Análisis de The Amazing Spider-Man 2 (PS4, Nintendo 3DS, Wii U, PC, Xbox 360, Xbox One, PS3)
La nueva aventura de nuestro trepamuros favorito es uno de esos juegos a los que podríamos apalear sin piedad y con mucha facilidad si quisiéramos centrarnos únicamente en sus numerosos errores. Pero mentiríamos si os dijéramos que no hemos pasado un rato mínimamente entretenido recorriendo Nueva York una vez más enfundados en el traje rojo y azul más reconocible de todo Marvel.
The Amazing Spider-Man 2 no es ese juego que todos los fans del personaje llevamos años esperando, y compararlo con otros títulos protagonizados por el cabeza de red como aquel maravilloso Spider-Man 2 o el divertidísimo Spider-Man: Shattered Dimensions sería incluso insultante, pero aun así, consigue ofrecer la diversión justa como para que el viaje se haga lo suficientemente disfrutable para cualquier aficionado a las andanzas de este superhéroe. ¿En qué falla exactamente? No tenéis más que seguir leyendo para descubrirlo.
A la caza del Kingpin del crimen
Esta vez, y a diferencia de lo que ocurrió con su primera parte, la historia del juego no es un epílogo imaginario de la película en la cual se basa. A cambio, Beenox nos ofrece un guion alternativo a los hechos del film, mucho más centrado en personajes como Kingpin y Kraven que en Electro y el Duende Verde (aunque estos también aparecen), el cual nos llevará a descubrir una compleja trama criminal mientras nuestro amigo y vecino Spider-Man es puesto a prueba.
El desarrollo de la historia deja bastante que desear, con una narrativa torpe y atropellada, vacíos argumentales que le hacen perder coherencia y una presentación de los personajes lamentable (el tratamiento que recibe Electro es un perfecto ejemplo de esto). Tampoco ayuda la vuelta de tuerca que se le ha dado a ciertos personajes como Carnage, cuyo origen parece un cacao sin mucho sentido entre lo visto en Ultimate Spider-Man, The Amazing Spider-Man y lo que la propia Beenox ha querido hacer con él.
Si buscáis un guion original que os atrape como lo hacen los juegos de Batman, lo mejor será que miréis para otro lado, porque aquí simplemente encontraréis una pobre excusa para que los villanos vayan desfilando ante vosotros y los tengáis que detener. Una de las novedades que se han incluido es la posibilidad de interrogar a ciertos personajes en escenas cinemáticas concretas escogiendo nuestras preguntas de entre varias posibilidades distintas. De ellas no solemos sacar nada útil, cortan un poco el ritmo y lo realmente importante lo descubriremos cuando le demos a "Finalizar conversación", por lo que sobran bastante y no aportan nada a la historia.
Balanceándonos por Nueva York
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, la forma más rápida de resumirla sería comentaros que estamos ante una especie de The Amazing Spider-Man 1.5. Esta secuela sigue paso por paso la fórmula de su predecesor, por lo que volvemos a encontrarnos con un juego de mundo abierto en el que podremos explorar con total libertad. Si movernos por Nueva York en su primera parte ya era todo un gustazo, ahora lo es más todavía gracias a su mejorado sistema de balanceo.
Ahora el gatillo izquierdo nos permitirá lanzar nuestra red con el brazo izquierdo, y con el derecho haremos lo mismo pero con el otro brazo. Gracias a esto, ahora tenemos un control mucho más eficaz sobre nuestros balanceos, lo cual sumado al acertado Web Rush (un sistema que nos permite ralentizar la acción para apuntar con precisión hacia dónde queremos dirigirnos), consiguen hacer que moverse por la gran manzana se convierta en una experiencia inigualable. La ciudad es nuestro campo de juegos, tal y como debe ser en un juego del trepamuros.
Combatiendo el crimen
El sistema de combate bebe directamente de lo visto en los juegos de Batman, por lo que con un botón haremos combos de todo tipo, mientras que con otro esquivaremos y realizaremos contras. Si conseguimos aturdir a un enemigo, nos bastará con pulsar el botón de lanzamiento de red para "ejecutarlo". Además, podremos lanzar redes para ralentizar a nuestros rivales, desarmarles, impulsarnos hacia ellos o atraerlos hacia nosotros. A esto hay que sumarle la posibilidad de lanzar redes iónicas para destruir armaduras y un ataque cargado con el que aturdir a los criminales más duros.
