Análisis de F1 2013 (PS3, Xbox 360, PC)

El regreso de la Fórmula 1 a los videojuegos con F1 2013 llega en forma de una entrega continuista y con el nivel de calidad que hemos ido viendo en estos últimos años con el sello de Codemasters en la saga. Como sucede con los juegos deportivos de todo tipo, es siempre difícil incorporar ese punto extra, esa característica adicional, que consiga que los aficionados se compren el mismo juego un año más si no son auténticos y completos apasionados de la disciplina.

Además, hay un interesante elemento a tener en cuenta, y es que el año que viene esta competición de motor va a cambiar mucho. Estamos en el último año de la normativa actual en el mundial, pues el año que viene se correrá con nueva normativa aerodinámica (un único escape en la zona central de la trasera del coche será el cambio más visible, con total seguridad) y motores V6 turboalimentados en los que la recuperación de energía será más importante que nunca. Podemos suponer que los desarrolladores de Codemasters tendrán también bastante trabajo para adaptar su juego a todos esos cambios estéticos y técnicos, pero está claro también que va a representar una gran oportunidad para renovar el juego.

En ese sentido, tenemos que tener claro que el juego está limitado por el deporte que representa, y aunque se han introducido mejoras en aspectos técnicos y de control, los pasos dados este año son mucho menos evidentes porque se ha alcanzado ya un estado de consolidación en la serie. Sin embargo, siguen pendientes esas cosas que creemos que algunos aficionados siguen persiguiendo: una apuesta descarnada y brutal por la simulación que, a través de unas opciones de configuración bien completas, permita en un control también accesible y próximo a las tendencias arcade. Decimos esto porque aunque el juego ofrece, sin duda, una sensación de simulación suficiente para la inmensa mayoría del público, existe ese nicho de usuarios que quieren sentir con la máxima fidelidad posible que están a los mandos de un monoplaza.

Como principal novedad, esta entrega incluye una vista al pasado con circuitos y vehículos de los años ochenta y noventa. A saber: los circuitos de Jerez (antigua sede del GP de España), Brands Hatch (antigua sede el GP de Reino Unido), Ímola (antigua sede del GP de San Marino) y Estoril (antigua sede del GP de Portugal); y los coches Williams FW07B (1980), Team Lotus 98T (1986), Ferrari F1-87/88C (1988), Team Lotus 100T (1988), Williams FW12 (1988), Ferrari F92A (1992), Williams FW14B (1992), Ferrari F310 (1996), Williams FW18 (1996), Ferrari F399 (1999) y Williams FW21 (1999). Por supuesto, estos vehículos van acompañados de referencias a leyendas como Emerson Fitipaldi, Alain Prost, Nigel Mansell, Jean Alesi o Alan Jones.

Lo más interesante de esta selección es que, aunque está lejos de ser completista y llevarnos de pleno a esa época, consigue retratar en el juego con mucho éxito esas épocas de la F1 y las sensaciones que se obtienen al volante de algunos de estos vehículos son claramente diferentes a las que transmite el juego con las máquinas actuales. Ponerse al volante del FW07B de Williams, el vehículo que ayudó a definir el efecto suelo (años después prohibido en la F1), es una experiencia de juego fantástica, y más si recorremos el asfalto de un circuito tan mítico como el de Jerez. Estos clásicos se pueden disfrutar participando en un GP en modo para un jugador pero también en opción multijugador, en línea o a pantalla partida, en contrarreloj (Time Trial o Time Attack, es decir, contrarreloj tradicional o bien en tres combinaciones diferentes de coche, circuito y condiciones climáticas), y también en el Scenario Mode, donde habrá que hacer frente a seis situaciones predefinidas en las que habrá que conseguir darle la vuelta a la tortilla al reto que se nos plantee.

Cuando apostamos por los vehículos de este año, nos encontramos todos los circuitos, coches y pilotos del campeonato de 2013 que, por cierto, está a punto de terminar. La opción para los jugadores que quieran experimentar todo el campeonato es el modo carrera, donde empezamos con el test de jóvenes pilotos para intentar conseguir un asiento en un equipo gracias a una fuerte actuación en Abu Dabi: cuantas más pruebas superamos, más equipos estarán disponibles para nosotros y, por tanto, más fácil será optar por un equipo de los punteros.

