Análisis The Coma 2: Vicious Sisters, un survival horror 2D (PS4, PC, Xbox One, Switch)
La industria asiática de los videojuegos independientes va, poco a poco, abriéndose camino en Occidente y las consolas. Queda mucho por descubrir de estos desarrolladores japoneses, chinos o coreanos que siempre tienen algo que decir diferente a lo que se hace en Europa o Estados Unidos. Con unos meses de retraso respecto a su lanzamiento en PC –el pasado enero-, The Coma 2: Vicious Sisters, secuela de The Coma: Cutting Class, llega a PS4 y Nintendo Switch. Está desarrollado por Devespresso Games, un estudio surcoreano que nos trae una aventura de terror que adapta de manera modesta muchas de las características de los survival horror a un desarrollo 2D. Sí, como han demostrado ya muchos otros juegos, caso de la serie Yomawari de NIS, también con la estética cómic nos puede ofrecer sustos y una dosis de tensión.
The Coma 2 comienza su historia en un instituto. Mina Park es una estudiante que vive con los problemas típicos de su edad, pero nada excesivamente fuera de lo normal. Un día, sin embargo, se verá involucrada en una pesadilla: queda atrapada en el instituto, que parece corrompido e infestado de una especie de zombis o fantasmas. Incluso su profesora ha "mutado" y va tras ella.
Pero la historia no ha hecho más que comenzar, las amenazas también se encuentran en otros edificios. Poco a poco descubrimos aliados, otros supervivientes y personajes misteriosos. ¿Tiene relación todo esto con el amigo de Mina que se encuentra en coma? Si no has jugado al original no te preocupes, salvo por algunos guiños con el argumento del primer The Coma, la secuela se puede disfrutar perfectamente.
Un modesto Resident Evil 2D
La mejor manera de describir The Coma 2 es por la combinación de sus influencias. La narrativa y la ambientación es importante, y en esto puede tener rasgos de novela visual, pero los diálogos y escenas tampoco son tan densas como para que pases muchos minutos de simple lectura –que por cierto, llega traducido al español, una sorpresa teniendo en cuenta que este tipo de juegos minoritarios suelen venir en inglés-.
Pero The Coma 2 incluye varias mecánicas de survival horror un poco limitadas por el planteamiento 2D y las escasas acciones a realizar. Sea el instituto, la comisaría y otras localizaciones de la ciudad, nuestro objetivo general es explorar las zonas y conseguir tarjetas u objetos para entregar a personajes que nos permitan avanzar, abriendo un poco más el mapa. Son estos puzles sencillos de backgracking -ir y volver por el edificio según desbloqueamos habitaciones- lo que da ese toque de juego clásico que Resident Evil o de aventura gráfica simplificada. Los mapas suelen tener pasillos con obstáculos o escaleras que no se pueden utilizar, así que incluso con el práctico mapa de cada área, que revela nuestra posición y las habitaciones clave, todavía será necesario investigar los diferentes pisos hasta dar con los atajos.
Pero no sería un survival horror si únicamente nos limitásemos a ir de una habitación a otra buscando estas tarjetas: hay amenazas. Estas criaturas tipo zombi pueden aparecer por el suelo, son brazos que cuelgan del techo, o criaturas tóxicas. Si no tenemos algún tipo de arma improvisada nos tocará correr o realizar el movimiento de agacharse para evitar ser dañados. Hay sistemas de envenenamiento y sangrado, lo que significa que además de objetos curativos que recuperen la barra de salud necesitarás antídotos o vendajes que frenen una pérdida constante de la vitalidad. Además, una barra de cansancio impide que se abuse de los movimientos de carrera. Junto con esta gestión de salud y cansancio aparece la otra característica de muchos juegos de terror, el inventario reducido. Está bien recoger cada recurso de bolsas y escritorios que veas en tu investigación, nunca sabes cuándo necesitarás estos objetos, pero te puedes ver en una situación en la que tengas que tirar algo para hacer hueco.
Más adelante nos encontraremos con amenazas más serias, como la presencia de la profesora Song y sus acólitos en cualquier lugar del mapa. La idea del enemigo imprevisible es vieja y se ha usado tanto en Resident Evil como en Alien: Isolation, pero en The Coma 2 tiene algo menos de gracia dadas las restricciones de la jugabilidad. Sí, puedes esconderte en taquillas o debajo de mesas, pero el planteamiento 2D no hace esto tan divertido como en los ejemplos citados. Hay incluso un evento de pulsación de botones para ocultar la respiración y que Mina pase más inadvertida, pero ya os advertimos que lo que podía ser muy entretenido en Alien, buscar un armario y dejar que el monstruo pasase de largo, aquí es un poco más engorroso y básico.
Lo cierto es que incluso con sus pegas, más por las limitaciones en el gameplay que por fallos graves, The Coma 2 da en el clavo con muchas de las cosas que se propone. La tensión constante es una de ellas, sin necesidad de gráficos ultrarealistas, y la sensación de alcanzar un nuevo punto de guardado es la misma que en otros survival horror. Documentos y personajes nos dan más información de este mundo, que además aprovecha la ambientación con efectividad.
La estética anime quizás le resta un poco de dramatismo –tampoco es que pida ser tomado muy en serio-, pero las animaciones son buenas, los escenarios detallados y el juego de luces y sombras funciona para crear más misterio. La música cobra protagonismo allí cuando se aproxima un peligro y las voces en coreano pueden ayudar a meterte más en su fantasía de terror asiático –si bien no todos los diálogos están interpretados-, y es necesario escuchar los pasos para tener una idea de la posición de los enemigos. No es que reinvente la rueda en un género donde está ya todo casi contado, pero cumple con lo que se pide a un título que como mínimo te mantendrá en tensión, sobre todo en la recta final cuando la dificultad sube algún punto.
Conclusiones
The Coma 2: Vicious Sisters presenta una historia de terror juvenil, monstruos grotescos y suspense, con algunas mecánicas prestadas de otros survival horror más complejos. Tiene sus sustos gratuitos y tensión –nada excesivamente inteligente u original-, pero en más de un momento la ambición de la aventura se resiente del diseño 2D que impide que la exploración sea más libre o que el sigilo esté mejor llevado. No es demasiado largo, se puede completar en algo más de 6 horas, e incluso cae un poco en la repetitividad porque apenas evoluciona las ideas planteadas en los primeros minutos. Ahora bien, entendiéndolo como el juego indie que es, seguro que supera las expectativas de más de un jugador.
Hemos realizado este análisis en PS4 con un código que nos ha proporcionado Brown Betty.