Análisis Vader Immortal, el lado oscuro de la realidad virtual (PS4)
Vader Immortal es un juego que, sobre el papel, difícilmente podría resultar más interesante y atractivo para cualquier fan de Star Wars. A fin de cuentas, estamos hablando de un título de realidad virtual que nos lleva a vivir una historia completamente nueva y canónica dentro de este fascinante universo, permitiéndonos profundizar algo más en la legendaria figura de Darth Vader mientras vivimos una gran aventura en la que no faltan espectaculares combates con sables láser y poderes de la Fuerza. Sin embargo, y a pesar de los momentazos que esconde, el resultado final se ha quedado lejos de estar a la altura del gran villano que le da nombre, dejándonos con una superproducción repleta de problemas que le impiden brillar todo lo que debería.
Los secretos de Mustafar
Como bien sabréis muchos de vosotros, Vader Immortal se lanzó originalmente para PC hace un año dividiendo su historia en tres capítulos, aunque en PS4 solo podremos adquirir el pack con "la serie completa", motivo por el que no terminamos de entender que cada episodio sea una aplicación diferente, como si se tratasen de juegos distintos con sus propias descargas, una decisión extraña y un tanto incómoda que le resta algo de cohesión a la aventura.
Centrándonos ya en el título como tal, comentar que nos encontramos con una experiencia de realidad virtual más cercana a lo que podríamos esperar de una atracción de Disneyland que a un videojuego como tal. Su historia, situada entre La Venganza de los Sith y Rogue One, nos pone en la piel de un contrabandista que es apresado en el planeta Mustafar (donde tuvo lugar el épico duelo entre Anakin Skywalker y Obi-Wan en el Episodio III) por el Imperio Galáctico, momento en el que arranca un interesantísimo guion escrito por David S. Goyer (quien ha firmado todo tipo de éxitos cinematográficos, como la trilogía de El Caballero Oscuro) que cuenta cosas muy interesantes para el fan, sabe mantener un ritmo perfecto en todo momento y expande de maravilla el universo de Star Wars, por no hablar del mimo y respeto con el que se trata la figura de Vader.
Como podréis intuir, aquí lo que prima es la historia y esta es la encargada de guiar todos y cada uno de nuestros pasos a lo largo de las menos de tres horas que dura el juego en su totalidad. Por desgracia, la mayor parte del tiempo seremos meros espectadores pasivos mientras seguimos a otros personajes, avanzamos por diversos lugares y atendemos a numerosas conversaciones, y si bien la trama se las apaña para tenernos entretenidos, echamos en falta algo más de participación por nuestra parte.
Por suerte, cuando se pone serio es capaz de crear momentos absolutamente mágicos, brillantes y absorbentes que hacen que nos olvidemos por completo de que tenemos un casco de realidad virtual sobre nuestras cabezas. Tan pronto estaremos huyendo de un rancor enfurecido que luchando contra un ejército de droides junto a Vader o devolviendo proyectiles de bláster con nuestro sable láser, situaciones que, independientemente de lo guiadas y limitadas que sean en lo jugable, funcionan muy bien y resultan espectaculares como pocas cosas hemos visto.
La mala noticia es que no podemos morir de ninguna manera, restándole cualquier tipo de emoción y sensación de peligro a la aventura, lo que llega a propiciar algunas situaciones muy ridículas que se cargan por completo la inmersión, como que un monstruo atrape a un aliado y este se quede mirándolo infinitamente hasta que averigüemos qué tenemos que hacer para que lo suelte. Y ojo con la cantidad de golpes mortales que podemos recibir sin que nuestro héroe se inmute lo más mínimo.
