Análisis de Conduit 2 (Wii)
En verano de 2009 llegó a Wii el esperado The Conduit, un juego que venía a llenar parte del vacío del catálogo de la consola de Nintendo en el terreno de la acción en primera persona, y del juego en línea de ese género. Se esperaba de él mucho y no cumplió con las exageradas expectativas que había en torno a él, pero el juego resultaba divertido e interesante, sobre todo en un catálogo con no demasiadas alternativas, frente al saturado mercado en este género de las otras consolas domésticas actuales.
Su segunda parte se ha hecho esperar, pero cumple con algo que no se alcanzó en la primera parte: la integración de la tecnología del Wii Motion Plus, que aporta mayor precisión en la detección de movimientos. Lo importante es que refuerza algunos de los aspectos positivos más destacados de la primera parte, y vuelve a convertirse en una interesante propuesta dentro del catálogo de la consola.
Su historia viene a seguir directamente el desenlace del primero, pero eso no es un problema para quienes entren en Conduit 2 sin haber jugado con el primero, ya que hay una buena labor de contextualización que logra ponernos en situación. Así, la acción vuelve a ofrecernos una buena dosis de acción en un modo historia que nos dará unas seis horas de juego mientras asistimos a la lucha entre Michael Ford, el protagonista, y John Adams, que sigue con sus maléficos planes. No es que la historia o el guión tengan mucha chicha, esa es la verdad, pero hace suficiente como para motivarnos para seguir matando a todo enemigo que se cruce por nuestro camino, lo que incluye, por supuesto, una ingente cantidad de entes alienígenas. Hay un par de giros interesantes en la trama, pero se ven venir de lejos, y al final todo se basa en la relación protagonista-antagonista clásica.
Lo que sí agradecerán los jugadores es que el título esconde dosis de humor con referentes externos de origen pop, pero también otros internos o vinculados directamente al proceso de creación del propio juego. Esto se combina con la continuista trama de conspiraciones gubernamentales, pero es una buena muestra de que nada está pensado para ser tomado demasiado en serio. Todo es ligero en cuanto a la historia, sin grandes dramas. El final quizás sea lo más polémico del juego, pero eso es algo que tendrán que discutir los aficionados tras haber visto los créditos.
Algo en lo que se ha trabajado mucho en Conduit 2 es el apartado artístico, quizás lo menos convincente del primer juego. Y es que si técnicamente sentaba un buen referente en Wii, los niveles y los enemigos eran muy poco inspirados. Ahora los entornos son variados, atractivos, y se perciben diseñados con gusto. La verdad es que cada nivel es completamente diferente del anterior, y esa variación se nota, porque se mantiene siempre el estándar de calidad e incluso diríamos que mejora en niveles avanzados. Además, los diseños de los enemigos también ha dado un paso adelante en general, aunque falta algo de variedad en la plantilla de tipos molestos.
El apartado sonoro, a diferencia del visual, no resulta tan inspirado, con una banda sonora un tanto siesa en muchas ocasiones y un doblaje que en ocasiones se percibe sobreactuado. Las voces están en inglés, pero contamos con subtítulos que nos van traduciendo los diálogos.
Los jefes finales, eso sí, resultan muy interesantes, aportando un toque de variedad al desarrollo que le sienta muy bien al juego, pues la estructura en sí resulta algo repetitiva, y aunque el trabajo artístico es destacable, el diseño de niveles resulta competente, pero no brillante. El ritmo de juego es bueno, pero le falta algo de chispa para situarlo claramente en una posición más preeminente en el género, aunque no nos engañemos: la inmensa mayoría de los juegos de acción en primera persona pecan en este terreno, y tan solo unos pocos escogidos consiguen hacer algo que sea interesante.
En lo que sí destaca claramente es en el control. El de la primera parte ya era muy relevante, y en esta segunda entrega nos encontramos con un dominio sobre la acción que incluso más allá, contando también con amplias opciones de configuración de manera que todos los jugadores puedan sentirse cómodos con el mando. Es importante, porque la mayoría de juegos en consola omiten cosas esenciales en PC (donde, sin duda, el género es el rey todavía hoy) como escoger la velocidad del giro sobre nuestro propio eje. Conduit 2 permite personalizar todos los campos necesarios para conseguir un dominio absoluto sobre el personaje, así que si algo no nos gusta y estamos dispuestos a dedicarle tiempo a la configuración estamos seguros de que todo el mundo quedará satisfecho.
