Análisis de Kirby's Epic Yarn (Wii)
Tras la sorprendente y grata entrega que nos ofreció Nintendo hace unos meses con Donkey Kong, ahora nos llega el turno de disfrutar de otro título (con unos meses de retraso eso sí) de otro de los héroes más carismáticos de la compañía nipona, Kirby. En el pasado E3 Nintendo presentó otro título de la pequeña bola rosada, algo que fue tanto una sorpresa para todos, como una alegría al ver el magnífico lavado de cara que le habían proporcionado. Y es que Kirby’s Epic Yarn es un juego que principalmente entra por los ojos, con un diseño fabuloso y una originalidad que siempre es de agradecer especialmente en los títulos de plataformas.
Kirby aparece con un sistema de jugabilidad renovado, un juego lleno de colorido y la posibilidad de jugar en cooperativo con alguno de nuestros amigos. En esta ocasión la pequeña bola rosada y tragona se ha vuelto completamente hueca y se ha inmerso en lo que podríamos llamar el mundo de las telas. Este escenario se convierte en el principal atractivo de Kirby, donde todo está compuesto por cordones, telas, botones, cremalleras y demás objetos que podríamos encontrar en una mercería, lo que le proporciona un gran impacto visual y una diseño extravagante.
El popular juego tuvo unas muy buenas primeras semanas de ventas en Japón, situándose en su primera semana como número dos en las listas de ventas tras un intratable Pokémon. Tras esta primera semana el título fue cayendo en las listas de ventas debido también a una evolución decreciente en las ventas de las consolas de Nintendo. A pesar de ello, Kirby’s Epic Yarn ha ganado diversos premios entre la crítica tanto antes como después de su publicación y se posiciona como uno de los juegos más originales, y porque no decirlo, adorables de la Wii de Nintendo.
El Metatomate
La razón por la que Kirby ha pasado a convertirse en una pequeña bola de hilo hueca, se nos explica durante los primeros minutos de juego a través de una breve introducción. Al parecer el pequeño Kirby iba caminando por Dream Land cuando vio un exquisito y apetecible tomate en lo alto de un arbusto. Tomando su característica habilidad de absorber y comer todo lo que pilla por delante, el héroe acabo comiéndose la hortaliza, que resultó ser un tomate mágico del malvado hechicero Yin-Yarn. Como castigo ante tal afrenta gastronómica, decide enviar al héroe a Patch Land (el mundo de los remiendos) a través de un calcetín mágico que tiene colgado a su cuello. Una vez allí Kirby se encuentra con un chico en apuros que resulta ser el Príncipe Fluff. Al intentar usar su clásica habilidad de absorber a los enemigos para salvar al joven, se da cuenta de que en ese mundo ha perdido sus habilidades anteriores, pero gracias al tomate mágico y a su reciente cuerpo de hilo ha conseguido muchas otras que le permiten incluso cambiar de forma. Más tarde el Príncipe Fluff informa a Kirby de que el malvado hechicero ha dividido el mundo en varias piezas de tela y el siempre colaborador héroe de Nintendo se ofrece a ayudar a su amigo a conseguir unir los siete diferentes trozos del mundo dividido.
Este es el principal argumento de Kirby, fácil, sin demasiadas complejidades, y con una narrativa similar a la de los típicos cuentos infantiles. Si bien es cierto que parece que el principal público del título de Nintendo son los más pequeños, os aseguramos que hasta los más veteranos disfrutarán con lo que nos ofrece el nuevo universo de Kirby.
Vistoso y sencillo
Como decíamos, en este nuevo capítulo del héroe rosa, Kirby estará inmerso dentro del mundo de las telas o los remiendos. Sin embargo éste no es el único cambio que nos encontraremos, ya que la jugabilidad también se ha modificado adaptándose al nuevo entorno de una manera excelente
En primer lugar utilizaremos el mando de la consola en posición horizontal a modo de pad. Dejando de un lado la anterior habilidad de Kirby, en este caso aprovechando su nueva forma, su principal ataque es utilizar su cuerpo de hilo para crear un látigo que enrosque a los enemigos convirtiéndolos en una bola de lana para lanzar. Además este látigo de lana nos servirá para interactuar con el entorno de una manera fabulosa. Por ejemplo, en algunas partes del mundo podremos encontrar cremalleras o botones, y gracias a la nueva habilidad de Kirby engancharnos a dichos objetos e interactuar con el escenario de una forma muy interesante. En el caso de las cremalleras, por nombrar alguno, cuando enganchamos el cierre y nos movemos para abrirla, un trozo del mundo a modo de tela se caerá y nos mostrará partes ocultas. Por otra parte, la interacción con el entorno no sólo tendrá el objetivo de hallar tesoros ocultos sino que en ocasiones tendremos que "arrugar" el fondo para poder acceder a una plataforma que nos permita avanzar en la fase. Es decir que la interacción con el mundo a través de las diferentes telas es vital para el desarrollo del juego y potencia aún más el fabuloso trabajo de diseño del universo.
