Análisis The Dark Crystal Age of Resistance - Tactics, la desafinada canción de Thra (Switch, Xbox One, PS4, PC)
En 1982 Jim Henson y Frank Oz sorprendieron al mundo entero con Cristal Oscuro (The Dark Crystal), una película protagonizada únicamente por marionetas que nos llevaba al oscuro y extraño mundo de Thra, un universo fascinante y repleto de posibilidades que servía de telón de fondo para narrarnos una historia entrañable y que escondía un gran mensaje. La cinta no tardó en convertirse en un film de culto que muchos de los que ya rondamos la treintena recordamos con gran cariño, motivo por el que recibimos con gran alegría la noticia de que, más de 35 años después, la saga continuaría con una precuela en forma de serie de televisión producida por Netflix.
Cristal Oscuro: La era de la resistencia fue, sin lugar a dudas, uno de los estrenos de más calidad del año pasado y uno de los mayores regalos que nos ha dado nunca este servicio de streaming. A lo largo de sus diez episodios, sus guionistas han sido capaces de ampliar este mundo de una forma inimaginable, dándole una riqueza, profundidad, complejidad y coherencia como pocas veces hemos visto en la pequeña pantalla, sin olvidarse de poblarlo de personajes carismáticos y exquisitamente escritos. La historia tampoco se queda atrás, tratando temas muy maduros y de gran dureza con mucho gusto y sin cortarse ni un pelo, dejándonos claro que, a pesar de ser una serie protagonizada por marionetas y que puede disfrutar toda la familia, está orientada principalmente a un público adulto.
Si a todo esto le sumamos un despliegue técnico de primer nivel, una fotografía capaz de dejarnos planos con una belleza cautivadora, un montaje realmente bueno y una dirección sobresaliente, nos queda una serie imprescindible para los fans de la fantasía y la ciencia ficción que no tiene nada que envidiar a otras más populares y conocidas. Si todavía no le habéis dado una oportunidad y estáis suscritos a Netflix, os recomendamos que no os la perdáis, ya que estamos seguros de que os sorprenderá, hayáis visto el film original o no.
Para sorpresa de propios y extraños, la productora anunció de forma inesperada que el show tendría su propio videojuego con The Dark Crystal: Age of Resistance - Tactics, título que ya está disponible en las tiendas digitales de Nintendo Switch, Xbox One, PlayStation 4 y PC, y que hoy nos disponemos a analizar, aunque ya os vamos avisando que se ha quedado muy lejos de hacer justicia a este maravilloso universo.
Contra la tiranía de los skeksis
Como su propio nombre indica, nos encontramos ante un juego de rol y estrategia por turnos al más puro estilo Final Fantasy Tactics, obra en la que se inspira sin disimularlo lo más mínimo. Así pues, deberemos mover a nuestras unidades por unos mapas a modo de tablero de ajedrez para posicionarlos en lugares que nos den ventaja estratégica y nos permitan eliminar a nuestros rivales con garantías.
En vez de contarnos una nueva historia que pudiese ampliar el mundo de Thra y nos permitiese conocer más sobre él, en BonusXP han decidido volver a narrarnos los hechos que han tenido lugar durante la primera temporada de la serie, aunque la narrativa es torpe y muy confusa, haciendo que sea muy difícil de seguir para quienes no conocen este cuento. De hecho, ni siquiera se han molestado en ofrecer un mínimo de desarrollo de personajes que nos haga sentir que esos héroes y villanos que vemos en pantalla son realmente los mismos a los que tanto cariño (u odio) tenemos, más allá de su apariencia física.
Siendo un producto licenciado se podría haber apostado por incluir secuencias extraídas directamente de la serie que nos ayudasen a adentrarnos en su historia y nos diesen un mejor contexto de lo que está pasando, pero lo que realmente nos encontraremos son unos pobres y escuetos diálogos en cajas de texto con ilustraciones estáticas y sin doblaje de ningún tipo, un auténtico desperdicio si tenemos en cuenta el soberbio reparto que tiene el show en versión original, con actores de la talla de Mark Hamill, Simon Pegg, Alicia Vikander, Mark Strong, Sigourney Weaver, Lena Headey o Toby Jones, entre otros.
Quizá penséis que este no es un detalle demasiado importante, pero por culpa de su narrativa y puesta en escena se ha perdido toda la magia que desprende este universo, por lo que nos damos de bruces con un título que es incapaz de sumergirnos en Thra y de replicar las mismas sensaciones que tuvimos viendo la obra en la que se basa.
De este modo, el único aliciente que nos queda como fans es el de controlar a nuestros personajes favoritos y librar grandes batallas junto a ellos mientras unimos a los clanes gelflings para hacer frente a la tiranía de los skeksis, algo que nos podría haber servido si realmente hubiese destacado en lo jugable. Por desgracia, tampoco es el caso.
"Es difícil reconocer la luz cuando has pasado toda tu vida en la oscuridad"
Así pues, deberemos superar un buen puñado de misiones en las que nos tocará hacer frente a diversos enemigos mientras intentamos cumplir el objetivo que nos indiquen. Por lo general, todo consiste en limpiar la pantalla de rivales, aunque también nos encontraremos combates consistentes en abrir celdas, huir a una determinada casilla e incluso derrotar a poderosos jefes finales, sin olvidarse de añadir condiciones de derrota como evitar que una unidad en concreto caiga derrotada.
