Análisis Ninja Gaiden: Master Collection, el regreso de Ryu Hayabusa (PS4, Xbox One, Switch, PC)

Analizar un recopilatorio como Ninja Gaiden: Master Collection es una tarea casi tan complicada como terminarse cualquiera de sus juegos en Maestro Ninja. Por un lado, estamos hablando de una de las mejores sagas de hack and slash que se han hecho nunca, pero por el otro de una remasterización muy perezosa que, para colmo, nos trae las peores versiones de sus dos títulos más aclamados. Como veis, se trata de un complejo equilibrio nada fácil de valorar ante las contradictorias señales que no deja de enviarnos a medida que realizamos todo tipo de carnicerías mientras encarnamos al icónico Ryu Hayabusa. Pero como bien nos ha enseñado la serie, la senda del ninja está repleta de obstáculos ante los que no hay que achantarse, ¡así que allá vamos!

El factor Sigma

De este modo, nos encontramos con una colección digital que incluye las remasterizaciones de Ninja Gaiden Sigma, Ninja Gaiden Sigma 2 y Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge, lo que se traduce en que son exactamente los mismos juegos que jugamos en su momento, pero a 4K y 60 fps si disponemos de una PS4 Pro, Xbox One X, Xbox Series X/S, PlayStation 5 o un PC capaz de moverlo en estas condiciones (no es compatible con 120 fps ni resoluciones ultrapanorámicas), mientras que en Switch sus especificaciones técnicas son de 720p y 60 fps tanto en portátil como en sobremesa. Adicionalmente, cabe destacar que trae consigo todos sus contenidos descargables y modos extras a excepción del multijugador online de Sigma 2 y Razor’s Edge. De la misma manera, el Modo Turbo de Sigma 2 Plus también ha sido eliminado.

Y ya está, no busquéis más porque no lo vais a encontrar. A nivel gráfico no se han hecho retoques ni mejoras de ningún tipo más allá del mencionado aumento de resolución y de mantener la tasa de imágenes por segundo muchísimo más estable que en sus versiones originales. De hecho, para acceder a sus únicos extras tendremos que pagar una pequeña suma adicional para hacernos con su edición Deluxe, la cual incluye la banda sonora completa de los tres títulos y un libro de arte.

Aunque es una pena que no hayan aprovechado la ocasión para introducir retoques más profundos en su apartado audiovisual, tenemos que admitir que los controles responden a la perfección en toda la trilogía y que el rendimiento es prácticamente impecable, suponiendo esto último una mejora más que sustancial respecto a lo que jugamos en PlayStation 3, Wii U y Xbox 360 en su día, por lo que no se puede decir que sean unas malas conversiones. Además, la imagen se ve muy nítida y limpia, algo que nos ha permitido leer la acción mejor que nunca, por lo que no se puede decir que sean unas malas conversiones, más bien al contrario.

El problema fundamental de la colección lo tenemos precisamente en los títulos que han sido incluidos, ya que se ha apostado por los descafeinados Ninja Gaiden Sigma y Ninja Gaiden Sigma 2 en vez de por Ninja Gaiden Black y Ninja Gaiden 2, dos obras maestras del género y de los videojuegos en general que a día de hoy solo pueden disfrutarse en Xbox gracias a la retrocompatiblidad de Xbox One y Xbox Series X/S (además, ambos se ven de auténtico lujo en Xbox One X y Xbox Series X/S). Según Team Ninja, han apostado por las versiones Sigma de las dos primeras entregas porque las demás se han perdido y son irrecuperables, una excusa que no puede evitar que el recopilatorio pierda mucho encanto.

En el caso del primer título, la edición Sigma mejoró gráficos, añadió nuevos niveles en los que controlábamos a Rachel, sumó las espadas dobles como arma, rebajó el nivel de dificultad, incluyó nuevos jefes y tipos de enemigos e introdujo algunas mejoras de calidad de vida como poder usar ítems sin tener que abrir el menú de pausa, entre otras cosas. Todo esto que sobre el papel suena muy bien, en la práctica acabó por decepcionar muchísimo: se eliminaron prácticamente todos los puzles y varias secciones, las animaciones se rehicieron y empeoraron ligeramente las sensaciones a los mandos a la hora de combatir, los niveles de Rachel eran flojísimos y totalmente prescindibles, los nuevos jefes fueron de lo peor de la saga, el reto no estaba tan exquisitamente equilibrado ni estudiado como en Black, etcétera. Por suerte, la base del original era tan buena que incluso con todas estas pegas sigue siendo un buen juego que tiene mucho que ofrecer y que puede ser disfrutado sin demasiados problemas por cualquiera que busque un hack and slash de calidad, especialmente si es la primera vez que os aproximáis a la serie.