La evolución del juego es completamente lineal y deberemos ir pasando las diferentes fases para abrir otras nuevas así como el acceso a los siguientes mundos. Dentro de cada una éstas pantallas deberemos recoger una serie de diamantes que nos servirán, tanto para determinar el resultado que conseguiremos (bronce, plata u oro), así como para comprar una serie de objetos que nos servirán para otro minijuego adicional. Estos diamantes saltarán por los aires cuando recibamos daño, aunque podremos recuperar la mayoría de ellos antes de que desaparezcan. Además si conseguimos buenas puntuaciones en las diferentes fases de cada mundo, se nos abrirán algunas pantallas extras que nos servirán para exprimir el 100% del título.
En el universo de Kirby’s Epic Yarn cada fase es algo nuevo, los mundos son completamente heterogéneos y nos hacen gesticular una pequeña sonrisa o una exclamación de asombro. Plantas, desiertos, enemigos, todo creado siguiendo una gama de colores excelente y una originalidad descarada.
Si bien el juego se plantea excesivamente sencillo, demasiado en líneas generales, se incluyen en cada fase otros tres tesoros adicionales que también utilizaremos en el minijuego mencionado, y que añaden un reto algo más complicado, aunque no será suficiente para los jugadores más experimentados.
La otra característica clave en cuanto a la jugabilidad son las transformaciones de Kirby. Tendremos una serie de transformaciones básicas que podremos realizar en cualquier momento, como son cambiar de forma a un coche para movernos más rápido, a un paracaídas para caer más lento y una pesa para aplastar a los enemigos. Sin embargo, al final de casi todas las fases, el héroe cambiará de forma a otros vehículos más ostentosos y la jugabilidad cambiará por completo en el resto de la fase. Así por ejemplo nos convertiremos en un camión de bomberos y utilizaremos nuestra manguera para apagar fuegos, en un todoterreno para ganar una carrera o en una maquina que dispara misiles. Estos cambios en la forma continúan ofreciendo un diseño genial y aportan variedad a la experiencia del juego.
Además podemos disfrutar del juego con un amigo, ya que cada pantalla nos permitirá jugar en solitario o con otro jugador sin necesidad de empezar una nueva partida. La experiencia con dos jugadores gana en diversión y posibilidades ya que tanto Kirby como el Principe Fluff podrán interactuar entre ellos y sus formas como utilizar su látigo para enroscar al otro y utilizarlo como arma contra los enemigos, o mientras Kirby se transforma en un coche el otro puedo ir montado encima. Además en las áreas finales de cada fase cuando realizamos las transformaciones en los vehículos especiales antes mencionados, cada uno de los jugadores manejará una parte del aparato, así por ejemplo mientras uno conduce el camión de bomberos el otro utilizará la manguera. Así pues la experiencia con dos jugadores enriquece aún más la diversión del juego, aunque en algunas ocasiones termine por hacerla aún más fácil.
Minijuegos de decoración
Dentro de los diferentes universos dentro del mundo de la tela, en cualquier momento podremos visitar el universo inicial donde encontraremos el tutorial, la sala de trofeos, un par de tiendas y un par de minijuegos bastante facilones
El primero de los minijuegos se basa en el diseño de la propia habitación de Kirby con los objetos ocultos que se encuentran en cada una de las fases o bien con los propios que podemos comprar en las tiendas. El diseño queda completamente en nuestras manos, donde deberemos dejar volar nuestra imaginación y crear un bonito habitáculo relajante para nuestro amigo rosado. Una vez hemos decorado nuestro pisito, podremos hacer una foto de Kirby en su cuarto y compartirla en internet o si lo preferimos sólo guardarlas en nuestro álbum personal. La variedad de objetos es grande y kirby podrá sentarse o subirse algunos objetos para hacer una foto completamente adorable.