Sin ser un derroche de originalidad y de buen hacer, lo cierto es que combatir resulta una experiencia muy divertida gracias a las vistosas y ágiles coreografías que llegaremos a ver, las cuales recrean perfectamente la forma de luchar y de moverse tan característica de Spidey. Además, tendremos que usar prácticamente todo nuestro arsenal de movimientos (los cuales podremos mejorar invirtiendo en ellos los puntos de experiencia que obtengamos), ya que cada uno de los tipos de enemigos con los que nos encontraremos requieren de estrategias concretas para derrotarlos.
Eso sí, cuenta con un par de problemas que estropean un poco la experiencia. El primero de ellos es la cámara, la cual hará todo lo posible por mostrarnos el ángulo más incómodo que podamos imaginar, lo que nos dejará muy vendidos en más de una ocasión. El otro problema lo encontramos en el sistema de apuntado, gracias al cual lanzar redes al enemigo al que queremos atacar puede convertirse en toda una odisea a la que se junten tres o cuatro de ellos (lo cual suele ser casi siempre).
¿Héroe o amenaza?
Como todo juego de mundo abierto que se precie de serlo, The Amazing Spider-Man 2 cuenta con un gran número de actividades que realizar en la ciudad. Estas podríamos dividirlas en dos: tareas secundarias como completar carreras, encontrar cómics coleccionables o asaltar las guaridas de los mafiosos, y las luchas contra el crimen. Las primeras no nos dan demasiado incentivos para realizarlas y no están demasiado inspiradas (lo más interesante que sacaremos de ellas serán trajes y cómics para leer), mientras que las segundas nos llevarán a acabar con gánsteres de poca monta, rescatar rehenes, evitar que exploten bombas en la ciudad, etcétera.
Estas actividades acaban haciéndose monótonas y repetitivas como ellas solas y a pesar de su carácter opcional, el juego se empeñará en obligarnos a completarlas. El motivo de esto es el nuevo sistema de "héroe o amenaza" que se ha incluido, el cual nos penalizará si dejamos que el crimen se extienda y no acudimos a auxiliar a los más necesitados. Si nuestro medidor se sitúa en "Amenaza", las fuerzas de seguridad de la ciudad pasarán a atacarnos cuando nos vean, dificultando así nuestro avance.
Entendemos que somos Spider-Man y que tenemos que hacer honor a eso de "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", pero esto es algo que se podría haber hecho de muchas otras formas, más coherentes y con sentido, y ofreciéndonos mucha más diversión como jugadores. Su funcionamiento es muy simple: los crímenes que estén a punto de completarse se indicarán con unos destellos rojos, si no acudimos a tiempo, nuestro medidor de reputación bajará. Aunque al principio no hay muchos problemas en activo, en los últimos compases del juego no pararemos de ver destellos rojos por todo el minimapa, algo que puede llegar a agobiar y cansar bastante.
Al final este sistema se siente como algo forzado y como una manera muy artificial de alargar la escasa duración del juego, convirtiéndose así en uno de los peores añadidos que jamás hayamos visto incluidos en la secuela de un videojuego. Por suerte, si sois buenos esquivando y moviéndoos por la ciudad, podréis pasar bastante de él, ya que las misiones no se ven afectadas por nuestra reputación.
Lo que resulta muy frustrante es que aunque nos trabajamos subir nuestra reputación, el título tirará por tierra todos nuestros esfuerzos en determinados momentos de la historia, en los cuales nos la bajará a negativa, obligándonos a empezar de cero. Y esto no lo hace solo una vez, ya que hemos contado hasta tres veces en las que nos han bajado la reputación a "Amenaza" solo para mostrarnos los efectos que tiene pasar del crimen.
Un Peter Parker de segunda
Otra de las "grandes" novedades con las que se ha promocionado el juego es la posibilidad que tenemos ahora de controlar a Spider-Man sin su traje, es decir, como Peter Parker. Estos momentos son terriblemente decepcionantes y no llegan a aportar absolutamente nada al juego. Es más, sobran y molestan, ya que lo único que haremos en ellos será andar de un sitio a otro, sacar una foto de vez en cuando y hablar con el personaje que nos indiquen.
También podremos controlarle dentro de su casa, algo que en un principio puede sonar bien, ya que no todos los días se tiene la oportunidad de visitar y explorar el hogar de Spider-Man. Sin embargo, la cosa pierde todo el atractivo en el momento que descubrimos que lo único interesante que tenemos para hacer allí es rejugar las misiones de la historia principal y cambiarnos de traje (cada uno de ellos tiene sus características propias, aunque la forma de jugar no cambia casi nada de uno a otro).