Pero, sin duda, el mayor problema lo tenemos en sus controles. La detección de los Move es totalmente atroz y nos vamos a pasar gran parte del juego peleándonos con ellos y viendo cómo no responden como deben. Esto no solo dinamita la inmersión, sino que hace que los duelos con sables láser y poderes de la Fuerza sean mucho menos divertidos de lo que deberían, ya que para bloquear ataques tenemos que colocar la espada en posiciones concretas, algo que no siempre es fácil por culpa de la imprecisión de estos dispositivos. Y es una pena, ya que los duelos son muy divertidos cuando funcionan bien y nos permiten hacer cosas tan chulas como atraer a un droide hasta nosotros para que acabe empalado en el sable, por mencionar tan solo un ejemplo. De igual modo, cuesta entender que la única opción de desplazamiento sea por medio de teletransportaciones, y el hecho de limitar nuestra movilidad a 180 grados tampoco ayuda demasiado a mejorar la inmersión, consiguiendo que siempre nos sintamos muy cohibidos.
Una vez completemos su brevísima historia, podremos participar en una serie de desafíos en un modo adicional, teniendo aquí la parte más "jugable" del juego, donde deberemos superar todo tipo de divertidos y entretenidos retos para desbloquear diversas recompensas, como consejos, colores para la espada o escenarios. Cada episodio cuenta con sus propias pruebas, así que en total suman un buen número que nos llevarán a dominar la esgrima y la Fuerza como auténticos jedi si queremos alcanzar la máxima puntuación en todos ellos. Estos combates siguen sin ser todo lo precisos que nos gustarían, pero no vamos a negar que hemos echado un rato genial intentando superar los objetivos que nos planteaban.
Plasmando como nunca el universo de Star Wars en la realidad virtual
Donde sí que no podemos poner pega alguna es en su apartado audiovisual. Tanto es así que se trata de uno de los juegos de PS VR más espectaculares que hemos visto, con unos modelados muy detallados y conseguidos, unas animaciones fantásticas y unos escenarios que llegan a tener una escala incluso sobrecogedora. Todo esto, sumado a unos efectos muy buenos, a una iluminación logradísima y una dirección artística de primer nivel, acaba dando forma a un título que te mete de lleno en este universo como nunca antes. Se nota que ILMxLAB está detrás del proyecto y la sensación de estar dentro de una película de Star Wars sería total si no fuese por los problemas citados anteriormente. Creednos, no os hacéis una idea de lo imponente que puede llegar a resultar Vader hasta que lo tienes justo delante y te abruma con su sola presencia.
El sonido sigue la misma línea con una banda sonora fantástica que mantiene el tono de las películas y que difícilmente podría estar mejor utilizada, con una buena variedad de temas que se adaptan a la perfección a todo lo que ocurre en pantalla. Los efectos son igual de sobresalientes y el doblaje inglés nos regala unas interpretaciones excelentes. Desgraciadamente no hay voces en español y si no entendéis la lengua de Shakespeare os va a tocar activar unos subtítulos en nuestro idioma muy invasivos y que ocupan gran parte de nuestro campo de visión, estropeando por completo la inmersión. Además, la traducción no es especialmente buena y cuenta con varios errores graves.
Conclusiones
Vader Immortal: A Star Wars VR Series es un juego que se queda a medias en muchos sentidos. Sí, a nivel audiovisual es increíble, su historia es muy interesante (mucho mejor que el guion de la última trilogía cinematográfica) y es capaz de crear ciertos momentos que son pura magia, como su épico y memorable duelo final, pero no siempre nos hace partícipes de lo que ocurre, a nivel jugable resulta demasiado limitado, los subtítulos tienen una presentación horrenda, su duración es extremadamente escasa y los controles son tan atroces que destrozan la experiencia más veces de las deseables. A pesar de todo, si te encanta Star Wars y te apetece vivir una película de realidad virtual con un buen guion, mucho fan service y secuencias que te dejen con la boca totalmente abierta, aquí tienes una compra a tener en cuenta y que podría satisfacerte a poco que sepas pasar por alto sus defectos, aunque probablemente preferirás hacerlo en Oculus u Oculus Quest para evitarte todos los problemas que la conversión a PS VR ha traído consigo.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro gracias a un código de descarga que nos ha facilitado PlayStation.