Análisis de Song of the Deep (PS4, PC, Xbox One)

Insomniac Games es un estudio que, ahora mismo, se encuentra en un momento de forma envidiable. Y eso nos alegra mucho, porque después de convertirse en uno de los equipos de desarrollo más célebres durante la era de los 32 bits, poco a poco fue apagándose hasta pasar a ser un estudio secundario. Pero gracias a joyas como Sunset Overdrive o el reciente (¡y excelente!) reseteo Ratchet & Clank, nuevamente ha vuelto a ganarse la admiración de todos los usuarios.

Con Song of the Deep, su nueva producción de carácter underground (definirla como indie nos parecería un tanto engañoso) no hace más que refrendar dicho estatus. Esta obra rebosa encanto y buen hacer por todos sus circuitos y, a pesar de que posee sus defectos, sin duda se trata de otra buena muestra de lo que es capaz de hacer este talentoso equipo.

Aventuras en las profundidades

Es curiosa la idea que sirvió de inspiración para dar vida a esta producción.

Todo salió de la mente de la hija de uno de los miembros del propio estudio, Brian Hastings (Creative Officer de Insomniac Games), la cual quería disfrutar de un juego que estuviera protagonizado por un niña y que mandara un mensaje claro: el amor puede romper cualquier barrera y puede suponer un gran motor para hacer cualquier cosa por aquellos a los que amas.

Esa es precisamente el ejemplo que sigue Merryn, la protagonista de esta historia. Después de tener un sueño en el que su padre (pescador de profesión) quedaba atrapado en las profundidades del océano y comprobar que a la mañana siguiente éste había desaparecido, la niña sale en su busca.

Para tal fin construye un submarino improvisado con partes sobrantes que encuentra en el taller de su casa y parte con la única meta de investigar el fondo marino en busca de su desaparecido padre. Un viaje que la llevará a sortear innumerables peligros, explorar zonas realmente bellas, conocer ciertos aliados y solventar decenas de puzles. Una propuesta muy en la línea de la que se ha dado en llamar en los últimos años juegos de estilo metroidvania, es decir, títulos de desarrollo 2D que poseen un diseño de niveles bastante enrevesado y en los que es necesario recorrer la misma zona varias veces para descubrir todos los secretos que ésta oculta, incluyendo nuevas posibles rutas.

Por fortuna para los que amamos este tipo de propuestas no son pocos los títulos que han ido apareciendo a lo largo de los últimos años catalogables como tales. Y también nos alegra afirmar que Song of the Deep es uno de los mejores dentro de su género de cuantos han aparecido en la presente temporada, todo un logro. ¿Y por qué? Pues porque posee una buena cantidad de virtudes que ahora mismo os explicamos que se sobreponen a los escasos defectos que también ostenta, dando forma a una aventura que si bien no es sobresaliente en todas sus vertientes, sí que posee la calidad suficiente como para tratarse de una producción muy notable y recomendable.

Jugabilidad diversa y rica

En cuanto nos adentramos en las profundidades del océano nos damos cuenta rápidamente de dos hechos principales. Por una parte, la atmósfera que ha sido creada para dar forma a esta obra y de la que más tarde hablaremos es tremendamente atractiva. Y, también, que el título nos obsequia con una amplia gama de situaciones que debemos ir resolviendo de maneras muy distintas.

Song of the Deep puede presumir de gozar de un sistema de juego bastante complejo en el mejor de los sentidos, combinando numerosos elementos que dan forma a una aventura muy completa y variada. Pero vayamos por partes.

De entrada la exploración de los fondos resulta fundamental. Dichos escenarios gozan de un diseño bastante atractivo y laberíntico en muchas ocasiones, siendo necesario investigar a conciencia cada zona de juego porque cada una de ellas esconde numerosos secretos, rutas alternativas, monedas y objetos valiosos que es posible ir recopilando. ¿Y para qué es necesario efectuar esto último? Pues, sobre todo, para ir mejorando la capacidad y disposición de nuestro submarino, que es capaz de recibir mejoras que le permitan desde disparar misiles a usar una pinza que podemos emplear tanto para recoger objetos como para atacar a los rivales.

Dichas mejoras resultan fundamentales para, primeramente, ser capaces de ir alcanzando nuevas zonas de juego anteriormente inaccesibles, aspecto fundamental en este tipo de producciones. Pero, también, mejorar nuestro armamento también nos permite dejar de ser una presa tan fácil para los numerosos enemigos que acechan en las profundidades de este majestuoso océano.

