Análisis de House of the Dead Overkill (Wii)

Los juegos de pistolas han estado presentes en el mundo de los videojuegos desde hace muchísimos años. Aunque ha habido algún título que salióde forma exclusiva para consola, la mayoría se desarrollaban para arcades y más tarde se llevaban a las consolas de sobremesa, generalmente acompañados del periférico correspondiente. Una de las sagas que nacieron en las máquinas recreativas y que posteriormente llegaron a nuestras consolas fue House of the Dead, un juego en el que controlábamos a unos agentes del gobierno que debían detener un ataque de zombis. La franquicia tuvo una buena acogida, hasta el punto que salieron tres entregas en máquinas recreativas, las cuales acabaron saliendo en Dreamcast, Xbox y Wii (en este caso, se trataba de un recopilatorio de las dos últimas entregas).

Con la llegada de Wii y la posibilidad de usar el puntero del mando, parece que se ha revitalizado el género de los juegos de pistola, especialmente por que se ha eliminado la necesidad de adquirir periféricos extra. Han sido varios los juegos de este género que han llegado, como Resident Evil: Umbrella Chronicles o House of the Dead 2 and 3 Return, y a esta lista se añade un nuevo miembro: House of the Dead: Overkill. En esta ocasión nos encontramos con un juego de la franquicia que presenta unas cuantas novedades. La primera y más evidente es que este juego ha sido concebido directamente para consola, es decir, no ha pasado por las máquinas recreativas. Por otra parte el juego cuenta con una estética que se aleja de lo visto hasta ahora en la saga, inspirándose en las películas de serie B de zombis.

Vive tu propia película

Sin duda este nuevo estilo ha sido un gran acierto y le da una gran personalidad. La historia, narrada a través de secuencias cinemáticas que nos recuerdan a las películas malas, nos cuenta como dos policías, el agente Washington y el Agente G tienen que enfrentarse al malvado Papa Ceasar un hombre que parece estar tramando algo en su mansión. Al llegar descubrirá que parece estar experimentando con humanos para convertirlos en zombis.

Así, armándose de valor deberán avanzar por la casa para pararle los pies. Pero cuando se encuentren con él, Papa Ceasar logrará escapar y deberán perseguirle. Pero no serán los únicos que quieras acabar con el retorcido hombre, ya que la Varla Guns, la misteriosa bailarina de striptease, también tendrá cuentas pendientes con él.

Como vemos, la historia será bastante típica y simple, aunque está contada con mucha gracia, especialmente por los diálogos. Eso sí, debemos advertir que aunque el juego no es excesivamente violento, si contiene lenguaje malsonante de forma habitual, hasta el punto de que puede llegar a resultar desagradable, lo que hace que esté dirigido a un público adulto. De cualquier modo, y a pesar de que el argumento sea bastante predecible, nos hará soltar más de una carcajada por las situaciones tan bizarras con las que nos encontraremos.

La mecánica del juego es sencilla, presentando una fórmula bastante clásica. Nos moveremos por los niveles automáticamente bajo una vista en primera persona que nos permitirá desplazar ligeramente la cámara hacia ambos lados de la pantalla. Armados con distintas armas que iremos comprando y mejorando según encontremos dinero deberemos eliminar a todos los enemigos del nivel, debiendo enfrentarnos a un enemigo final al terminar cada uno de ellos. En el juego no podremos protegernos ni atacar cuerpo a cuerpo, pero si podremos entrar en una especie de tiempo bala disparando sobre unos ítems verdes. En general, el ritmo de juego es bastante más alto que en otros del género, no dándonos ni un segundo de respiro. Por otra parte el juego se centrará en disparar, eliminando la estrategia, ya que nunca se acabarán las balas de ninguna de nuestras armas.

Juego clásico

House of the Dead: Overkill ha querido mantener ese estilo clásico de los otros títulos de la saga, pero creemos que se podrían haber incluido ciertas mecánicas presentes en otros juegos del género que mejoraran la experiencia. Echamos de menos sobre todo la posibilidad de quitarnos de encima a un zombi que nos esté golpeando (ya que si nos ataca cuando se nos han acabado las balas, recibiremos varios golpes mientras recargamos, sin que podamos hacer nada en ese tiempo) y la existencia de caminos alternativos. Respecto a esto último, es cierto que al terminarnos la primera vez el juego abriremos el modo del director, que nos llevará a las mismas fases pero con nuevos contenidos, como un comienzo alternativo del primer nivel que aportará varios minutos de juegos, pero se echa en falta poder elegir caminos que aumentasen aún más la rejugabilidad del título.