Además, en el hipotético caso de que no lleguemos a hacernos con el sistema de control base, que apuesta por mando remoto y nunchuk, el juego nos permite emplear el mando clásico de la consola, es decir, la configuración tradicional de doble palanca analógica, cuatro botones frontales, y los gatillos. Se pierde precisión y agilidad, sin duda, pero si tenemos pavor al mando remoto de Wii es una opción que es tan competente como jugar a títulos de este género con los mandos de Xbox 360 o PS3.
El modo multijugador es relevante, no en la medida en que logre aportar algo nuevo al ecosistema del género o la consola, sino porque funciona bien, y en el mundo del online en Wii eso ya es noticia, por desgracia. Resulta divertido y variado gracias a la docena de modos de juego diferentes que incluye, y está también bien surtido con bastantes escenarios, de diferentes tamaños y ambientaciones. Quizás se habría agradecido la presencia de más niveles, pero está en la media de lo que ofrecen los títulos de este tipo en la actualidad. Las partidas en línea admiten hasta doce jugadores, y funcionan bien, sin olvidarse de la posibilidad de jugar a pantalla partida en casa.
El multijugador incluye también funciones de gestión de las partidas básicas, pero suficientes. De este modo, es posible configurar partidas privadas en las que manejamos a nuestro gusto varios parámetros y luego invitamos a nuestros colegas para echarnos las partidas en red. En este modo, sin embargo, se percibe cierta pérdida de estabilidad en la tasa de imágenes por segundo, algo que también pasa ocasionalmente en el modo para un jugador. Debemos señalar que, como ya ocurrió en el primero, este Conduit 2 incluye chat de voz en línea, aunque ya no se promociona junto al -por otro lado- desaparecido WiiSpeak, sino que se recomienda el uso de un headset de Headbanger.
La cuestión es que, al fin y al cabo, la opción está disponible, pero el paso de no publicitar el WiiSpeak habla muy claramente de la situación de estas funciones en la consola de Nintendo y cómo la apuesta por el mundo en línea se ha ido diluyendo, si es que en algún momento llegó a cuajar realmente. Esto es importante, porque al fin y al cabo se trata de un género que ha ido dando cada vez más importancia al factor en línea y, dentro del mismo, la comunicación es muy importante para mantener el dinamismo y la agilidad de las partidas. Esto, claro, es más difícil en Wii, pero habla bien, precisamente, del esfuerzo que siguen haciendo estos desarrolladores por sacarle el jugo y ofrecer opciones que otras compañías simplemente no contemplan.
Además, tanto en el modo multijugador como en el modo historia vamos sumando dinero que luego podemos invertir en personalizar a nuestro personaje, algo que afecta tanto a nivel visual como en diferentes mejoras y poderes adicionales en forma de más armas, resistencia a ataques específicos, mejoras en las armas que ya tengamos, etc. Lo bueno del sistema de dinero es que nos permite ir acumulándolo tanto si nos centramos en un modo de juego como en otro, de manera que las mejoras no se restringen a un tipo de jugador y no nos hacen pasar por experiencias de juego que quizás no nos interesen demasiado.
Conclusiones
Conduit 2 es un buen juego de acción que viene a llenar un hueco que sigue siendo importante en el catálogo de Wii, y lo hace con un control de lujo y una buena jugabilidad. Le falta ese punto de calidad adicional que lo situaría entre los que acaban siendo referentes en su campo, pero está claro que gracias a su multijugador y a su modo para un jugador puede dar una buena cantidad de diversión, aunque al final resulta un tanto repetitivo en el modo historia. Claro que la comunidad de jugadores en línea en Wii no es muy amplia, por razones obvias, y eso puede jugar en su contra o a favor, al producir mayor concentración de usuarios en este título.