Análisis Teenage Mutant Ninja Turtles: Splintered Fate, el Hades cooperativo de las Tortugas Ninja (Switch, PC)

Este año se cumple el 40º aniversario de las míticas Tortugas Ninja, una licencia que empezó como el más humilde de los cómics independientes y que a día de hoy ha generado millones de dólares y consta de numerosas series de animación, películas de todo tipo, tebeos, spin-offs y, por supuesto, videojuegos. Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo son ya una parte inseparable de nuestra cultura moderna y aunque la explosión de popularidad que experimentaron a finales de los 80 y principios de los 90 no se ha vuelto a repetir, se las han apañado para mantenerse relevantes con el paso de los años y cautivar la imaginación de las nuevas generaciones que fueron llegando a posteriori.

Así pues, hoy nos toca hablar de Teenage Mutant Ninja Turtles: Splintered Fate, un entretenido roguelite cooperativo que hasta ahora solo podía jugarse en iOS con una suscripción a Apple Arcade, pero que ahora llega a Nintendo Switch y muy pronto también hará lo propio en PC. Pero ¿merece realmente la pena? Seguid leyendo y no tardaréis en descubrirlo.

La eterna guerra contra el Clan del Pie

Si queréis entender rápidamente el tipo de propuesta ante la que nos encontramos, pensad en Hades, añadidle un modo cooperativo tanto local como online y cambiad la mitología griega por el universo de las Tortugas Ninja, y os haréis una idea bastante precisa de lo que este título os va a ofrecer. Por muy poco original que sea, la premisa, sobre el papel, es bastante atractiva, y si bien se queda lejísimos de la obra de Supergiant Games, sabe cómo divertir y hacernos pasar un rato muy ameno pegándonos de tortas contra decenas de enemigos.

Su historia nos narra cómo Splinter es nuevamente secuestrado por Shredder, lo que lleva a nuestros quelonios favoritos a emprender un viaje para rescatarlo. La historia no es ninguna maravilla y aunque tras cada intento podremos disfrutar de nuevas conversaciones en la guarida que nos van dando más detalles de la trama mientras profundizan en los personajes, lo cierto es que le falta algo de gancho y fuerza como para convertirse en algo que nos invite a seguir jugando e intentándolo.

Eso sí, el hecho de que se inspire en la maravillosa serie de cómics de IDW Publishing (tiene hasta un one-shot asociado) nos ha parecido un completo acierto y le da un toque distintivo que también se traslada a su dirección de arte.

Lo realmente interesante llega a la hora de coger el mando y ponerse a repartir mamporros. Al igual que en Hades, la cámara es isométrica y nuestro objetivo no es otro que el de avanzar por una serie de salas repletas de enemigos a los que debemos eliminar antes de pasar a la siguiente. Por lo general, al limpiar una habitación nos darán algún tipo de recompensa aleatoria a escoger, como potenciadores limitados, poderes con los que fortalecer a nuestros héroes o una gran variedad de monedas que tienen sus usos específicos.

De esta forma, nuestras decisiones irán dando forma a la partida, ya sea por las combinaciones de poderes que seleccionamos o por priorizar cosas que nos ayuden a largo plazo en vez de en los combates más inmediatos. El sistema de mejoras, nuevamente, es un calco del que vimos en el juego de Supergiant Games, solo que aquí cambiamos los dioses por poderes elementales. Según el elemento que nos toque, tendremos acceso a unas mejoras u otras, como poder hacer más daño cuando estemos bajos de salud, que al entrar en una sala nos fortalezcamos durante los primeros 20 segundos o que nuestros enemigos exploten al ser derrotados y dañen a los que tengan cerca, entre otras muchas cosas.

Lo realmente interesante de este sistema es que si seleccionamos ciertas combinaciones concretas de poderes se transformarán en otros mucho más potentes y útiles, lo que invita a la experimentación y, de paso, aporta un toque extra de profundidad al desarrollo de las partidas que le sienta de fábula.

Las buenas noticias continúan con lo que es la acción en sí misma. Los controles son sencillísimos, ya que únicamente contamos con un combo básico, una habilidad especial, una herramienta y la posibilidad de esquivar. Tanto nuestra técnica especial como nuestra herramienta se recargan a base de golpes normales, y la esquiva suele tener un pequeño tiempo de espera para reutilizarla que impide que podamos abusar de ella.

Con algo tan simple como esto, nos permiten disfrutar de unos combates muy ágiles, dinámicos y divertidos que impiden que podamos estar un solo segundo quietos, ya que los rivales casi siempre nos superan en número y suelen llenar la pantalla de ataques muy bien señalizados que debemos evitar y que convierten el campo de batalla en un auténtico festival de técnicas y efectos visuales que nunca llega a resultar caótico.

Evidentemente, según los poderes que seleccionemos, nuestro estilo de juego irá variando, pues no es lo mismo, por ejemplo, tener una herramienta capaz de invocar una lluvia de meteoritos que una que active un escudo a nuestro alrededor que nos haga temporalmente invulnerables.

