Análisis de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel II (PS3, PC, PSVITA)

En esta ocasión Falcom y NIS America han hecho un buen trabajo. Si a principios de año recibíamos The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel, antes de cerrar 2016 nos llega su secuela. Es cierto, ambos juegos tienen un importante retraso respecto a Japón -2013 y 2014 respectivamente-, pero hay que agradecer su presencia en Occidente. Falcom no se caracteriza por éxitos comerciales y es positivo ver que PS Vita y especialmente PlayStation 3 reciben buenos juegos de rol.

Trails of Cold Steel II es una secuela directa que comienza prácticamente después de los acontecimientos del original y por ello evitaremos dar detalles más allá que poco a poco Rean Schwarzer logrará reunir a su grupo. Recomendamos encarecidamente empezar por el primero, que presenta a los personajes y sobre todo el marco de esta historia, que en esta ocasión es más importante que nunca.

Puesto que los creadores dan por supuesto que el jugador es conocedor de estos héroes, prefieren centrar esta vez sus esfuerzos en el mundo y los conflictos políticos. Se aleja por tanto un poco del tono a Persona que transmitía su predecesor.

Si no es posible disfrutar del primer Trails of Cold Steel o simplemente no recuerdas lo sucedido, el juego dispone de un amplio resumen que narra –y con capturas- las aventuras de la Class VII en la Academia Militar Thors. No hace falta señalar que se lanza en inglés y que el idioma es importante para entender el argumento e incluso en muchas ocasiones para saber la tarea u objetivo que se nos pide.

Esta continuidad no se limita a la historia, también tiene su reflejo en la jugabilidad, donde el mayor cambio se encuentra en un desarrollo alejado de la vida escolar. Por lo demás, las bases son muy similares a su predecesor y otra vez hablamos de un RPG con un excelente sistema de combate por turnos, alejado de las influencia del ARPG que introduce Square Enix en muchos de sus juegos. Es probablemente una de las mejores reinvenciones del sistema tradicional, más dinámico que la visión clásica de enemigos en formación frente a los protagonistas, y también más estratégico que la idea adoptada por Compile Heart en Neptunia u otras de sus sagas.

De hecho la táctica comienza antes de la batalla, en el momento de colisionar con la criatura. Normalmente los RPG sólo contemplan dos condiciones: atacamos primero en el campo de exploración –nos proporciona el primer turno- o somos sorprendidos –empieza el rival-. En Trails of Cold Steel II esto también se aplica, pero además si se dan unas condiciones especiales -el líder ataca a la debilidad del enemigo y somos suficientemente poderosos- tendríamos una victoria instantánea.

La pantalla de combate nos muestra el orden de turnos y los comandos estándar del género: ataques, huida, ítems. También podemos mover a nuestras unidades por la limitada área de combate. Cada personaje está especializado en un tipo de arma y habilidad, así que los ataques físicos tienen diferentes efectos dependiendo de la afinidad del monstruo; acertar con la debilidad del enemigo recompensa con un turno extra.

El sistema de ornamentos regresa para personalizar nuestro perfil. Gracias a esta configuración de las armas modificamos nuestras artes –magias- y crafts –habilidades-. Puesto que es una secuela, se añaden nuevos cuarzos para sintetizar, Lost Arts y nuevos personajes jugables con los que realizar ataques conectados. El resultado es que para el usuario que viene del primer Trails of Cold Steel se sentirá como en casa, con pequeños cambios y mejoras.

Por ejemplo, el estado Overdrive es una situación muy ventajosa para nuestros guerreros. Una vez aprendida estas técnicas –obtenidas tras derrotar a poderosos enemigos y con limitación de uso a un máximo de tres turnos consecutivos- y recargada su barra, se curan todos los estados alterados, ganamos ataques desequilibrantes y las artes se ejecutan casi de inmediato.

Otro aspecto novedosa es la invocación de Valimar, un Divine Knight que lucha contra los enemigos más fuertes del juego. Cuando Rean pilota a Valimar el estilo de combate cambia drásticamente para dañar diferentes extremidades de los Soldat. Nuestros compañeros en esta fase realizan tareas de ayuda, los Ex Arts, que van desde las magias curativas y estados beneficiosos a ataques ofensivos.

Pese a la desaparición del ambiente estudiantil, todavía disponemos de eventos para aumentar la amistad entre Rean y otros personajes –conocidos y nuevos-. Hay recompensas por fortalecer la amistad, y también algunos diálogos varían según la conexión. Si mantienes una partida guardada de Trails of Cold Steel, su comportamiento se verá afectado por lo sucedido en aquel juego.

Igualmente regresan algunas actividades de ocio ajenas a la seriedad de su historia. El minijuego de pesca –un imprescindible en cualquier RPG que se precie-, la cocina, una revisión del juego de cartas Blade y hasta snowboarding. También se amplía la presencia del caballo o el viaje en moto.

Trails of Cold Steel II puede recordar más a una expansión que una secuela; otras sagas buscan replantear su jugabilidad con cada continuación. No nos parece algo necesariamente malo, porque lo que hace Falcom en esta ocasión es mantener todo lo bueno del primero, que es una base que apenas necesitaba ajustes. La nueva historia quizás resulte un poco más típica pero hay que ver este capítulo como parte de un todo, pues ya hay una tercera parte en preparación. Si el primer juego era una amplia introducción a la marcada personalidad de los protagonistas, en este caso el tono es más trascendente.

Hemos jugado a la versión de PS Vita y visualmente es un juego correcto para esta plataforma. No hay demasiadas diferencias respecto al primer juego salvo la presencia de nuevas localizaciones. A Falcom se le puede alabar en muchos apartados, incluyendo la banda sonora que está a la altura de su prestigio, pero en materia gráfica todavía es fácil ver ralentizaciones, texturas, modelados o animaciones propias de 128 bits. Nunca ha sido puntera en lo técnico y no hay visos de cambiar esto.

En PlayStation 3 aunque disponga de un mejor rendimiento las exigencias deberían ser mayores, pero en general la experiencia cumple sobradamente con su propósito. Los juegos de presupuesto intermedio todavía perviven en la industria, al menos en muchas aventuras de Japón.

Conclusiones

Trails of Cold Steel II ha perdido factor sorpresa, y ese es prácticamente una de las únicas críticas a la que es, en el fondo, una excelente secuela. El otro punto a tener en cuenta es la condición necesaria de jugar primero a Trails of Cold Steel, pero si has hecho los deberes, no lo dudes: Falcom no defrauda. Los aficionados al rol no encontrará nada mejor en este género para PS3 o PS Vita en lo que queda de año.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga de la versión PS Vita que nos ha proporcionado Bandai Namco.