Análisis de Serial Cleaner (PS4, Switch, PC, Xbox One)
La tradición que manda en esto de los videojuegos de acción dicta que la misión del jugador es matar a todo lo que se mueva y dejar el mayor destrozo posible en los escenarios. No hay otra preocupación ni tampoco sentimiento de culpa. El Veni, vidi, vici que dirían algunos. Destroza el escenario, que de limpiar el estropicio ya se encargará otro. En los últimos años hemos recibido alguna propuesta original que analizaba esta situación desde la otra perspectiva, la de quien tiene que arreglarlo todo después del paso del jugador.
Viscera Cleanup de de Runestone jugó con esta idea en 2015 y ahora recibimos otro título independiente que nos pone en la piel del "limpiador" de la escena del crimen. Se trata de Serial Cleaner, obra del estudio polaco iFun4All editado por Curve Digital para PC en Steam y para consolas en PS4 y Xbox One. Tras pasar la fase de Acceso anticipado, esta propuesta diferente nos mete en la piel de un varón setentero con gafas de sol tintadas y una forma de vestir nutrida por los grandes estereotipos de aquella época.
Somos el limpiador, la última persona a la que las mafias acuden cuando se ha cometido el asesinato, el eslabón perdido en la cadena de la ocultación de pruebas. Residimos en una casa familiar junto a nuestra anciana madre y recibimos llamadas telefónicas con encargos en clave que debemos cumplir. Suena el teléfono y el mensaje es claro: coge el coche para visitar el escenario del crimen y limpiar todas las pruebas que se han quedado por el camino, cadáveres y charcos de sangre incluidos.
Los sicarios han entrado en una discoteca y han acabado con la vida de tres personas. Escapar no ha sido problema para ellos, pero con las prisas se han olvidado de dejar el terreno libre de pruebas. Entramos en juego nosotros con nuestro "sentido de limpiador", nuestra aspiradora chupa sangre y el ingenio para evitar a los policías que, como es lógico, investigan el escenario y controlan que las pruebas permanezcan intactas y sin manipulaciones. Toca infiltrarse, resolver la situación y escapar de la zona. Aquí no ha pasado nada.
Serial Cleaner es lo que debe suceder después de una partida a Hotline Miami si lo mezclamos con el sigilo de la serie Metal Gear. Desde una perspectiva cenital tomamos el control del protagonista y usando nuestro sentido de limpiador, una suerte de poder especial llevado al terreno de los asesinatos, observamos una panorámica completa de la escena para detectar la posición de la sangre, los cuerpos, las pruebas a requisar y los guardias que las vigilan. Observamos también las rutas que sigue la seguridad en el escenario del crimen.
Nuestra misión es avanzar recolectando los cadáveres y las pruebas, y limpiando un porcentaje concreto de sangre del nivel con la aspiradora. Cumplidos los tres objetivos, volvemos al coche para superar el nivel. Parece fácil y en efecto lo es durante los primeros compases del juego, pero pasados los primeros niveles la cosa se complica: tenemos que recoger más cadáveres, pruebas y sangre, la inteligencia artificial está más al loro de nuestros movimientos y es más numerosa, y los propios escenarios se vuelven más enrevesados.
Los niveles de Serial Cleaner son puzles en sí mismos. Nuestra misión es analizar el ángulo de visión de los enemigos dibujado en el mapa, esquivarlos cuando podamos (debemos ser pacientes) y proceder para cumplir los objetivos. El propio diseño de los escenarios, que cuenta con espacios donde podemos ocultarnos y zonas móviles (coches, muebles, etc.) es un enemigo más durante las partidas, ya que a veces intentaremos correr para escapar y nos iremos chocando con sus aristas retrasando nuestro avance para ser capturados.
Si nos caza la policía, volveremos a comenzar el nivel desde el principio. Da igual el avance que llevemos en la partida. La penalización es total y eso hará que nos pensemos dos veces cuándo realizar un movimiento. Serial Cleaner cuenta con una jugabilidad a priori simple que hila de manera notable muy pocos elementos para terminar convirtiéndola en algo complejo. El trabajo de diseño de niveles y mecánicas presentado por iFun4All es más que destacable si tenemos en cuenta todo el partido que saca a sus raíces.
El juego cuenta con dos modos. El primero nos guía a través de una historia con más de diez escenarios a completar de la mano de niveles inspirados por asesinatos en serie de hace varias décadas. El segundo son los encargos o retos especiales que iremos desbloqueando al encontrar objetos en los escenarios de la trama principal. Estos encargos beben directamente del cine de thriller y asesinos en serie de finales de la pasada década y hace homenajes muy bien llevados a grandes producciones como Taxi Driver.
En lo visual, Serial Cleaner presenta un estilo artístico simple pero efectista y estiloso. Sus personajes y escenarios formados por pocos polígonos y aristas muy marcadas encajan a la perfección en el planteamiento jugable. Todo está colocado con precisión quirúrgica para funcionar en las partidas. La banda sonora, pese a tener también su propio estilo, se antoja mecánica y repetitiva, sobre todo cuando te quedas atascado en un nivel y la paciencia comienza a brillar por su ausencia. Tampoco destaca por tener un guión especialmente brillante. Es de los pocos "peros" que se pueden exponer.
Tú asesina, que nosotros limpiamos la sangre
Serial Cleaner es un título divertido, diferente, arriesgado e interesante que nos propone jugar a ser el limpiador de escenas del crimen variadas con bastante estilo y saber hacer. Con un precio de 14,99 euros, este título tiene ingredientes suficientes como para justificar su compra si buscas algo que refresque tu día a día con lanzamientos más tradicionales. Es un indie que no peca de ambicioso y que apoya sus mejores ingredientes en ejecutar con acierto sus no demasiadas pero ordenadas y justificadas virtudes. Una grata sorpresa para todos.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado VIM Global.