Es probablemente aquí donde nos encontramos uno de los puntos más positivos del juego, ya que la desarrolladora ha procurado diseñar enfrentamientos que sean muy variados y diferentes entre sí, con mapas repletos de obstáculos y trampas únicas que pueden ser utilizados en nuestro favor. De hecho, las luchas contra los jefes son más parecidas a un puzle que a otra cosa, ya que deberemos encontrar la manera de hacerles auténtico daño, suponiendo, sin duda, los momentos más estimulantes y satisfactorios de toda la aventura. Es más, muchas de las estrategias que tendremos que seguir contra ellos son exactamente las mismas que usaron los personajes en la serie, dándole un puntillo de fidelidad con el material original que nos ha gustado mucho.
Sin embargo, esto no consigue ocultar muchos de los problemas que sufre en lo jugable, como lo limitados que están nuestros personajes a nivel táctico. Si bien existe un sistema de clases muy interesante y con cierto grado de profundidad que nos permite desbloquear habilidades avanzadas y personalizar a nuestras unidades según nuestros gustos y preferencias, al final solo podremos equipar a cada personaje con tres de ellas. El problema es que casi no hay sinergias entre estas técnicas, impidiendo que desarrollemos grandes combos y favoreciendo que escojamos siempre los golpes y hechizos más poderosos que tengamos. Al final, las batallas resultan extremadamente planas y siempre tendremos la sensación de estar repitiendo las mismas tácticas una y otra vez, con configuraciones de equipo muy similares.
De hecho, os aseguramos que no querréis cambiar demasiado a vuestro grupo principal, ya que quienes no participen en la misión no recibirán experiencia. ¿Esto qué quiere decir? Que si modificáis constantemente a los integrantes del equipo os quedaréis muy por debajo del nivel recomendado en las batallas de historia, obligándoos a repetir una y otra vez las mismas peleas opcionales para subir de nivel. Y esto, en un juego con 14 personajes en el que solo podemos mandar a luchar a una media de cuatro personajes por misión, es algo que se hace extremadamente tedioso.
Quizá esta cifra os haya llamado la atención por lo baja que es, lo que nos lleva al siguiente punto: la escala de los enfrentamientos. Olvidaos de mapas gigantescos en los que hay auténticos ejércitos combatiendo entre sí, ya que aquí todo se desarrolla en unos escenarios diminutos y en los que apenas tenemos margen de maniobra, así que el número de rivales suele ser muy similar al nuestro.
En realidad, los combates deberían ser muy rápidos y directos, pues son muy sencillos y tampoco tenemos demasiadas herramientas como para que debamos pensar mucho nuestro siguiente movimiento, aunque se hacen más largos de lo que deberían por culpa de una puesta en escena y unos controles tediosos y engorrosos. Lo primero ya os lo podéis imaginar: animaciones lentas y aburridas de ver incluso aunque las aceleremos, mientras que lo segundo responde a una interfaz que busca convertirse en nuestra mayor némesis.
En un género como este, que los controles y menús respondan de forma rápida y eficiente, y que sean claros e intuitivos, es algo fundamental, pero The Dark Crystal: Age of Resistance - Tactics hace justo lo contrario, obligándonos a pasar por montones de pasos adicionales para hacer cualquier cosa, desde algo tan simple como movernos (donde deberemos seleccionar el personaje de turno, abrir un menú radial y escoger la opción de desplazarse) hasta otras como deshacer una acción que se deberían poder ejecutar con tan solo pulsar un botón. Por desgracia, este es un fallo que se extiende también a la interfaz de gestión y personalización de los personajes, convirtiendo los preparativos de cada misión en un auténtico tostón mientras navegamos por montones de submenús y damos decenas de pasos que se sienten totalmente innecesarios y contraproducentes. Además, no responden precisamente de forma ágil.
Sobre su duración, tampoco os esperéis demasiado, ya que la historia principal dura entre 8 y 10 horas y la mayoría de batallas secundarias que encontraréis están destinadas a conseguir experiencia para mejorar a vuestros personajes, por lo que no hay mucho que hacer más allá de completar su trama central. Si bien la cifra es un poco escasa para este género, también es justo decir que tiene un precio de salida muy ajustado y que no se hace corto.
El oscurecimiento de Thra
Su apartado gráfico sigue la misma línea que el resto del juego, con unos escenarios y personajes bastante simplones que se quedan muy lejos de captar la belleza de Thra, por no hablar de sus animaciones y efectos, muy por debajo de los estándares actuales. En el caso de que penséis adquirirlo en Nintendo Switch os alegrará saber que rinde y se ve bien en portátil, a excepción de un único problema: la fuente de las letras es diminuta, hasta el punto de que hay algunas líneas y descripciones que nos han parecido prácticamente ilegibles.
Finalmente, el sonido nos deja una banda sonora con temas que se adaptan bien al estilo musical del show, pero que resulta escasa a todas luces, pues hay muy pocas composiciones, no son especialmente variadas y se repiten hasta la extenuación. Los efectos también dejan mucho que desear y no siempre funcionan o suenan cuando tienen que hacerlo, y el doblaje es prácticamente inexistente, a excepción de un par de gritos que emiten los skeksis con los que nos toparemos. Los textos están traducidos a un español neutro y con muchas erratas y fallos, aunque al menos se entienden bien.
Conclusiones
The Dark Crystal: Age of Resistance - Tactics es una gran decepción para los seguidores de esta mágica licencia. No es que sea un completo desastre, pero es incapaz de captar nada de lo que ha hecho grande a la obra en la que se basa, conformándose con ofrecernos unas batallas nada originales, sin alma y muy limitadas que consiguen entretener a duras penas. Una lástima, pero parece que los skeksis han ganado esta vez.
Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con un código de descarga que nos ha facilitado Premier Comms.