Análisis de WarioWare: Do It Yourself Showcase WiiW (Wii)
Wario le ha cogido el gusto a la cosa ésta de sacar pasta con los videojuegos, y su saga WarioWare sigue en progresión ascendente en cuanto a popularidad, relegando a los plataformas de esta némesis del fontanero de Nintendo a un segundo plano (pese a lo bien logrado de su último plataformas para Wii). Ahora vuelve por partida doble, con un título para Nintendo DS y otro para WiiWare que, en realidad, están concebidos para funcionar en simbiosis. Uno y otro se retroalimentan, pero si bien está claro que el "importante" es el de la portátil, y resulta completamente autónomo en su mayor parte, Wario Ware: D.I.Y. Showcase, en WiiWare, está a medio camino.
Y es que la gran novedad de esta entrega en la portátil reside en poder crear tus propios microjuegos gracias a un completo editor, algo que no está disponible en la entrega de WiiWare, mucho más orientada a llevarlos a la pantalla grande, y a mostrarlos a los amigos, compartirlos en línea, etc. Pero también podemos descargarnos microjuegos mediante distribución digital, con las actualizaciones periódicas previstas.
De este modo, es importante que el usuario tenga muy presente que esta entrega no le ofrece lo mismo que la versión de Nintendo DS; y que ésta no le ofrece exactamente lo mismo que la de WiiWare, razón por la que ambos se complementan y funcionan simbióticamente.
En WiiWare contamos con 72 microjuegos (la versión portátil suma 90); en ningún caso son demasiados, si tenemos en cuenta que las anteriores entregas apostaban por cantidades superiores, pero es que aquí se trata de añadir contenidos (en NDS, de crearlos), y podemos descargar microjuegos creados por personajes ilustres de la industria del videojuego, una selección hecha por Nintendo, y otros microjuegos adicionales, que irán actualizándose regularmente. Asimismo, también podemos intercambiar con amigos los que tengamos hechos, y hayamos transferidos desde la portátil, lo que se hace desde el menú del juego con suma facilidad.
De hecho, hay que destacar especialmente, la facilidad de la operación, y lo sencillo e intuitivo de los menús. Si crear buenos microjuegos es una tarea que requiere labor y experiencia, compartirlos con la comunidad es algo muy sencillo, y eso se agradece.
Por el contrario, las tres opciones principales del menú no parecen tan intuitivas, pero uno le coge el truco en un momento, sobre todo si es un habitual a la saga. Los otros quizás tarden un poco en comprender el mecanismo, ya que no llega a explicarse en ningún momento (claro, hay un manual de instrucciones digital, como en todos los juegos de WiiWare), pero es que también esa búsqueda de lo intuitivo por absoluto, de la reducción máxima de la jugabilidad a su concepción atomista, se lleva también a la interfaz.
Los microjuegos incluidos se distribuyen entre personajes habituales de la saga, como el propio Wario (ahora encarnando a un héroe), Kat y Ana, Dribble y Spitz, o 18-Volt, que sigue siendo el favorito de quien firma estas líneas porque bajo su sello se esconden los microjuegos de inspiración retro, reviviendo pasajes de la historia de los videojuegos de Nintendo.
Como es habitual, los juegos que nos aparecen -aleatoriamente- en esos personajes, luego pasan al catálogo, y podemos jugarlos de manera independiente, cada vez a mayor velocidad y dificultad. Pero no sólo de microjuegos vive el jugador, y contamos también con unos cómics (que también podemos crear en Nintendo DS, y pasarlos a esta versión) y melodías (con idénticas opciones).
Y es que la coletilla de Showcase ("escaparate") le viene muy bien al juego, y define perfectamente su intención. En WiiWare se trata de ver, mostrar, compartir, mientras que la portátil es para crear. Lo cierto es que uno no puede evitar tener la sensación de que lo ideal sería que este juego estuviese disponible también como descarga gratuita para distribuir los contenidos creados en la portátil, sin tener que pasar por caja, y en una versión completa, idéntica en posibilidades, pues en realidad WarioWare: Do It Yourself Showcase está a medio camino, y por eso puede no convencer como producto independiente. Y como producto dependiente, no dejan de ser 800 puntos, esto es, 8 euros; por esa cantidad hay bastantes juegos con más chicha en WiiWare.
En definitiva, es importante tener en cuenta que como juego solitario, aunque ofrece una buena colección de microjuegos, y la posibilidad de descargar otros (lo que se hace con una celeridad muy de agradecer, y con opción de guardar nuestros favoritos en la memoria para tenerlos disponibles siempre), puede ser algo insuficiente. Cuando su catálogo de microjuegos adicionales crezca, también lo hará la diversión que ofrece, aunque en el lado técnico hubiésemos preferido que el juego aprovechara la capacidad de almacenamiento de la consola (o, por extensión, de la tarjeta de memoria SD) para poder guardar microjuegos sin límites, ya que está limitado a otros 72.
Otra carencia a tener en cuenta es que aunque la versión de Nintendo DS tiene más microjuegos, y evidentemente muchos no están presentes en WiiWare, no es posible exportar esos microjuegos que vienen de serie a WiiWare (pero sí a la inversa), lo que limita en cierto modo las posibilidades de comunicación entre ambos sistemas. Al hacerlo, podemos echar un vistazo a sus intestinos, esto es, ver cómo se han construido, usarlos -en cierto modo- como tutorial, para comprender cómo se han hecho, cómo funcionan, y aprender de ellos, gracias a la herramientas de creación de contenidos de la versión para Nintendo DS. Como no todo es menos con respecto a Nintendo DS, hay que tener en cuenta que es posible acceder a opciones multijugador.
Esa carencia, sin embargo, no nos impide afirmar que ésta es la mejor interacción entre plataformas que hemos visto hasta ahora en la consola, pues es una relación complementaria muy bien traída y desarrollada. Habrá quien prefiera el multijugador cruzado de Final Fantasy Crystal Chronicles: Echoes of Time, pero es que este tipo de experiencia es diferente, y justificada.
Un último elemento a destacar es que incluye la opción de realizar encuestas para recoger opiniones sobre nuestras creaciones. Las posibilidades son sencillas, pero suficientes, para recoger opiniones y saber qué es lo que falla en nuestras creaciones, para aprender y seguir mejorando.
Conclusiones
Como título independiente, WarioWare: Do It Yourself Showcase resulta insuficiente, en la medida en que no satisface ese elemento de bricolaje que apunta su título, pero sí nos ofrece un buen surtido de microjuegos, cómics y contenidos por disfrutar, a los que hay que añadir los que vayan distribuyéndose digitalmente. Su potencial auténtico está en la conexión con la entrega de Nintendo DS: es ahí donde se convierte en todo un espectáculo, y de la fusión entre ambos surgen muchas posibilidades y opciones que nos pueden hacer disfrutar, sin límites, jugando y creando.