Adicionalmente, cabe destacar que Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo están lo suficientemente bien diferenciados a los mandos como para que jugar con uno u otro suponga una diferencia notable que, además, capta muy bien la personalidad de cada tortuga. Por ejemplo, Donatello tiene una gran facilidad para recargar el uso de sus herramientas, mientras que Raphael se caracteriza por su brutalidad y su tendencia a realizar golpes críticos.

Algo que hace muy bien el título es que los jefes den recompensas exclusivas según la tortuga con la que juguemos, las cuales vamos a necesitar para, posteriormente, desbloquear ciertas mejoras permanentes, un buen incentivo para que no nos acomodemos únicamente con nuestro quelonio preferido y nos animemos a jugar con todos ellos.

Hablando de mejoras, al morir perderemos todo lo que hayamos conseguido a excepción de ciertos tipos de monedas que se conservan de una intentona a otra. Una vez en la base, podemos invertirlas para obtener potenciadores permanentes que, poco a poco, van haciendo el juego más fácil. No hay nada demasiado original aquí y las mejoras son cosas tan típicas como obtener cargas para resucitar, aumentar nuestra vida máxima o incrementar el poder de nuestros diferentes tipos de ataques, pero es un sistema que funciona bien y que creemos que encuentra un buen equilibrio en el ritmo de desbloqueo.

Eso sí, no es oro todo lo que reluce y hay algunos detalles que no nos han convencido demasiado, como la poca variedad de enemigos y entornos que hay, los pocos eventos aleatorios que se suelen producir o lo lineal que resulta el desarrollo de las partidas, ya que aquí solo hay un único camino que podamos seguir, por lo que no esperéis varios caminos con recompensas distintas que os hagan plantearos si afrontar unos retos u otros.

Esto, al final, acaba derivando en que aparezca cierta sensación de monotonía, ya que la experiencia de combate suele ser prácticamente idéntica sala tras sala, luchando una y otra vez contra los mismos enemigos en condiciones muy similares y sin sorpresas que añadan algo de emoción. Al menos, notaremos cómo la dificultad va subiendo a medida que avanzamos.

Los jefes suponen el punto álgido de las partidas y nos regalan batallas muy intensas, emocionantes y divertidas.

Y ya que hemos mencionado la dificultad, no nos ha parecido un roguelite especialmente difícil. Sí, es desafiante y requiere concentración y buenas decisiones, pero si tenéis algo de experiencia en el género no creemos que vayáis a necesitar muchos intentos para llegar hasta el final.

También nos ha decepcionado la ausencia de un sistema de emparejamientos que nos permita jugar partidas a través de internet con jugadores desconocidos, por lo que solo podremos aprovechar su multijugador online con nuestros amigos y conocidos, lo que es una pena. Eso sí, como gran novedad de esta versión para Switch tenemos la inclusión de un modo multijugador local en una misma consola para hasta cuatro jugadores, algo de lo que carecía en Apple Arcade y que nos parece un añadido prácticamente imprescindible en un título de estas características, convirtiéndolo automáticamente en una opción más que golosa para quedadas.

Entre otras novedades tenemos unos controles algo más ajustados y precisos y un apartado gráfico que ha recibido notables mejoras en lo que respecta a iluminación y detalle de los escenarios. A destacar también que cuenta con dos modos gráficos, uno que prioriza la resolución a cambio de limitar la tasa de imágenes por segundo a 30 y otro que muestra una imagen ligeramente borrosilla, pero que mantiene los 60 fps. En nuestra opinión, los 60 fps son innegociables en un título como este en el que la precisión lo es todo, por lo que creemos que el sacrificio de nitidez está más que justificado. Además, tampoco es que sea un título muy puntero en lo técnico, aunque los modelados y las animaciones nos han gustado y dan la talla.

Finalmente, la banda sonora es bastante discreta y pasa muy desapercibida durante las partidas, mientras que los efectos se limitan a cumplir sin grandes alardes. En cambio, el doblaje inglés sí que nos ha gustado bastante, con unas muy buenas interpretaciones que captan bastante bien el espíritu de cada personaje. Por supuesto, los textos nos llegan traducidos al español, aunque cabe señalar que no al de España, sino al de Hispanoamérica. Lamentablemente, la interfaz está fatal adaptada a los textos en nuestra lengua y hay numerosos desajustes.

Conclusiones

Teenage Mutant Ninja Turtles: Splintered Fate no es precisamente el roguelite más original que nos podemos encontrar, pero es un título muy entretenido que consigue hacernos pasar un buen rato a poco que nos guste la licencia y el género, especialmente si tenemos amigos para disfrutarlo en compañía, teniendo aquí su principal atractivo, algo a lo que debemos sumarle unos combates bien ejecutados y unos sistemas de progresión equilibrados y diseñados con cabeza. Sí, no se libra de una serie de problemas que le impiden alcanzar la grandeza, como la poca variedad de salas, enemigos y eventos de la que hace gala o la inexplicable ausencia de un matchmaking para su modo online, pero si sus defectos no os suponen una gran molestia y os apasionan las Tortugas Ninja, aquí tenéis una opción de compra a tener muy en cuenta.

Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga que nos ha facilitado ICO Partners.