Además del modo principal, que podremos jugar solos o en compañía de un amigo y elegir la cantidad de zombis que queremos, tendremos tres minijuegos para hasta cuatro jugadores. En el primer minijuego deberemos sobrevivir a distintas oleadas de zombis durante un tiempo determinado, en el segundo se nos pedirá proteger a los civiles que aparezcan y en el último se pondrá a prueba nuestra puntería en una caseta de feria. Estos minijuegos son una buena forma de aportar variedad, además de permitirnos invitar a otros tres amigos a acompañarnos en el juego.

Para alargar la duración del juego tendremos contenido desbloqueable según como juguemos. Así, podremos conseguir ilustraciones o modelos de personajes si conseguimos un determinado número de tiros en la cabeza o consiguiendo cerebros dorados. Sin duda esto nos dará nuevos incentivos para rejugar una y otra vez a los niveles para conseguirlo todo. Algo que echamos de menos es que aunque el juego nos permite mejorar nuestra puntuación ofreciéndonos un ranking, este no manda datos online, algo que hubiera favorecido la competición entre los jugadores.

Apartado técnico

Visualmente el juego tiene personalidad propia, pues han querido llevar la estética cutre a todos sus aspectos, desde el diseño de los personajes al de los menús. En el apartado gráfico el juego se encuentra bastante cuidado, con una gran cantidad de efectos aplicados y unos efectos de post procesado que hacen que el juego se vea como una película antigua. Lamentablemente, y aunque durante la partida los modelos de los personajes se ven bastante bien, en las secuencias de videos estos se muestran insuficientes. Y es que su escasa carga poligonal así como las animaciones algo pobres hacen que los videos no luzcan tan bien como debería. Esto es algo especialmente importante teniendo en cuenta lo cinematográfico que es el juego, y creemos que se debería haber cuidado más este aspecto.

Por otra parte, los escenarios tienen bastante detalle y muy buenas texturas, aunque lo cierto es que son bastante estáticos, y apenas hay elementos con los que interactuar. Según avanzamos por los niveles nos encontramos con pequeños tirones, fruto de la carga del juego que, aunque en la mayoría de los casos no llegan a ser molestos, sí pueden afectar a la jugabilidad en caso de que el lector de nuestra consola esté algo sucio, produciendo parones de uno o dos segundos.

También hemos de comentar que durante nuestras partidas nos encontramos con un fallo de programación bastante grave que nos obligó a reiniciar nuestra consola, ya que no se cargaban los enemigos del nivel y no bastaba con repetir la pantalla. Es cierto que este fallo fue algo aislado, pero creemos que es un fallo muy grave que debería haberse detectado.

El apartado sonoro también tiene una gran personalidad, con canciones bastante adecuadas al estilo de juego y a su ambientación. Por otra parte el doblaje, en inglés, es bastante bueno, con unas voces muy adecuadas a la personalidad de cada uno de los personajes. Mención especial merece el narrador, que parece haber sido cogido directamente de las películas de serie B.

Diversión sin complicaciones

House of the Dead: Overkill es un juego que ha sabido continuar la saga dándole una personalidad propia y haciéndole destacar frente a otros competidores del género. Quizás sea demasiado clásico y se echen en falta ciertos elementos pero lo cierto es que la fórmula funciona, y permite centrarse solamente en los disparos, sin tener que estar pendientes de cuantas balas nos quedan o por donde vamos. Técnicamente está bastante trabajado, aunque se echa de menos un poco más de cuidado en las escenas cinemáticas o que los escenarios sean más dinámicos.

Conclusiones

Pero sin duda donde destaca es por su estilo, que le queda como anillo al dedo, haciendo que estemos deseando pasar de pantalla para ver como sigue la historia, aunque sólo sea por lo surrealista que puede llegar a ser. Puede que en ciertos aspectos sea algo simple, pero sin duda compensa por la diversión que proporciona, obligándonos simplemente a usar nuestras armas sin pensar en nada más. Quizás pueda resultar algo corto, sobre todo si lo comparamos con Resident Evil: Umbrella Chronicles, pero lo cierto es que es bastante más largo que la mayoría de los juegos del género, llevándonos unas tres horas pasarnos el modo principal, tiempo que aumentará si queremos superar también la versión del director, por lo que su duración no será problema, sobre todo si tratamos de desbloquearlo todo. En conclusión, House of the Dead: OVerkill es un juego muy interesante que ofrece acción directa y sin complicaciones, todo ello envuelto en una estética muy acertada y que ningún amante del género debería perderse.