Análisis de Jane's Advanced Strike Fighters (PS3, PC, Xbox 360)
Los más veteranos en esto de los simuladores de vuelo y combate recordarán la saga Jane's como una de las mejores representantes del género. Exigentes, profundos y realistas son algunos de los adjetivos que definían los juegos de esta serie. Por desgracia, esta quedó en el olvido hace ya más de una década, algo comprensible dado el público tan específico al que van dirigidos esta clase de títulos. Por ello, es de agradecer a Evolved Games que se haya atrevido a rescatarla para ofrecernos una nueva entrega, aunque el resultado final dista mucho de lo que cabría esperar.
Simulación hecha arcade
Lo primero que tenemos que avisar es que todo aquel que espere el más mínimo rastro de simulación en Jane's Advanced Strike Fighters haría mejor en mirar hacia otro lado, ya que aquí no la va a encontrar. En Evolved Games han decidido renunciar a las bases jugables instauradas en los títulos anteriores para convertirlo en un juego arcade. Aunque esto pueda decepcionar a los fans más acérrimos, en un principio no tendría por qué ser algo malo, ya que juegos como el reciente Ace Combat Assault Horizon demuestran lo divertidos que pueden resultar los títulos de aviación y acción arcade si se hacen bien las cosas.
Sin embargo, no tardaremos demasiado en darnos cuenta que este no es el caso. Tal y como cabría esperar considerando el tipo de juego ante el que nos encontramos, los controles son muy sencillos. Los aviones se sienten muy ligeros y no tendremos ningún tipo de problemas en adaptarnos a sus físicas, por lo que no habrá que preocuparse de cosas como la estabilidad a la hora de hacer giros o de realizar complicados despegues, ya que estos son sumamente fáciles de hacer.
Existen un total de 30 aviones que podremos conseguir, cada uno de ellos con sus propias estadísticas y armas propias, la cuales no podremos personalizar ni cambiar, por lo que en este sentido ya está todo predeterminado. A pesar de ello, una vez en el aire no notaremos diferencia de uno a otro y nos parecerá estar manejando siempre lo mismo pero con otro aspecto.
En combate, la cosa sigue sin mejorar demasiado. Este se basa prácticamente en hacer dos cosas: fijar y disparar. Una vez tenemos un enemigo en nuestro campo visual, podemos fijarlo pulsando un botón y dispararle con cualquiera de las tres armas que tenemos disponibles. El problema es que estas tienen munición infinita, por lo que una vez realicemos unos pocos disparos veremos como estas se recargan solas por arte de magia, y a seguir con el ataque. Esto no solo le quita realismo al juego, sino que estropea su jugabilidad hasta límites insospechados. Considerando que podemos tener misiles teledirigidos, nos bastará con fijar un blanco y lanzarlos todos sin miedo mientras esquivamos los tímidos ataques con los que intentarán acabar con nosotros. No deja ser curioso el hecho de que realicemos impactos con nuestros misiles sobre pequeños aviones u otras estructuras que deberían explotar con solo uno de ellos y que lo único que veamos es cómo les baja un poco la barra de vida.
El desarrollo de sus modos de juego tampoco ayudan demasiado. Por un lado tenemos el modo campaña. Esta nos narra una historia ambientada en el país ficticio de Azbaristán. En el pasado hubo una guerra civil que duró toda una década a la que le han seguido otros diez años de tensa paz. En este periodo, la República Popular del Norte de Azbaristán consiguió unas enormes ganancias territoriales, a excepción de una provincia rica en petróleo que pudo mantener Azbaristán del Sur. Tras varios ataques a esta zona, las fuerzas del Sur deciden pedir ayuda a la Alianza Democrática de Occidente para hacer frente al Norte, por lo que tendremos que encarnar a uno de los pilotos enviados para dar apoyo.
Como podéis ver la premisa inicial no es nada original y resulta bastante tópica, al igual que todo su desarrollo argumental, bastante anodino y carente de interés. Además, su narrativa no es nada atractiva y nos iremos enterando de lo que ocurre principalmente por los informes de misiones, lo que nos obligará a leernos unos bloques de textos bastante extensos para enterarnos bien de todo.
