Análisis de Dishonored: Definitive Edition (PS4, Xbox One)
Este es uno de esos juegos a los que la etiqueta "remasterización" le queda un poco grande, ya que no deja de ser el juego de 2012 para PS4 y Xbox One sin apenas mejoras, y eso sí, con todos los contenidos descargables, por lo que sería más justo considerarlo una edición GOTY o juego del año. Es difícil valorarlo, ya que Dishonored nos enamoró en 2012, y hemos descubierto al volver a jugarlo en pleno 2015 que sigue igual de vigente, y es un juegazo que no ha envejecido en estos últimos tres años.
En el pasado E3 en la conferencia de Bethesda nos alegramos mucho cuando se anunció Dishonored 2, aunque a la vez nos sorprendimos por su tibio recibimiento, a años luz del de Doom o Fallout 4 en el mismo evento. Esto nos sirvió para darnos de que Dishonored no es un título tan popular como creíamos, y aunque nos parece uno de los mejores juegos de la pasada generación, todavía queda mucha gente por descubrirlo. Quizá por esto no es tan mala idea esta versión para las nuevas consolas, que puede ser una buena oportunidad para que muchos jugadores lo descubran por primera vez.
La saga Dishonored fue creada por los franceses Arkane Studios, con Raphael Colantonio (Dark Messiah Might And Magic) y Harvey Smith (System Shock, Deus Ex) al mando, y un equipo no demasiado grande que fue capaz de ofrecer un juego con un acabado más propio de una superproducción, que ocultaba sus limitaciones técnicas con un apartado artístico soberbio, que consigue que visualmente no haya envejecido un ápice, y nos sigue pareciendo una pasada gráficamente.
Una aventura de sigilo en un mundo steampunk original y apasionante, donde encarnamos a un asesino que se tiene que vengar de aquellos que le tendieron una trampa que cambió su vida para siempre. Como en todas estas aventuras en las que siempre se nos dice que podemos jugar con acción directa o sigilo, por supuesto como se disfruta más es moviéndote entres las sombras sin ser descubierto, y para ello tenemos una sería de poderes sobrenaturales que nos facilitan las cosas y le dan un toque de personalidad al juego, en especial el genial Guiño, que nos permite teletransportarnos varios metros.
Además del interesante universo creado para la ocasión, su acertada jugabilidad con muchas posibilidades y un amplio árbol de habilidades, y sus escenarios abiertos con múltiples rutas, una de las cosas que más nos gustó en su día de Dishonored fue su libertad para resolver una misma situación de diferentes maneras, lo que tiene un impacto en el mundo que nos rodea. Una historia bien escrita con unas cuantas sorpresas, y un derroche de imaginación en cada esquina, nos encanta este juego, y al jugarlo tres años después hemos vuelto a comprobar lo bueno que sigue siendo.
Si queréis conocer más en detalle todo lo que nos parece, podéis leer el análisis que publicamos en su día, totalmente válido todavía, y la gracia de esta nueva versión es poder tener reunido en un único disco el juego original con todos sus DLC, bastante buenos, en la línea de lo que nos tiene acostumbrados Bethesda. Dunwall City Trials, una serie de desafíos al margen de la historia un tanto entretenidos, Void Walker Arsenal, una serie de contenidos que se regalaban en las reservas reunidos en un único pack, y sobre todo El puñal de Dunwall y Las brujas de Brigmore, más que unos DLC unas expansiones como las de antaño.
En El puñal de Dunwall nos metemos en la piel de Daud, uno de los malos de la historia original, lo que nos hacía ver la historia con un interesante y diferente punto de vista, visitando nuevos escenarios con nuevos y poderes, con unas 7 horas de duración. Y Las brujas de Brigmore es su continuación, otra aventura muy interesante, y que además contiene bastantes menciones al escenario que visitaremos en Dishonored 2, por lo que es un buen momento para recuperar estos contenidos, a la altura del juego original.
Respecto a esta versión de PlayStation 4 y Xbox One, poco hay que decir. Cuenta con 1080p de resolución, y se mueve a 30fps, como el título original en Xbox 360 y PS3, aunque todavía más estable, y con una imagen más limpia y depurada, como se veía entonces en PC si contabas con una máquina lo suficientemente potente. Como en todas estas remasterizaciones que llegan sin apenas novedades, siempre le pedimos al menos los 60fps, y creemos que se podría haberlos conseguido si le hubieran dedicado el suficiente esfuerzo, que imaginamos teniendo en cuenta la previsión de ventas han pensado que no merecía la pena.
Hay un detalle nuevo, como el hecho de que ciertos sonidos, como los susurros que escuchábamos al usar los poderes, ahora se oyen por el altavoz del mando de PS4, lo que es curioso y funciona, pero por lo demás no hay nada nuevo. De hecho un detalle bastante criticable es que no han depurado los tiempos de carga, son muy largos, y cada vez que cargamos una partida, algo habitual en un juego como este en el que te gusta pasar desapercibido y realizar partidas perfectas, tienes que esperar bastante, un error muy grande.
Un gran juego con una conversión realizada con el mínimo esfuerzo
Dishonored sigue siendo una aventura sobresaliente, y si os gustan los juegos de infiltración y sigilo, y sobre todo los que tienen un mundo que te atrapa desde el primer minuto, con una mitología muy elaborada e interesante, deberías probar la obra de Arkane Studios. Antes de que aparezca su secuela el año que viene es un buen momento para descubrirlo, y tenéis que saber que ni los gráficos ni la jugabilidad han envejecido, sigue siendo genial. Una edición GOTY, con todos los contenidos, que si ya cuentas con el original no merece la pena, y si no tienes los DLC sale más a cuenta comprarlos por separado.