Efectivamente, aunque al comienzo de nuestro viaje apenas notamos la presencia de los adversarios, a medida que progresamos la cantidad y resistencia de los rivales que nos acechan en cada área va creciendo de manera progresiva. Y eso incluye la presencia de algún que otro jefe final, muy escasos eso sí, los cuales ya os aseguramos que nos pondrán las cosas complicadas.

Pero sin duda y a nuestro juicio el peor "rival" que nos acecha en esta aventura tiene que ver con la resolución de puzles. Son muchos los enigmas y rompecabezas que nos aguardan en la infinidad del océano y si bien al principio estos son más bien sencillos, esporádicos y apenas suponen reto alguno, a medida que avanzamos es necesario ir usando mayores cantidades de neuronas y, también, demostrar nuestra habilidad con el mando para ser capaces de superar algunos retos. Puzles y minijuegos que añaden todavía más gracia al asunto.

Y a todo esto se suma otro elemento más que no podemos dejar de mencionar: su gran narrativa. En cuanto presenciamos las primeras escenas que tienen lugar al principio del juego somos testigos del gran arropo que presenta esta obra en este sentido. Y aunque no llega a rezumar el mismo encanto que lo vivido en otras obras ya clásicas como el majestuoso Ori and the Blind Forest (por citar un ejemplo claro), lo cierto es que Song of the Deep también puede presumir de gozar de una gran historia y de un encanto especial.

Jugar a esta aventura es una delicia casi de principio a fin, pero también es necesario señalar algunos defectos. De entrada, nos parece un título que sin saber muy bien por qué presenta un par de cambios bruscos hacia la mitad del juego. Por una parte se produce un salto en el nivel de dificultad un tanto desajustado en nuestra opinión, afectando tanto a la resolución de ciertos puzles como a la hora de aguantar las arremetidas de los enemigos. No es que tengamos nada en contra de aumentar el nivel de reto en los juegos en general, más al contrario, pero en este caso pensamos que no se ha hecho de la mejor manera y resulta un tanto artificial. No viene muy a cuento, sinceramente.

Y por otra parte, a pesar de que se trata de un título bastante variado y tremendamente divertido, lo cierto es que va de más a menos, ya que la parte final apenas resulta sorprendente y recicla numerosos elementos de juego ya vividos con antelación. ¿Terminan estos problemas afectando a la jugabilidad? Pues lo cierto es que sí, pero no la arruinan por completo, más bien la empañan.

Para nosotros esto último es una pena por la sencilla razón de que estamos convencidos que, con algo más de tiempo de desarrollo, esta aventura podría haber alcanzado cotas más altas de diversión. No nos hubiera extrañado que hubiera acabado codeándose con las grandes obras independientes que nos ha dejado esta temporada como Inside o The Witness.

Encanto submarino

Lo que sí que resulta admirable se mire por donde se mire es todo lo relacionado con la faceta audiovisual. Esta obra nos proporciona una de las mejores ambientaciones que hemos podido degustar en los últimos tiempos en un título de semejantes características, siendo un viaje que merece la pena disfrutar simplemente por admirar dicha majestuosidad.

La elaboración de los entornos es impecable. Todos ellos transmiten unas sensaciones que difícilmente podemos explicar y consiguen embriagarnos por su hermosura y diversidad, toda una muestra del talento que poseen los diseñadores del estudio americano. Puede que los personajes y demás elementos sean más sencillos de lo que cabía esperar, pero todo el protagonismo recae en una belleza ornamental digna de ser elogiada.

Y en cuanto a su vertiente sonora, la excelente banda sonora que nos acompaña durante toda la aventura ambienta impecablemente cada estancia que recorremos, y a estas notables composiciones se unen efectos muy variados y una buena interpretación en inglés con subtítulos en español.

Conclusiones

No alcanza el nivel de perfección que nos han dejado otras obras maestras independientes de la temporada pero, a pesar de eso, Song of the Deep supone un viaje lleno de ternura, emociones y belleza estética que nadie debería perderse. Además su jugabilidad es tremendamente variada y se extiende a lo largo de unas 8 o 10 horas de juego aproximadamente. Podría haber sido todavía mejor, pero nos conformamos con lo que nos ofrece este nuevo trabajo de Insomniac Games.

Este análisis ha sido elaborado mediante un código para Xbox One enviado por Insomniac Games.