Las misiones que tendremos que afrontar tampoco conseguirán mantenernos entretenidos, ya que apenas carecen de variedad. Estas se basan en ir hasta el punto que nos marquen en el mapa, acabar con todo lo que allí nos encontremos (los enemigos irán apareciendo y generándose de la nada, ya sea en tierra, aire o mar) y volver a repetir. De vez en cuando se intenta aportar algún objetivo extra, como realizar una escolta o volar bajo, pero debido a lo limitado de su sistema de combate apenas notaremos la diferencia entre hacer una cosa u otra, ya que a fin de cuentas todo se limita a matar sin más. Ni siquiera la posibilidad de jugar la campaña en cooperativo con tres jugadores más consigue animarla demasiado.
Respecto a la duración, sus 16 misiones no llegan a ser suficientes, y en apenas cuatro o cinco horas la habremos terminado. Eso sí, viendo lo tediosa que llega a ser la campaña nos cuesta decir si esto es algo bueno o malo. Sin embargo, si queremos alargar más la experiencia, podremos acceder a los modos de juego competitivos online, aunque encontrar partida puede ser toda una odisea, ya que los servidores se encuentran prácticamente desiertos (al menos en la versión de PlayStation 3, que es la que hemos usado para este análisis).
Por un lado tenemos Combate aéreo, que viene a ser el clásico "todos contra todos", aunque también podemos jugarlo por equipos. En asalto a la base tendremos que destruir la base del enemigo y acabar con los aviones que queden. Finalmente tenemos Presa, donde un jugador será la presa y tendrá que aguantar vivo todo el tiempo que pueda. Cuando caiga, el jugador que lo haya destruido se convertirá en la nueva presa. No son muchos ni tampoco muy originales, algo que se agrava con lo limitado de su jugabilidad. A su favor decir que al menos permite partidas de hasta 16 jugadores.
Azbaristán a baja resolución
Gráficamente la cosa no mejora demasiado, ya que nos encontramos con un apartado visual bastante mediocre. Si bien los escenarios son enormes y tienen una gran cantidad de kilómetros para recorrer, estos presentan un acabado muy cuestionable, con unas texturas muy pobres y a una resolución bajísima, presentando un acabado final muy poco atractivo a la vista. A esto también hay que sumarle algunos extraños problemas de clipping y de texturas que tiemblan dignos de consolas de hace varias generaciones (el agua es un perfecto ejemplo de todo esto, ya que la veremos temblar y solaparse con los bordes del escenario constantemente).
Los aviones por su parte están bien modelados y son muy reconocibles, y cuentan con alguna que otra animación bastante decente, como cuando recargamos un arma, algo en lo que sí que se ha puesto cuidado. A pesar de ello, tampoco se libran de tener unos dientes de sierra enormes, algo de lo que también padecen los escenarios. Por otra parte, los efectos gráficos tampoco consiguen deslumbrar en ningún momento, mostrándonos unas explosiones completamente ridículas que nos harán preguntarnos en más de una ocasión si hemos reventado un avión o una piñata llena de confeti.
En cuanto al sonido, nos encontramos con una banda sonora poco variada y que se repite más de la cuenta, aunque los temas que la componen al menos se dejan oír sin demasiados problemas y se adaptan bien a las diversas situaciones que viviremos. Respecto a los efectos de sonido, resultan bastante genéricos y la interpretación del doblaje (en inglés, aunque con subtítulos en español) le falta calidad para terminar de sumergirnos en esta guerra ficticia.
Conclusiones
El regreso de la saga Jane's ha sido del todo menos satisfactorio, con una reconversión a juego arcade que no le ha sentado nada bien. Una jugabilidad pobre y limitada, una campaña aburrida y tediosa hasta decir basta, un apartado que no llega a los mínimos exigibles, un online desierto y poco variado, y una duración que no llega a las cinco horas hacen que nos sea bastante difícil recomendaros este Jane's Advanced Strike Fighters. Como único punto a favor tenemos el hecho de que sale a precio reducido, aunque no podemos evitar que se nos venga a la cabeza el dicho de "lo barato sale caro".