Análisis Alex Kidd in Miracle World DX, el esperado regreso de un clásico de SEGA (Switch, PC, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X/S)
Alex Kidd es un tipo que lo ha tenido muy difícil a lo largo de su trayectoria. De primeras, fue creado por Sega en el año 1986 para tratar de plantar cara al famoso fontanero de Nintendo que todos conocemos, una tarea ardua como pocas. Pero lo peor es que tras la llegada a principios de los 90 del gran Sonic the Hedgehog, por desgracia Alex Kidd fue prácticamente abandonado por la propia Sega y fue relegado a un plano marginal. Una pena, porque muchos de nosotros disfrutamos mucho con sus aventuras plataformeras, las cuales en su día resultaban muy amenas, coloridas y variadas dentro de lo que cabe.
Bien, pues hace un tiempo y para sorpresa de los usuarios más veteranos, Merge Games y Tesura anunciaron la llegada de una puesta al día de la primera de las aventuras protagonizadas por este personaje de Sega. Alex Kidd in Miracle World apareció en la consola de 8 bits Master System en el año 1986, un título que fue muy bien recibido por la crítica y, más todavía, por los usuarios de esa máquina.
Una obra que acaba de aterrizar en su versión DX para todos los formatos actuales, una delicia retro que seguro que van a saber apreciar y degustar como se merece los entusiastas de los arcades de plataformas de toda la vida.
Un plataformas con mucho encanto
La sencilla historia que está detrás del juego nos traslada hasta el reino de Radaxian, el cual ha sido invadido por el malo de turno, Janken, y su ejército de súbditos y subjefes finales. Un ser que ha convertido en piedra a todos los habitantes y, de paso, ha raptado a la princesa Lora, por lo que nos toca darle caza y acabar con él. La disposición jugable que pone en liza esta propuesta es exacta a la que Sega programó en el año 1986. A lo largo de una buena remesa de niveles (no demasiado extensos, eso sí) tenemos que guiar al protagonista a través de fases que transcurren mediante un scroll lateral en su mayoría… si bien también existen niveles diferentes en los que tenemos que ir descendiendo progresivamente, fases subacuáticas, etc. Y para aportar todavía más variedad, de vez en cuando podemos subirnos a ciertos vehículos como una lancha acuática, una pequeña moto o incluso a una especie de mini helicóptero.
Como es habitual, cada fase contiene una buena suma de zonas plataformeras que es necesario ir sorteando, secciones que si bien al comienzo resultan muy sencillas, más tarde se van complicando gradualmente. El control es muy sencillo, hasta el punto de que únicamente se emplean dos botones para manejar al protagonista (salto y ataque). Un manejo que se muestra más fiable que el integrado en el título original… pero que sigue sin ser tan perfecto y fiable como el plasmado en los referentes del género como las aventuras protagonizadas por Super Mario, Rayman, Celeste o Donkey Kong, por citar solo algunos ejemplos.
Lógicamente, en todos los niveles también es necesario sortear o eliminar a un puñado de rivales que pululan por los mismos, pudiendo atizarles puñetazos o, incluso, lanzarles proyectiles si recogemos y conservamos el ítem de turno. Y de vez en cuando, también nos toca plantar cara a rivales muy particulares que hacen las veces de jefes finales y que nos invitan a superarles… ¡en duelos a piedra, papel o tijera! Estos enfrentamientos fueron muy populares en su día y nos ha parecido un acierto que se hayan conservado… aunque es justo comentar que, aquellos usuarios que no los vivieran o, todavía peor, los jugadores más jóvenes que no sepan ni de qué va ese clásico juego, pueden encontrarlo demasiado "raro". Una disposición jugable, en suma, tan clásica como entretenida, al menos mientras dura, porque no estamos ante el juego más longevo del mundo precisamente a pesar de las pequeñas innovaciones que han sido introducidas en esta edición.
De entrada se han creado niveles inéditos, aunque tampoco es que den mucho de sí en términos de durabilidad. También se ha añadido la modalidad Boss Rush que nos invita a superar del tirón a los jefes, que viene a ser más una curiosidad que otra cosa. Unas innovaciones que, desde nuestro punto de vista, palidecen en comparación con la más atractiva de todas: la posibilidad de poder cambiar de una versión del juego a otra (original y DX) en cualquier momento pulsando un botón. Aparte de ser una maravilla para los usuarios más veteranos comprobar cómo lucían ciertas partes del juego en su día, también aumenta la rejugabilidad global dado que es como tener dos juegos (casi idénticos eso sí) en el mismo pack. Además el cambio gráfico que es posible apreciar de una versión a otra es muy notorio, dado que el lavado de cara que ha experimentado esta versión es fantástico en nuestra opinión. Y lo mismo sucede con el sonido, que nos permite escuchar los temas clásicos o unos remezclados igual de convincentes.
Plataformas clásicas cautivadoras
Dada su disposición básica, seguro que cualquier aficionado sabe perfectamente lo que puede esperar de esta puesta al día de un arcade de plataformas en 2D tan veterano y querido como es Alex Kidd in Miracle World. Saltos, niveles bastante variados dentro de lo que cabe (y más teniendo en cuenta su veteranía), escenarios diversos, la posibilidad de poder pilotar algún que otro vehículo y un nivel de desafío muy ajustado son sus mejores bazas… jugables. Porque a esto se suma una estética realmente admirable gracias a su renovadísimo acabado gráfico, pudiendo cambiar de uno a otro en cualquier momento pulsando un botón, algo que nos parece maravilloso. Es cierto que a pesar de los nuevos modos de juego y niveles sigue siendo un título no demasiado longevo (si bien es verdad que su precio es bastante reducido), pero mientras dura es pura diversión retro plataformera.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código proporcionado por Merge Games.