Siguiendo este mismo concepto, el otro minijuego propuesto tiene relacion con éste. Además de nuestro cuarto podremos comprar otra serie de habitaciones vacías donde veremos la silueta de unos objetos. Deberemos pues encontrar los diferentes objetos en las fases y colocarlos en las siluetas correspondientes. Para ayudarnos se nos proporciona una foto donde podremos identificar dichos objetos más fácilmente. Tras colocar la diferente decoración según lo indican, un pequeño personaje pasará a vivir en dicha habitación y nos proporcionará la posibilidad de jugar otros modos de juego donde tendremos un tiempo límite y una dificultad algo mayor. Éstos retos supondrán más horas de juego y una forma de jugar donde la rapidez y la percepción son vitales.
Espectacular puesta en escena
Este título fue programado para realizarse para Gamecube pero con el paso del tiempo y la cancelación del mismo, la idea de este proyecto se portó a la consola WII de Nintendo. Si bien no sabemos si el diseño que pretendían crear era el mismo que han terminado realizando en WII, hemos de decir que el resultado de tan larga espera y especulación supone una delicia artística y creativa. El acabado del juego supone una marca característica y eleva al juego a la categoría de obra artística.
Los escenarios por su parte están bien diferenciados, y aunque un juego de plataformas es un juego de plataformas y poco hay que explicar sobre el desarrollo del mismo, las diferentes situaciones que encontraremos son muy exclusivas, encontrando en cada una de estas fases algo que nos hará parar al personaje sólo para observar mejor el gran diseño artístico que ofrece. Mención aparte reciben los jefes finales de cada fase, donde sólo podemos cerrar la boca y dejar de admirar el sensacional diseño y la gran expresividad que aportan a pesar de ser un conjunto de telas hilos y botones.
Junto con los pequeños sonidos tan adorables que profiere la bolita rosa tendremos una banda sonora que encaja perfectamente dentro del juego y que nos hará revivir la magia y el encanto de los cuentos de una manera única. Tomoya Tomita, Jun Ishikawa y Hirokazu Ando (éstos últimos ya realizaron trabajos musicales en otros títulos de Kirby) se han encargado de este aspecto del juego que han sabido adaptar perfectamente al tipo de juego que nos querían presentar, realizando unos cambios de melodías perfectas que encajan con la atmósfera de cada fase pero preservando ese toque mágico de los cuentos infantiles.
Gran diseño pero demasiado sencillo
Una vez pruebas Kirby’s Epic Yarn queda patente que el trabajo de diseño del juego es uno de los más atractivos y originales vistos en los últimos años. Siempre es complicado realizar un lavado de cara a títulos tan emblemáticos como Super Mario, Donkey Kong o Kirby, pero debemos afirmar que Nintendo ha sabido realizar un muy buen trabajo.
La jugabilidad es acertada y muy divertida, los diferentes mundos nos ofrecen variedad de situaciones donde siempre descubrimos algo nuevo, los diferentes objetos ocultos nos incitan a volver a jugar las diferentes fases para descubrirlos todos y en conclusión conseguir terminar el 100% del título y la posibilidad de jugar en modo cooperativo aumenta aún más la diversión
Sin embargo el principal problema que le encontramos al título es su dificultad. El juego es extremadamente sencillo. Podremos comenzar a jugar y acabar dos mundos completos consiguiendo todos los objetos ocultos y la máxima puntuación en todas las pantallas sin apenas despeinarnos. Aunque se nota una curva de evolución a partir del tercero o cuarto mundo, no es muy pronunciada y seguiremos acabando las pantallas sin apenas complicaciones o quebraderos de cabeza. Debido quizás a que la orientación del juego está más enfocada a un público objetivo más infantil, este aspecto ha sido tratado como corresponde y no supondrá mayores retos para un jugador experimentado.
Debido quizás a esta excesiva facilidad el juego se queda a las puertas del sobresaliente, aunque queda patente que es una de las mejores y más originales apuestas en los juegos de plataformas de la consola de Nintendo.