Una breve aventura con unos villanos muy desaprovechados
La historia principal está dividida en 14 misiones. Estas no son muy largas y cuentan con un diseño bastante discreto que no se sale demasiado del clásico avance repartiendo tortas. De hecho, ahora el sigilo del primer juego se ha reducido a su mínima expresión y solo en un par de momentos nos será realmente útil (donde más provecho se le saca es en las guaridas de mafiosos opcionales, donde no podemos dar la alarma).
Por lo tanto, los momentos más variados los encontraremos a la hora de enfrentarnos a los jefes finales que se han incluido. Beenox ya nos ha demostrado en el pasado que puede hacer grandes combates de este tipo, como quedó patente en Shattered Dimensions, pero lo que nos hemos encontrado en este caso es algo totalmente decepcionante.
A excepción de un par de ellos, estas batallas son un paseo, carecen de intensidad, no están nada inspiradas y nos obligarán a repetir el mismo patrón hasta el infinito, ya que estos grandes villanos no cuentan con más de dos o tres ataques distintos, todos ellos facilísimos de esquivar y contrarrestar. Y eso que tienen varias fases, aunque los cambios de una a otra no suelen alterar la dinámica del combate.
El juego en sí tampoco es que sea demasiado complicado, ya que en lo que hemos tardado en pasárnoslo en Difícil solo hemos muerto un par de veces, y por errores tontos como lanzarnos a pelear contra un grupo de ocho enemigos sin habernos curado antes por no mirar nuestra barra de vida.
Su duración también nos ha parecido muy escasa, ya que no hemos tardado ni cinco horas en llegar hasta los títulos de crédito, con un 70% del juego completado y pasando bastante del sistema de "Héroe o Amenaza" durante la segunda mitad. Si queréis ir a por el 100%, sumadle unas tres o cuatro horas más a esta cifra. Esto es algo que mosquea más todavía cuando encima el juego se queda con un final abierto de cara a una tercera parte.
La Gran Manzana
Gráficamente nos encontramos ante un título muy discreto que no aprovecha para nada la potencia de las nuevas consolas, ni siquiera la de PS3 y Xbox 360. Los escenarios no están demasiado detallados y por lo general da la sensación de que Nueva York es una ciudad sin vida y vacía. A esto hay que sumarle ciertos bugs y errores de programación, como un popping muy notorio y unas sombras que fallan bastante para darnos cuenta de que no estamos para nada ante un referente gráfico.
En cuanto a los personajes la cosa no mejora demasiado. Si bien Spider-Man está genialmente recreado y por lo general cuenta con unas buenas animaciones, en el momento que miramos a los secundarios, villanos y enemigos de la aventura, la cosa cambia bastante. Incluso el modelado de Peter Parker resulta lamentable e irreconocible, ya que cualquier parecido con Andrew Garfield (el actor que le da vida en la película) es pura coincidencia. Solo Stan Lee se salva un poco de la quema, y con reservas, ya que las texturas de su ropa pueden dañar a la vista. Para colmo, las animaciones faciales son prácticamente inexistentes y ni siquiera hay una buena sincronización labial.
También tenemos que advertiros sobre la versión de PC (la que hemos utilizado para este análisis), ya que esta deja muchísimo que desear. Está muy mal optimizada y sufre de ciertos bajones en la tasa de imágenes por segundo independientemente de lo potente que sea vuestro equipo. Las escenas cinemáticas no van tampoco especialmente finas y encima el menú de configuración de vídeo del juego está fuera del programa, por lo que siempre que queramos cambiar algo nos tocará salirnos. Lo mismo se puede decir de los controles con teclado y ratón, nada recomendables, incómodos e imprecisos.
Finalmente, en lo que respecta al sonido, decir que cuenta con una banda sonora de corte épico que ambienta muy bien todas nuestras aventuras. Por otra parte, el doblaje únicamente está en inglés (los textos sí están en español) y es algo irregular, mezclando algunas interpretaciones y voces bastante decentes con otras que chirrían muchísimo.
Conclusiones
The Amazing Spider-Man 2 se nota que es un juego hecho con prisas, con pocas ganas y que carece de ambición más allá de querer sacar tajada aprovechando el tirón de la película del mismo nombre. Consigue mejorar algunas cosas de su primera parte, como el sistema de balanceo y de combate, aunque en todo lo demás ha dado varios pasos atrás. Para rematar, sus pocas novedades le han hecho más daño que ayudado, lo que nos deja con un producto muy flojo que no está para nada a la altura del trepamuros. Sin embargo, incluso con todos sus errores, nos ha entretenido, por lo que quizás queráis darle una oportunidad, aunque ya os avisamos que su precio de salida (incluso los 29,99 euros que cuesta en PC) se nos antoja algo elevado.