Análisis House of Ashes, el terror se disfruta más en compañía (PS5, PS4, Xbox One, PC, Xbox Series X/S)

Allá por julio de 2019, Supermassive explicaba que había planeado una nueva serie de juegos llamada The Dark Pictures Anthology, con la que querían explorar diferentes subgéneros del terror sacando un juego cada seis meses, con un total de ocho juegos previstos. En efecto, sacar un juego así cada seis meses es una tarea poco menos que imposible, y la saga sigue creciendo pero a un ritmo anual, y ahora es el turno de House of Ashes, que continúa explorando nuevas formas del miedo.

Una nueva aventura narrativa de terror

A estas alturas de la película, ya sabéis que The Dark Pictures Anthology es una serie de juegos muy centrados en lo narrativo, en los que principalmente tenemos que explorar escenarios, tomar decisiones y completar con éxito –o no- quick time events que decidirán el desenlace de los protagonistas. Obviamente, House of Ashes no es una excepción, y retoma este patrón en el que Supermassive parece haberse especializado.

En esta ocasión, nos vamos hasta el 2250 a. C., a Mesopotamia. Esta aventura está inspirada por la leyenda del rey Naram-Sin, que de acuerdo con las historias de hace milenios, habría enfadado a los dioses y hecho que una maldición cayera sobre su pueblo. En House of Ashes, Naram-Sin construye un templo para suplicar piedad a los dioses, pero las cosas no van como espera y el templo acaba sepultado hasta que nuestros protagonistas lo redescubren por accidente. Y parece que los dioses siguen sin apiadarse.

De acuerdo con los propios desarrolladores, se han inspirado en obras cinematográficas como Aliens: El regreso, Depredador y The descent, así como en la novela En las montañas de la locura de H. P. Lovecraft. Las referencias son obvias en muchos casos, y aunque entendemos que gran parte de estos juegos se centra en homenajear a los diferentes subgéneros del terror, a veces hemos echado en falta algunas ideas propias que sorprendan más al jugador.

El principal cambio es que los protagonistas en House of Ashes son soldados, por lo que vamos a ver espectaculares secuencias de acción, tiroteos y escenas muy alejadas del terror pausado y opresor que hemos visto en los episodios anteriores. Este cambio se traduce también en un control más libre, que nos permite mover la cámara con mayor libertad, casi como si de un juego normal se tratara. Es un cambio que no nos parece ni mejor ni peor, sino adecuado para esta entrega en concreto.

Una película más película

Aunque no lo hemos medido, sino que nos basamos en las sensaciones al jugar, creemos que House of Ashes tiene menos «juego» que sus predecesores. Lo hemos terminado con la sensación de que hay muchos momentos en el que te dan el mando durante unos segundos como mero trámite entre secuencia y secuencia de vídeo, y aunque sigue habiendo QTE, decisiones y demás, parece que los momentos de exploración y de «tomar el control», por decirlo de alguna manera, se han reducido o se les ha restado importancia.

Aquí sabemos a lo que venimos, y The Dark Pictures Anthology es una serie de películas interactivas, por lo que esto tampoco nos parece algo particularmente negativo, sino algo que nos gustaba de los anteriores. Sí que hay que reconocerle el mérito a Supermassive por cómo afectan nuestras decisiones y el enorme trabajo de planificación que tiene que haber detrás de un juego como este. Al parecer hay más de 60 muertes diferentes, y no sólo son las decisiones las que nos llevarán a conocerlas o a evitarlas, sino que a veces acertar un disparo o una QTE puede dejarnos peor que estábamos.

Como siempre, se mantienen los modos mulitjugador, ya sea pasando el mando con hasta cinco amigos, o a través de internet. Este modo añade otra capa de complejidad a esa planificación que decimos, ya que implica que cada jugador tenga que jugar su parte del juego, a veces de manera cooperativa, pero también con muchas secuencias completamente diferentes, con personajes diferentes y en lugares diferentes, y que todas tengan que coincidir para ambas partes independientemente de las muertes y decisiones que se hayan tomado. Nosotros, sin duda, creemos que es un juego para jugar con amigos, incluso si le damos una vuelta también en solitario. Además, tenemos niveles de dificultad para que todo el mundo pueda ajustarlo a su nivel.

Espectacular en lo técnico... pero con altibajos

House of Ashes es el primer juego de la saga con versiones nativas para PlayStation 5 y Xbox Series X/S, y aunque sólo sea por la carga de texturas ya merece la pena. Aunque es posible ve alguna carga que otra, esos problemas que vimos en Man of Medan ya han desaparecido, y en ese aspecto es casi perfecto. Hay momentos completamente fotorrealistas que nos dejan con la boca abierta, aunque todo se rompe con las expresiones faciales, que no sólo contrastan con los fantásticos modelados de los personajes, sino que parece que van a peor.

En las consolas de nueva generación también podemos ver modo rendimiento y modo calidad, por si queremos priorizar los gráficos o las 60 imágenes por segundo. Como nota, Supermassive ha indicado que hay trazado de rayos para los reflejos, y a riesgo de ser tiquismiquis, creemos que aportan poquísimo al tratarse de un juego que transcurre prácticamente en su integridad en escenarios sin absolutamente nada que refleje, y se habría beneficiado mucho más de usar trazado de rayos para las sombras.

No podemos olvidarnos del gran trabajo hecho a la hora de adaptarlo a nuestro idiomas, con voces profesionales muy reconocibles que le dan ese toque cinematográfico tan importante, aunque se vuelven a perder los acentos porque ya sabemos que todo el mundo, soldados iraquíes incluidos, hablan español con perfecto acento castellano. De igual modo, el diseño de sonido es genial, poniéndonos en tensión constante en cada sala, si bien no hemos notado un uso particularmente notable del sonido 3D. Lo mismo con el DualSense, con una implementación totalmente básica que se limita a la vibración.

¿Hora del cambio?

Queremos dejar muy claro que Supermassive hace un trabajo fantástico a la hora de planificar estos juegos, con decisiones que, en su mayoría, importan de verdad, y que tiene mucho mérito crear historias tan flexibles que se entrelacen para dos jugadores simultáneos a través de internet. Dicho esto, creemos que es necesario algún cambio para conseguir que el pilar de estas aventuras –la historia– impacte más, que los personajes nos importen más o que consiga atraparnos de alguna manera; incluso que dé más miedo, ya que en House of Ashes el terror es secundario. Nada de esto quita que House of Ashes nos haya parecido una buena elección para jugar a una película de miedo con amigos, que sabe entretener y demostrar el buen hacer de Supermassive, pero también nos parece un pequeño paso atrás con respecto a Little Hope, y, en nuestra humilde opinión, necesita algo más para darle un buen empujón a la saga.

Hemos realizado este análisis en PS5 con un código de descarga proporcionado por Bandai Namco.