Análisis de Tales of Symphonia Chronicles (PS3)
Con la llegada de la alta definición, llegó también una nueva moda de remasterizar juegos clásicos a esta nueva resolución, que independientemente de lo cuestionable que sea como estrategia de negocio, la verdad es que nos ha permitido rejugar y descubrir por primera vez algunos títulos que cualquiera podría considerar como imprescindibles. Durante estos años hemos visto de todo: desde conversiones de auténtica vergüenza ajena como fue el caso de Silent Hill HD Collection, hasta otras muy mimadas y bien realizadas, como Kingdom Hearts HD 1.5 ReMIX, en las que se ha buscado hacer algo más que simplemente aumentar la resolución del juego de turno.
Ahora le toca el turno a Tales of Symphonia, uno de los juegos de rol más queridos y recordados de la era de los 128 bits, y a Tales of Symphonia: Dawn of the New World, su cuestionable y decepcionante secuela.
Su llegada a la alta definición se ha realizado de una forma bastante mejorable en lo que a calidad técnica se refiere, aunque también aporta ciertos extras que bien hacen que valga mucho la pena su compra a poco que nos interese revivir la aventura de Lloyd y Colette o descubrirla por primera vez.
Tales of Symphonia
Lo primero que llama la atención cuando iniciamos el juego, es que ya no nos encontramos con un opening mutilado como el que recibimos en la versión original europea, donde el tema vocal principal del juego, Starry Heavens, fue eliminado por una horrible canción instrumental. Esto mismo ocurre también con su secuela, y aunque pueda parecer una tontería, es algo que se agradece mucho, ya que esta saga siempre ha intentado asemejarse a un anime, por lo que tener un buen opening es algo que nos ayuda a meternos en situación.
Si nunca jugasteis a Tales of Symphonia, decir que se trata de un juego de rol japonés muy clásico en el que tendremos "un" gran mundo por delante para explorar, donde nos adentraremos en múltiples mazmorras y combatiremos contra todo tipo de enemigos mientras se nos cuenta una historia algo genérica y predecible, pero que tiene su encanto y consigue enganchar.
Por suerte, las limitaciones del guion son compensadas ampliamente por sus personajes, ya que todos sus protagonistas derrochan carisma a raudales, evolucionan muchísimo y forman un grupo muy fuerte y en el que todos sus integrantes encajan perfectamente, por lo que muchas veces querremos seguir jugando solo por el simple placer de descubrir más cosas sobre ellos. Personajes como Kratos, Raine o Zelos no se olvidan fácilmente.
El sistema de batalla es en tiempo real, aunque estas tienen lugar en pantallas de combate en las que nos adentraremos cuando toquemos a un monstruo. Controlaremos directamente a un personaje, mientras que la IA o nuestros amigos de forma local se encargarán de manejar al resto. Podremos realizar todo tipo de combos combinando ataques básicos con las habilidades especiales que vayamos aprendiendo, lo que da como resultado unas peleas muy entretenidas, dinámicas y divertidas.
Eso sí, aquí se nota que el paso del tiempo ha hecho bastante mella, ya que cosas como el movimiento libre incluido en las posteriores entregas de la serie se echan mucho de menos, y las opciones de batalla son algo más limitadas. Quizás se podría haber revisado el sistema de combate para refinarlo y ponerlo a la altura de los Tales of más recientes, aunque de una forma u otra sigue divirtiendo y ofreciendo algo de estrategia (especialmente si jugáis en difícil), que es lo que al final acaba importando.
En lo que sí que sigue destacando este Tales of sobre el resto es en el buen diseño de sus mazmorras, las cuales están muy bien pensadas e incluyen puzles muy interesantes, lo que lo aleja bastante del simple "avanza y mata a todo lo que se cruce en tu camino". Algo parecido se puede decir de la libertad que ofrece, ya que es algo más abierto y nos permite ir un poco más a "nuestro aire", sin vernos obligados a seguir el guion constantemente.
