Análisis de Of Orcs and Men (PS3, PC, Xbox 360)

Son innumerables los juegos en los que hemos tenido que luchar contra los temidos orcos. Miles de batallas en las que nosotros, los humanos, nos hemos alzado victoriosos ante esos gigantes verdes. Pero pocos han sido los juegos en los que nos hemos podido poner en la piel de esos pobres indefensos. Of Orcs and Men viene a cubrir ese hueco haciendo que nuestros protagonistas sean un orco y un goblin, bastante peculiares, por cierto.

Estigio, el goblin, y Arkail, el orco, pertenecen a una raza bastante evolucionada respecto a lo que ya conocíamos de sus especies. Ambos hablan, tienen sentimientos, e incluso, sentido del humor. Tras años de pacífica convivencia con los humanos en una tierra desconocida, la llegada al poder de un nuevo Emperador de los hombres trajo consigo que estos declararán la guerra al resto de pueblos, arrasando y conquistando las tierras de los gigantes verdes. Así pues aunque en una guerra, no suele haber buenos y malos, en esta ocasión parecen los humanos, como tantas otras veces, los que se han equivocado, y nuestra misión será acabar con el tirano emperador.

Un comienzo original para un juego ideado por el estudio francés Cyanide Studio, creador de Blood Bowl y la conversión de Juego de Tronos, y Spider Studio, desarrollador de Faery, y los últimos juegos de Sherlock Holmes. Una originalidad que no se queda simplemente en los protagonistas, sino que, como veremos a continuación, se traslada al resto del videojuego, especialmente a su sistema de combate.

Estrategia en combate

Nuestros dos forzados aventureros empiezan su suicida aventura cerca de la gran muralla del Emperador, y aunque en un principio, su intención es pasar desapercibidos, no lo consiguen y enseguida se ven envueltos en feroces combates contra humanos en su mayoría, aunque también encontraremos otros enemigos más peligrosos, como los propios orcos usados como esclavos. Será entonces cuando descubriremos, que en vez de encontrarnos con el clásico hack’n slash, que es lo que todos esperaríamos encontrar en un juego de este estilo, Of Orcs and Men nos propone un curioso sistema, que casi podríamos denominar ataque táctico por turnos, en el que es necesario planificar el ataque con cuidado, antes que liarnos a golpes así como así.

¿Ataque normal con la X y fuerte con el cuadrado? Pues no, nada de eso, y es que de hecho los ataques no los realizaremos nosotros directamente, sino que se lo ordenaremos a nuestro dueto gracias a una ralentización del tiempo que se producirá al pulsar el botón L1, verdadero epicentro del juego. Con él accederemos a un menú tipo rueda en el que nos aparecerán los movimientos de ataque y de defensa que tengamos desbloqueados para el personaje que estemos controlando en ese momento. De todos esos movimientos, tendremos que seleccionar un número máximo de cuatro, y esperar a ver cómo se desarrolla la acción, sobre el enemigo que hayamos seleccionado anteriormente.

Hay que reconocer que los primeras momentos de juego son algo complicados, y lo más normal es que nos sorprendamos a nosotros mismos intentando dar a todos los botones para atacar a esos pobres guardianes, pero tras ese periodo de desconcierto, nos encontramos ante un original sistema de juego que exige que planeemos concienzudamente nuestra estrategia dependiendo del número de enemigos al que nos enfrentemos. Pese a todo, el principal problema de este sistema de ataque es que no es muy preciso, y puede llegar a ser a veces desesperante. Veremos efectos desagradables como que si nuestro objetivo se sitúa en segunda fila, nuestro orco será vapuleado por los enemigos, mientras intenta acceder al pobre objetivo. Asimismo las animaciones del gigante son bastante lentas, y también observaremos perplejos cómo es golpeado, mientras intenta levantar su hacha, por ejemplo.

Y es que no olvidemos de que nosotros únicamente podemos organizar los ataques sobre el objetivo que hayamos seleccionado, mientras que los enemigos que por regla general son más listos que en la mayoría de juegos, sí nos atacarán a la vez. En los niveles más bajos de dificultad de los cuatro posibles, este problemilla no suele ser más que una distracción, pero en los más altos en los que cada pizca de salud es vital, puede llegar a ser desesperante. La sensación de que estamos ante un sistema de juego inoportuno para un juego en el que las peleas son muy frecuentes, es muy molesto.

