Análisis Potata: fairy flower, un bonito plataformas en 2D (Switch, Xbox Series X/S, PS5, PC, Xbox One, PS4)

Con algo de retraso en relación a las ediciones de PC, Xbox One y PS4 nos llega Potata: Fairy Flower a Switch, una entrega que mantiene intactas las características del resto de versiones. Un título que desde luego no pasa desapercibido por distintos motivos, siendo el más llamativo de todos el que tiene que ver con su disposición gráfica, increíblemente llamativa, colorida y revitalizante como podéis observar y en la que nos entretendremos más extensamente más tarde. Una propuesta de estilo bastante tradicional que nos hubiera gustado que alcanzara un nivel de diversión semejante al materializado por su vertiente técnica pero que, por desgracia, se ha quedado bastante por debajo.

Potata es una joven que vive en una especie de bosque mágico que, de un día para otro, se vuelve poco menos que inaccesible. Decenas de criaturas otrora adorables cambian para transformarse en bichejos, por lo que nos toca acompañar a esta niña en su viaje para revertir la situación. Una narrativa bastante básica y, también, poco estimulante que, sin embargo, trata de ser explotada artificialmente y de manera poco acertada por sus desarrolladores.

Por algún motivo erróneo es posible dialogar profusamente con algún que otro personaje secundario y, también, escoger incluso entre diversas respuestas. Unas conversaciones demasiado prolongadas y aburridas que no aportan nada a la experiencia de juego en su conjunto y que terminan por romper la fluidez a la que tiene lugar la acción. Y encima todas estas charlas están en inglés, lo cual acentúa más si cabe la sensación de sopor que pueden llegar a causar.

Ciñéndonos ya a su planteamiento jugable, estamos ante una obra que está conformada por diferentes elementos que la dotan de una notable diversidad pero que, a la postre, no han acabado de cuajar como hubiera sido deseable. La parte más importante tiene que ver con las plataformas de diseño convencional y jugabilidad 2D que tienen lugar bajo un scroll lateral. Sin embargo y pese al gran protagonismo que posee este factor plataformero el título también acoge a otros géneros como los puzles y, también, posee algunos toques ligeros de aventura. Una fórmula que sobre el papel acapara unos mimbres sólidos pero que en la práctica no terminan de funcionar como nos hubiera gustado.

Una mezcla algo forzada

La base que sostiene a esta propuesta son las plataformas clásicas de estilo bidimensional. Controlando a la protagonista debemos ir superando diferentes zonas del bosque que acoge esta aventura tratando de, básicamente, no perecer. Son bastantes los obstáculos, trampas y adversarios que se dan cita en cada fase y, a pesar de que no es el título más difícil del mundo, su apariencia tan colorida puede llegar a engaño dado que hay momentos relativamente exigentes. Y se agradecen, dado que son los que nos proporcionan los mejores momentos de diversión que alberga esta producción y, encima, son los que más hacen por prolongar la escasa duración de esta propuesta, que da para unas 3 o 4 horas como mucho.

Como sucede en la mayoría de juegos de esta misma naturaleza, mientras avanzamos podemos ir recopilando diferentes ítems, desde la moneda del juego (una especie de iconos azulados) a llaves, armas básicas, corazones de salud, etc. Y podemos hacerlo con toda la tranquilidad del mundo gracias al buen manejo que se ha incorporado a esta obra, siendo justamente este uno de sus principales baluartes. Calcular los saltos más ajustados y efectuarlos de manera exitosa, esquivar bolas de pinchos o acabar a golpes con los rivales son algunas de las acciones que es posible llevar a cabo con total comodidad y precisión, algo básico en este tipo de aventuras.

Para tratar de añadir más dinamismo o diversidad a la acción, los desarrolladores han querido integrar una serie de puzles que se encuentran diseminados por los escenarios. Un factor que a pesar de que siempre se agradece su presencia, en este caso no tenemos la sensación de que haya sido bien implementado. El problema que poseen es que, además de resultar un tanto confusos en algunas ocasiones, ni resultan especialmente satisfactorios de completar ni, menos todavía, su integración resulta natural. Más bien lo contrario. La presencia de estos rompecabezas rompe el ritmo de la aventura y entorpecen la fluidez a la que transcurre la acción más que otra cosa. O sea que, en lugar de sumar, estos puzles tan poco afortunados ni bien diseñados merman un tanto el nivel de diversión que nos ofrece el título. En nuestra opinión, deberían haberse integrado de una manera más orgánica en el propio desarrollo de la aventura.

Esta irregular jugabilidad contrasta con el aspecto más destacado y elaborado que posee esta producción, que no es otro que su increíblemente sobresaliente parcela gráfica. Más que un juego, Potata: Fairy Flower parece un cuento de hadas en formato interactivo donde todo lo que se deja ver en pantalla posee un cuidado, colorido y riqueza artística pocas veces dispensado en título alguno de talante indie. Las animaciones que posee la protagonista son sencillas pero fluidas, el diseño de muchos de los enemigos que nos esperan es sensacional y la apariencia que atesora el bosque que debemos recorrer es maravillosa. Un acabado visual imponente que ha sido bien acompañado por una banda sonora apropiada y efectos más bien escasos pero bien realizados.

Una aventura plataformera 2D atractiva… en lo visual

Por todo lo que os acabamos de comentar acerca de esta nueva propuesta plataformera de disposición clásica, Potata: Fairy Flower nos ha dejado una sensación muy agridulce. Y es que es una obra llena de contrastes, con elementos realmente buenos como su buen manejo y, por supuesto, su encomiable y sobresaliente acabado visual que, lamentablemente, se ven ensombrecidos por defectos jugables demasiado importantes como para ser pasados por alto. El resultado es un título que se deja jugar y que incluso posee secciones bastante notables (como las zonas de plataformeo más complicadas) pero que se acaba demasiado pronto y presenta elementos mal integrados en su planteamiento global.

Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con un código proporcionado por Sometimes You.