Análisis de 530 Eco Shooter WiiW (Wii)
Wii no es precisamente una consola en la que falten los juegos de pistola, tanto en su catálogo físico como en WiiWare. 530 Eco Shooter viene a ampliar la lista de títulos de este género, con el sello de Intelligent Systems (Fire Emblem, Advance Wars….) y dirección de Kensuke Tenabe, que en los últimos años ha sido el supervisor de Nintendo en Retro Studios para la saga Metroid Prime.
Pero este juego es muy diferente a las aventuras de Samus Aran. Nos sirve para disfrutar de un juego de disparos diferente, original, y con mucha agilidad, lo que no es poco, pero desde luego no está ni de lejos cerca de la profundidad que se encuentra en títulos como Dead Space: Extraction, House of the Dead: Overkill, o los dos Resident Evil desarrollados expresamente para Wii, por citar algunos de los más destacados en su campo.
Se sitúa más bien, en la línea de Link's Crossbow Training.
En esta ocasión, los peligroso enemigos son latas de todo tipo (conserva, refresco…) que están siendo controladas por una malvada raza de alienígenas para darles vida, y, suponemos, conquistar el planeta o algo así. Realmente el juego propone una historia muy ligera, casi ausente por completo, y tres fases diferente, que sirven para disparar a todo lo que se mueva y quedarse -o no- con el mensaje ecológico que se esconde tras su historia.
Nuestra misión es fundir las latas a disparos, pero luego recoger las bolas de energía que dejan, absorbiéndolas con una suerte de aspirador. Esto es importante, porque la munición y la energía son, en esencia, un todo, que se rellena absorbiendo esa energía que dejan las latas al ser destruidas. Apuntamos usando la función de puntero del mando remoto, y disparamos con el botón B del mismo; las bolas de energía las absorbemos pulsando el botón Z del nunchuk (que puede funcionar en disposición del Wii Zapper sin mayor problema).
La capacidad de absorber bolas de energía es limitada: sólo puede succionar unos segundos, y necesita recuperarse, por lo que hay que ir compensando la destrucción y la absorción. Éste es el punto jugable más destacable, pues se trata de encontrar un equilibrio entre los disparos, la absorción de energía, y el peligro potencial de los enemigos; si nos quedamos sin munición nos quedamos sin vida; si gastamos munición, gastamos vida.
Eso hace que las batallas contra los jefes finales sean especialmente complejas si uno se despista… aunque en la práctica el nivel de dificultad es bastante bajo. Es más una cuestión de paciencia y de no obcecarse y dejar el gatillo suelto que otra cosa, lo que no deja de ser un planteamiento diferente al de otros compañeros de género. Además, los jefes finales tienen muy claramente identificado su punto débil, y en ocasiones lo que más se complica es el movimiento de la cámara, un tanto inquieta. y que muchas veces nos perjudica más que beneficia.
Visualmente, el juego resulta muy simplista, tanto por el uso de latas, que aunque original no da mucho juego, como por la gama de colores, extrañamente limitada. El estilo es simpático, y está claro que resulta muy desenfadado, pero podría haberse trabajado algo más en ofrecer un resultado global de mayor calidad. Resulta interesante ver cómo en ocasiones los montones de latas están escondidos por el escenario, y en otras ocasiones simplemente son del mismo color y cuesta un poco verlas, por muy grande que sea el televisor. La música, por su parte, tiene ritmo, pero es poco variada.
Esa poca variedad general es especialmente criticable dado que sólo hay tres fases por jugar, por lo que se podría haber puesto un poco más de ganas a la hora de componer entornos realmente diferenciados. No son fases clónicas, claro, pero le falta ese punto de chispa al trabajo artística que le habría hecho ganar muchos enteros en este terreno.
El paquete de contenidos es sorprendentemente limitado incluso para un juego descargable, aunque hay que tener en cuenta que esconde un modo de juego adicional que, sin embargo, lo que nos propone es superar los tres niveles del juego como si fueran una única fase, todo del tirón. Escaso incluso los extras, por tanto.
Conclusiones
Aunque 530 Eco Shooter es una propuesta curiosa, ofrece poco más que eso. Como juego descargable de pistola es, sin duda alguna, superior a los bodrios que hay disponibles en este terreno en WiiWare, pero no resiste comparación con los juegos en disco, tanto en propuestas de acción directa muy arcade, como en otros con más peso en la historia. Si estamos buscando un juego desenfadado, ágil, de disparos y no nos apetece pasar por caja para títulos mucho más largos, en disco, hay que reconocer que éste es una opción interesante, por el limitado precio de los juegos de distribución digital.