En cuanto a su apartado técnico, nos encontramos con una conversión bastante floja a todos los niveles. Para empezar cabe destacar que la conversión se ha realizado tomando como base la versión de PlayStation 2, por lo que además de todos sus extras (más trajes, secuencias, ataques, jefes, etcétera) también se ha mantenido su tasa de 30 imágenes por segundo, algo que desluce mucho, especialmente tras haber jugado a la de GameCube, que iba a 60 fps y se movía muchísimo más suave, lo que demuestra el poco trabajo que se ha invertido en esta remasterización.
A nivel gráfico tampoco mejora mucho la cosa, y no porque se trate de un juego de 128 bits, sino por el pobre aumento de resolución que se ha realizado, lo que provoca que casi todas las texturas del juego se vean muy borrosas, los vídeos de anime muestren algunos píxeles e incluso haya bordes de sierra. Una auténtica pena que no se haya aprovechado la ocasión para realizar una conversión a la altura de lo que se merece el juego.
La buena noticia la pone el sonido, ya que se ha incluido la opción escoger el doblaje japonés, algo que mejora muchísimo la experiencia en general y solo por la cual podría merecer la pena rejugar a este clásico, ya que los personajes ganan mucha más fuerza y las escenas resultan más intensas que nunca, especialmente si comparamos con las voces inglesas, bastante discretas.
Tales of Symphonia: Dawn of the New World
Que se haya incluido la secuela en este recopilatorio era algo necesario, pero que tiene que tomarse como un extra, ya que la auténtica razón de ser de la remasterización es Tales of Symphonia. ¿Por qué decimos esto? Porque Dawn of the New World es un título tremendamente prescindible de principio a fin.
Su argumento es muy poco interesante, sus protagonistas son insoportables (especialmente Emil, quien intentará por todos los medios posible que apaguemos la consola con tal de no volverle a escuchar decir "lo siento"), es bastante más corto que la primera parte y la exploración se ha limitado a la mínima expresión con la eliminación total de un mapamundi que explorar.
¿Sus pros? Permitirnos descubrir lo que ocurre con los protagonistas de Symphonia tras el primer juego y su sistema de combate, muy divertido y algo más estratégico al tener que prestar mucha más atención de la habitual a las debilidades y resistencias elementales de los enemigos. Además, su sistema de captura de monstruos resulta muy interesante y ofrece una gran cantidad de variantes a tener en cuenta.
Con esto, Tales of Symphonia: Dawn of the New World se convierte en un juego que consigue entretener y poco más, por lo que si os quedáis con ganas de más Tales of cuando acabéis la primera entrega, aquí encontraréis un buen aperitivo mientras esperáis la llegada de Tales of Xillia 2.
A nivel técnico luce bastante mejor que Symphonia, y a pesar de que el aumento de resolución sigue sin ser nada del otro mundo, las texturas no resultan tan borrosas y el colorido es muy bueno, lo que da como resultado un título muy agradable de ver. Además, vuelven a dejarnos escoger entre el doblaje japonés y el inglés y muchas de las composiciones de la banda sonora nos parecen superiores a las partituras que escuchamos en Symphonia, por lo que poca queja hay en este sentido.
Conclusiones
Tales of Symphonia Chronicles es una buena oportunidad para revivir uno de los mejores juegos de rol que pasaron por los circuitos de las consolas de 128 bits, con interesantes añadidos como la opción de disfrutar de los extras de la versión de PlayStation 2 y de jugar con su doblaje japonés. Por desgracia, la conversión realizada deja algo que desear, el paso del tiempo no le ha sentado del todo bien en ciertos aspectos y su secuela no tiene la calidad suficiente como para considerarse poco más que un extra.
Sin embargo, las 70 horas de juego que nos ofrecen como mínimo entre los dos títulos y lo tremendamente disfrutable que sigue pareciéndonos Tales of Symphonia, nos dejan pocas dudas de lo recomendable que resulta esta maravillosa aventura para cualquiera que se considere un fan del género en general y de esta saga en concreto.