Para complicarlo un poco más, Arkail, el orco, no lleva bien el combate y tras unas cuantas embestidas seguidas, suele perder la conciencia y entrar en modo locura durante unos instantes, en los que se vuelve incontrolable y hará caso omiso de nuestras indicaciones. Cuando se le pasa es casi peor, ya que se queda exhausto y medio atontado, siendo objetivo fácil para nuestros enemigos.

¿Ataque o sigilo?

La frecuente inferioridad numérica con la que a menudo nos encontraremos hace que muchas veces tengamos que planear nuestra estrategia antes incluso de los combates, valorando la opción sigilosa, momento en el que las habilidades del goblin cobran mucha importancia. El pequeño tamaño de Estigio le permite colarse por estrechos pasadizos evitando a los soldados, acabar con ellos de forma sigilosa, envenenarlos, o simplemente engañarlos con sus palabras. Pese a todo cuando no hay más remedio que usar la fuerza, el pequeño goblin también dispone de movimientos de ataque propios, e incluso la posibilidad de lanzar cuchillo y dagas envenenadas.

La partida no acabará hasta que nuestros dos protagonistas hayan perdido toda su salud, siempre pudiendo revivir a uno con el otro. Al más estilo moderno, nuestra salud se irá regenerando poco a poco después de las batallas, sin tener que recurrir a pócimas milagrosas. Cada uno de los personajes dispone de unos valores propios de fuerza, agilidad, resistencia y concentración que pueden ir siendo mejorado con los puntos de experiencia que obtengamos en las batallas, dejando que cada jugador escoja la forma en la que evolucionan sus protagonistas. También podremos ir desbloqueando nuevos ataques y habilidades especiales, así como ir comprando e intercambiando nuevas armas y armaduras con los tenderos de la villa.

Una aventura interesante, pero repetitiva

La historia se compone de capítulos en los que nos encontraremos con objetivos principales que es necesario cumplir, y otros secundarios, optativos. La historia se nos cuenta mediante frecuentes secuencias animadas hechas con el motor del juego y que en general están bastante conseguidas, y que además, no se pueden omitir, pese a que estemos repitiendo una y otra vez algún checkpoint revoltoso. También serán frecuentes los diálogos con personajes no controlables del juego, en los que incluso podremos escoger las respuestas que dan nuestros protagonistas, influyendo levemente en el desarrollo del juego y consiguiendo evitar alguna pelea que otra.

Los escenarios, medievales, entre la ficción y la realidad, son cerrados, y solo nos dejan escoger entre los caminos ya predefinidos que podemos ver en un mapa de la zona en todo momento, anulando cualquier abismo de exploración. Por todo ello, el desarrollo de la aventura, pese a lo interesante que a priori que pudiera ser su argumento, enseguida se torna bastante repetitivo, tratándose simplemente de avanzar, pelea tras pelea. La duración es notable, sobrepasando fácilmente las diez horas de juego, y nuestro progreso se verá muy influenciado por el nivel de dificultad que hayamos elegido, llegando a ser bastante complicado en los últimos niveles de dificultad.

Aspecto

Técnicamente, Orcs and Men no destaca ni a favor ni en contra. Los gráficos están a un nivel medio, en un género en el que existe multitud de juegos de este estilo con mejor definición y estilo. El principal problema que notamos es que una vez hayamos entrado en una zona del juego, los diseños se vuelven muy repetitivos, encontrado las mismas texturas y colores por todos los lados, durante todo el capítulo. El diseño de los personajes principales es lo más destacable del juego, aunque falla en ciertas animaciones, que como hemos dicho, son bastante ortopédicas y lentas.

La dejadez puesta en este aspecto da como resultado un simpático pero evidente descuido que hace que la espada del orco está suspendida en el aire a su espalda notándose claramente tanto en el juego como en las secuencias animadas como levita como por arte de magia detrás del orco. No todo es tan criticable, y por ejemplo, sí nos han gustado bastante los reflejos de la noche el agua y la lluvia, bastante logrados.

El aspecto musical es igualmente correcto, y la banda sonora acompaña perfectamente a la acción, sin desentonar, cambiando de registro según la situación que estemos viviendo. El juego está completamente en castellano, salvo los diálogos que están en inglés, con subtítulos.

Conclusión

Of Orcs and Men, es como decimos desde el principio, un juego bastante original tanto en historia como en forma de juego, y aunque agradecemos y mucho este factor en esta época de constante secuelas, no consigue destacar todo lo que nos gustaría. Es un juego muy peculiar que puede que llegue a gustar a cierto público al que le guste planificar los ataques con esmero, pero que seguramente desquiciará a muchos otros por su lentitud, y sus fallos de planteamiento.