Análisis de Chime Super Deluxe PSN (PS3)
Corría el mes de febrero del año 2010 cuando conocimos la iniciativa de OneBigGame, una asociación benéfica que pretendía recaudar fondos para organizaciones como ‘Save the Children’ mediante la distribución de videojuegos cedidos por sus creadores.
El primer título que distribuyeron, exclusivamente para Xbox 360, fue Chime, un juego de puzles, que aunque basado en los principios del Tetris añadía suficientes novedades como para convertirse en uno de los éxitos de la distribución arcade del año pasado.
Su segundo y hasta ahora último proyecto es WINtA, otro juego de puzles musical que se distribuye de forma gratuita para iPhone e iPod, teniendo que pagar para conseguir niveles extra.
Tras su éxito en la consola de Microsoft, Chime llegaba a los PC compatibles en septiembre del año pasado a través de Steam, consiguiendo de nuevo un gran éxito, y donando un 5% de sus beneficios a OneBigGame.
Por fin para PS3
Tras muchas esperas, le llega el turno ahora a la consola de Sony que recibe una edición Super Deluxe con interesantes novedades que veremos a continuación y que justifican la espera. Chime está desarrollado por Zoe Mode, un pequeño estudio independiente británico, especializado en juegos musicales y de baile, con varios títulos de las series SingStar y Dancing with the Stars en su currículum. También es suyo, Crush, otro original juego de puzles, que salió en exclusiva para PSP en el año 2007, y que estaba basado en el cambio que se producía al pasar de ver un puzle en dos dimensiones a verlo en tres dimensiones.
Chime está basado, levemente eso sí, como ya hemos dicho en el concepto de las fichas del Tetris. Tendremos que ir manejando las fichas, que tienen un diseño similar a las que ya conocemos de sobra, de una en una, sobre una especie de tablero, que aunque en el primer nivel es un rectángulo plano, posteriormente irá tomando otras formas más complicadas. Lo primero que nos llamará la atención es que tendremos control total sobre la pieza pudiendo moverla, girarla, y colocarla, cómo y dónde queramos, y, además, sin límite de tiempo.
El objetivo es "rellenar" la superficie del tablero y para ello necesitaremos crear "quads", figuras cuadradas o rectangulares de al menos 3x3 cuadrículas. Una vez que hayamos conseguido formar una de esas figuras veremos cómo se empieza a rellenar. Durante los segundos que dura ese llenado podremos añadirle más piezas a los lados consiguiendo así aumentar nuestra puntuación y prologar el efecto de llenado. Cuando finalice ese llenado del bloque y con él el tiempo de bonificación esas piezas desaparecerán y esa superficie quedará marcada ya como cubierta.
Creando ritmo a base de cuadraditos
Así de sencillo y simple sería Chime, si omitiéramos el aspecto que le hace "distinto", la música, o mejor dicho, la creación de música. Según jugamos, veremos como una barra, denominada barra de ritmo, va recorriendo de forma continua y de izquierda a derecha toda la superficie de juego, emitiendo sonidos cuando vaya pasando por la superficie que ya hemos rellenado del tablero. Si al principio, la música es una simple melodía, esta irá cambiando y tomando forma, según vayamos rellenando la zona de juego.
De hecho, la melodía que suena varía mucho según las zonas del tablero que vayamos rellenando, y es que, por ejemplo, al principio, escucharemos notas sueltas al ir creando los quads por separado, mientras que la melodía se irá completando a la par que nuestro porcentaje de rellenado del tablero. Es como sí el tablero fuera una partitura que se está escribiendo sobre la marcha bajo la dirección de la batuta del director.
Durante nuestros primeros minutos jugando a Chime, no nos daremos cuenta de esta característica, y será cuando empecemos a cogerle el truco a eso de juntar piezas cuando nos percataremos de estos efectos. De hecho, nuestra primera partida será caótica ya que no tenemos ni un pequeño tutorial sobre la forma de juego, por lo que no nos quedará más remedio que leer la "ayuda" del juego, cosa que tenemos que reconocer que no nos gusta nada. Afortunadamente para vosotros, ya os hemos evitado ese trauma.
