Análisis de TumbleSeed (PS4, PC, Switch)

En el Nintendo Direct más reciente pudimos contemplar parte de su jugabilidad, pero no fue en absoluto el título del que más se habló de dicho evento. Pero Tumbleseed ha acabado convirtiéndose en un juego bastante particular y llamativo debido a la gran personalidad que demuestra, algo que hemos podido comprobar después de disfrutar de la versión destinada a la consola de Nintendo, si bien también está disponible tanto para PS4 como para PC.

Seguramente si echáis un vistazo a las pantallas que acompañan a este análisis os costará saber exactamente en qué consiste esta aventura. Su originalidad es su punto fuerte, dado que combina la habilidad con un estilo de juego basado en el subgénero roguelike, muy de moda últimamente.

Y el resultado es un título que se sale de la norma y que posee el suficiente gancho como para captar la atención de un grupo de jugadores importante, aunque evidentemente y por sus características no es que vaya a ser un fenómeno social.

Habilidad y desafío

Es muy interesante el planteamiento que se ha seguido para dar vida a este título. Nuestra meta es la de guiar a una semilla forma redondeada y apariencia y características cambiantes (de eso hablaremos más tarde) en su ascenso por una montaña llena de peligros. Y la forma de hacerlo es donde radica la gracia de este título.

En lugar de tener un control directo sobre el protagonista, lo que debemos hacer es usar los dos sticks del mando para controlar una especie de vara o barra que recorre la pantalla de manera horizontal y que sirve de apoyo para la semilla. O sea, que la protagonista debe rodar por ella e ir ascendiendo, pudiendo inclinar dicha barra con uno y otro stick para dotar del grado de inclinación que deseamos establecer para que la gravedad haga el resto.

Como todo buen juego roguelike, a este planteamiento relativamente sencillo (y tremendamente original) se suma un nivel de dificultad realmente elevado. Lejos de ser un título tierno y para todos los públicos, estamos ante una producción que nos penaliza el más mínimo fallo. Agujeros, insectos y peligros de todo tipo nos amenazan a medida que ascendemos por la montaña, la cual por cierto se divide en cinco tramos bien diferenciados.

Y si nos caemos por dichos hoyos o nos alcanzan los rivales un número de veces equivalente a los corazones (vida) que disponemos, nos toca repetir y comenzar la aventura desde cero. Eso sí, por lo menos podemos ir estableciendo una especie de puntos de control en los que aparecemos cada vez que perecemos pero conservamos algo de salud.

Además de esto y por si no fuera suficiente, el título genera cada uno de los escenarios de manera procedural, característica muy asociada también a este tipo de aventuras. Y entre unos inconvenientes y otros, repetimos en que se trata de un título desafiante como pocos existen, especialmente en Switch, que es la versión que hemos probado (y que por razones evidentes cuenta con un catálogo mucho más reducido que PS4 y PC).

Afortunadamente, para prosperar y conseguir llegar a la cima de la montaña podemos echar mano de una serie de poderes o transformaciones. Hasta 30 de estas habilidades están disponibles, pudiendo cambiar de aspecto de manera sencilla (basta pulsar un botón). ¿Y qué ventajas podemos extraer al transformarnos? Pues poder planear por los escenarios durante unos instantes para esquivar posibles peligros, atacar a los enemigos de varias formas distintas, rellenar los agujeros de los escenarios con agua para no caer dentro de ellos…

Sin embargo conseguir dichas ayudas no es fácil y la mayor parte de las veces nos tocará invertir una cantidad determinada de cristales (objetos que podemos ir recolectando en nuestro recorrido interminable por los decorados) para adquirirlos o superar unos retos en un lugar… curioso que preferimos no desvelaros.

Tampoco queremos olvidarnos del componente RPG que también integra esta aventura. Cada vez que superamos un tramo de la montaña podemos hacer una visita a una pequeña aldea en la que es posible dialogar (en inglés, eso sí) con unos cuantos personajes. Una forma sencilla pero bastante sugerente de dotar de una mayor profundidad a este gran representante de los juegos tipo roguelike.

Por todo esto estamos ante un producto altamente recomendable y que se sale de la norma establecida. Es cierto que su nivel de dificultad es muy elevado y, también (y al menos en la versión de Switch), hemos detectado algún que otro pequeño bug un tanto molesto. Pero dejando al margen esto, se trata de una aventura que seguramente pillará por sorpresa a muchos jugadores.

Además es un título muy bonito. Pese a la sencillez que muestran los entornos y los personajes que merodean en ellos, su acertada estética de dibujos animados dota a la aventura de un aire cautivador difícilmente discutible. Es un juego muy Nintendo en este sentido, hasta el punto que uno de sus responsables ha asegurado haberse "inspirado" en las obras de la Gran N para plasmar la vertiente artística de esta obra.

El sonido quizá no llega a alcanzar el mismo nivel, pero tampoco desmerece. Los efectos son quizá demasiado escasos, pero la banda sonora que nos acompaña no se hace para nada pesada y ambienta bien cada uno de los niveles o tramos montañosos.

Y para terminar, no podemos dejar de destacar el sensacional efecto de vibración que se ha integrado en la versión de Switch (la única que hemos probado como ya os hemos indicado). Sin duda, se trata de uno de los juegos que mejor emplean la vibración HD, pudiendo "sentir" cómo se desliza de un lado a otro de la barra que controlamos la semilla.

Una aventura roguelike única

La originalidad es el valor más destacado de Tumbleseed, un título creado por un puñado de personas que se deja jugar y que posee ciertas cualidades muy llamativas. La combinación entre juego de habilidad y aventura roguelike le confieren una personalidad de la que muy pocas producciones actuales pueden presumir. No es un título para todos los públicos precisamente por eso pero, si os atrae su propuesta, seguramente os enganchará.

Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código de descarga que nos ha proporcionado los creadores del juego.