien diferenciada para cada personaje, y los artworks y diseños coleccionables que se desbloquean completando la recolecta de letras ocultas por los escenarios, termina por entretener incluso rejugando muchas veces, dando para un buen puñado de horas.

Es cierto que hoy en día encontrar juegos de este tipo es difícil, y más con este sentido del humor y esa gracia artística, por eso mismo si añoráis clásicos como Parodius este juego puede ser una buena opción. Estamos convencidos de que con un mayor tiempo de desarrollo, Ice Cream Surfer podría haber quedado mucho mejor puliendo detalles, mejorando su diseño de niveles, el equilibrado para el modo de dos jugadores (es mucho más fácil), o incluyendo clasificaciones en línea. Desde luego, la desarrolladora apunta buenas maneras, y esperamos que la buena fortuna les sonría para que en el futuro próximo vuelvan a sorprendernos superándose en calidad.