Lamentablemente, lo que ocurrió con Ninja Gaiden Sigma 2 fue todavía más sangrante, pues sufrió tantísimos cambios respecto a Ninja Gaiden 2 que quedó casi irreconocible. La secuela de las aventuras de Ryu Hayabusa se caracterizó por ser uno de los títulos más bestiales y frenéticos que se han hecho hasta la fecha. Una demencial odisea de acción en la que debíamos hacer frente a ingentes cantidades de enemigos que no paraban de atosigarnos mientras los desmembrábamos, despedazábamos y llenábamos toda la pantalla de sangre y cuerpos mutilados. Un título que no nos daba ni un solo segundo de respiro y que hacía de esta vorágine de muerte y destrucción su principal fortaleza junto a un sistema de combate impecable, pulidísimo, profundo y adictivo como pocos.

Sin embargo, cuando Team Ninja decidió llevar el título a PS3 con Ninja Gaiden Sigma 2 tomó la desafortunada decisión de mejorar su apartado gráfico a costa de reducir el número de enemigos simultáneos en pantalla y rebajar considerablemente los niveles de gore. A cambio, hicieron que los rivales fuesen más resistentes para mantener la dificultad, aunque el daño ya estaba hecho y a la hora de jugar las diferencias fueron notables, dejándonos con un título con un ritmo más pausado y que debíamos afrontar de una manera muy distinta, siendo más similar en el combate al primer Ninja Gaiden Sigma que a Ninja Gaiden 2. Además, esto tuvo un impacto muy negativo en varias partes del juego que quedaron totalmente vacías, empeorando así el desarrollo de la aventura. También introdujo secciones nuevas y jefes inéditos, pero nada que fuese especialmente brillante o que realmente compensase.

La parte positiva la tuvo en la introducción de nuevos personajes jugables, modos adicionales e incluso un interesante multijugador cooperativo online repleto de misiones de arena. A pesar de que ya no podemos jugar junto a otro jugador en este recopilatorio, se nos da la posibilidad de seguir disfrutando de su propuesta en compañía de un segundo personaje controlado por la IA, aunque os vamos avisando que no termina de dar la talla cuando las cosas se complican. De todos modos, volvemos a decir lo mismo que con el primer Sigma: la base de la serie es tan buena que incluso con esta versión tan desmejorada de la segunda entrega os lo vais a pasar realmente bien, ya que no deja de ser un buen juego y un gran exponente del género.

Finalmente llegamos a Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge, probablemente el título más interesante de los incluidos en la colección, ya que esta vez sí que se trata de la mejor versión de la tercera entrega. Como mucho sabréis, la primera edición de Ninja Gaiden 3 fue un auténtico desastre, un título que hacía agua por todos lados y que no le llegaba ni a la suela de los zapatos a sus predecesores, algo aplicable tanto a su jugabilidad como a su dificultad y diseño de niveles.

Por suerte para todos, el equipo de desarrollo aceptó las durísimas críticas que recibió y trabajó en una segunda versión llamada Razor’s Edge que mejoró hasta el infinito la experiencia de juego. A efectos prácticos no dejaba de ser un gigantesco parche, ya que la base era la que era y cosas como el diseño de sus fases no se pudo alterar, pero lo más importante, su sistema de combate, se rehízo por completo y quedó de auténtico lujo. También añadió más modos, unos interesantes niveles protagonizados por Ayane, el debut jugable de Kasumi en la saga y un multijugador cooperativo online que en la Master Collection ha desaparecido. Resumiendo, una aventura que incluso con sus peros resulta enormemente disfrutable, brutalmente desafiante y adictiva como pocas.

Conclusiones

Puede que Ninja Gaiden: Master Collection nos ofrezca las peores versiones de Ninja Gaiden y Ninja Gaiden 2 en una remasterización que se limita a hacer lo mínimo exigible, pero no podemos negar que se trata de un recopilatorio muy interesante que nos ha recordado cuánto echábamos de menos esta magnífica trilogía, la cual incluso en sus horas bajas demuestra por qué sus juegos siguen siendo todo un referente de la acción y los hack and slash. ¿Podría haber sido muchísimo mejor esta colección? Sin duda, pero si os gusta la serie o queréis descubrirla por primera vez y no tenéis acceso a otras ediciones de sus dos primeras entregas, se trata de una opción de compra que bien merece la pena valorar.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PS4 que nos ha facilitado Koei Tecmo.