Superada esa serie de retos iniciales que, por supuesto, hace las veces de tutorial para el jugador. El reto de temporada es una serie de diez carreras en modo rápido en un equipo de los de abajo de la parrilla planteándonos como objetivo ganar a un rival en concreto. Por supuesto, no podremos ganar el campeonato pero sí, por ejemplo, sumar más puntos que otro de los pilotos de la zona media. Cuando llegamos a Carrera (Career), por su parte, nos pone en una trayectoria de cinco años en el que vivimos la pretemporada, competimos para ganar el campeonato y, en general, se persigue ofrecer al jugador una experiencia completa de campeonatos viviendo la mejor época de un piloto de elite.

A esas experiencias jugables hay que añadir los modos integrados en la sección de Proving Grounds, en la que nos gusta especialmente el modo Scenario, donde afrontamos 20 situaciones diferentes en las que tenemos que conseguir superar los retos que se nos presentan. Es como el modo que ya comentamos antes en relación a los coches históricos, pero hay aquí todavía más retos que, luego, nos permiten desbloquear más opciones, como el Team Mate Battle, Championship Title y Final Year.

El modo Time Attack, por su parte, nos enfrentamos a tiempos predeterminados que hay que superar con lo que se nos da, es decir, con un coche, un circuito y una situación climática diferente. Solo hay seis localizaciones diferentes, algo que podría haberse explotado más para ofrecer más situaciones diferenciadas. Time Trial, por su parte, es la contrarreloj tradicional: escogemos coche y circuito entre todos los disponibles para el campeonato de 2013 e intentamos bajar nuestros tiempos.

En el aspecto técnico se aprecia que se sigue mejorando la física y el aspecto gráfico con pequeños pasos, aunque suponemos que el gran paso se dará en el salto a las consolas de nueva generación el año próximo, pues han prometido que se centrarán, precisamente, en conseguir más imágenes por segundo y una física más realista. Con todo, sí se aprecian mejoras con respecto al juego del año pasado, un trabajo por parte de los creadores del título que se hace más evidente cuando pasamos de conducir los coches clásicos (sin ayudas electrónicas y con motores que tienen un comportamiento muy diferente a los actuales… y colocados en el centro del coche de forma longitudinal), pues entre la versión del año pasado y la de este las sensaciones son mucho más sutiles en cuanto a los cambios.

En ese sentido, no ha habido grandes progresos en el aspecto técnico, pero hay que agradecer a los creadores que ante una situación como esta hayan decidido apostar por ofrecer otros atractivos al usuario. El apartado artístico tampoco ha podido dar grandes saltos: tenemos el filtro de imagen antigua de los circuitos clásicos (que podemos desactivar desde las opciones), pero se ha mantenido la calidad de los diseños de circuitos y coches sin cambios destacables. Una vez más, parece que este terreno ha venido limitado por los topes que ya se han alcanzado en la presente generación de consolas. Quién sabe si con más tiempo de desarrollo un juego como este podría haber dado un salto más evidente en estos aspectos, pero es esta una de las cruces de los títulos deportivos: el calendario se impone siempre y hay que llegar, año tras año, al público.

Conclusiones

F1 2013 consigue dar al jugador una nueva entrega del campeonato mundial de la Fórmula 1 con novedades interesantes, sí, pero centradas en el pasado. Esto no es algo que sea negativo, por supuesto, pero nos muestra que los propios programadores parecen haber encontrado los límites de lo que podían hacer con la línea de trabajo que estaban asumiendo. Mirar al pasado ha servido para añadir muchos más contenidos (aunque hubiéramos querido más) y paliar la evidencia de los techos que se estaban alcanzando. Confiamos que el continuismo se mantenga en lo positivo el próximo año, pero que haya novedades más tangibles y saltos de calidad también en el terreno técnico que sean palpables y provechosos para el usuario que quiera seguir apostando por la F1 año tras año.