Modos de juego
El modo principal de juego para un jugador es el modo Tiempo, en el que tendremos que luchar contra el reloj durante 3, 6 o 9 minutos, según nuestra elección. Este modo consta de 10 niveles, el doble que la versión original de Xbox 360, y el requisito para pasar de un nivel a otro es simplemente conseguir rellenar más del 50% de la superficie del tablero anterior. Lógicamente, con 3 minutos las probabilidades de éxito son en principio escasas, cosa que cambia radicalmente con 9 minutos de juego, el triple, suficiente para superar sin demasiados problemas casi todos los escenarios.
Pese a que pueda parecer mucho tiempo, la dificultad va subiendo de forma paulatina asociada sobre todo al retorcido diseño de los tableros y el número de divisiones que se producirán en ellos, haciendo de los niveles superiores un reto realmente complicado. Cada nivel posee, a su vez de cinco fases, es decir, cinco rediseños del tablero con la misma música, que se desbloquean cuando conseguimos rellenar el 100% del tablero, cosa realmente complicada, ya incluso desde los primeros niveles.
Como nota curiosa, destacar que existen niveles en los que veremos ciertas piezas que no aparecen en el resto pudiendo hacer por ello combinaciones propias. De hecho, una de ellas, la cruz, que es realmente práctica, no me suena haberla visto nunca en un juego de este estilo. Asimismo, cada nivel está asociado a una canción en particular estando compuesto el repertorio por temas de estilo new age tanto de artistas más o menos conocidos como Moby o Sabrepulse, a compositores especializados en música para videojuegos como Jordan Milnes o Philip Glass.
Al finalizar el nivel, tendremos una puntuación dependiendo del porcentaje desbloqueado, los quad perfectos, 3x3 exactamente, creados, el número total de quads enlazados, y los puntos obtenidos con la creación de la melodía. También para un jugador tenemos el modo libre, en el que no tendremos ningún límite de tiempo para practicar sobre los escenarios ya desbloqueados.
Cooperativo local
La gran novedad de esta versión PS3 es el tan demandado modo multijugador, y que aunque va a dejarnos a medias, ya que solo es a nivel local en la misma consola, le añade al juego un componente party-game que multiplica la diversión. Tenemos dos opciones de juego, cooperativo o competitivo, y en ambos casos, pueden jugar hasta cuatro jugadores cada uno con su mando en la misma consola.
Los modos multijugador son tan sencillos como el principal, pero mucho más adictivos todavía. En el modo cooperativo, todos los jugadores tienen el mismo objetivo, rellenar el 100% del tablero en el mínimo tiempo posible, pudiendo incluso añadir piezas a los quad de otro jugador. Mientras, en el modo duelo, cada jugador tendrá las fichas de un color, y el objetivo es rellenar el máximo espacio posible independientemente de la puntuación, realizando tantos quads como podamos en el tiempo establecido. Lo más divertido en este modo es sin duda la posibilidad de robarle los quads a nuestros competidores creando nosotros uno encima que abarque al menos el 50% del de nuestros competidores. Unos modos realmente adictivos, aunque también hay que reconocer que un poco caóticos, y en los que echamos de menos la posibilidad de jugar online.
Chime se desenvuelve en un aspecto técnico correcto dentro de la sencillez que suelen manejar estos juegos tipo puzle. Su propuesta está basada sobre todo en el aspecto jugable, por lo que tampoco presenta efectos espectaculares que destacar. Las piezas del Tetris encajan perfectamente con la música new age formando un conjunto sencillo y estable, con la única pega de que este estilo de música puede llegar a cansar tras varias horas de juego.
Conclusión
Sí ya nos gustó la versión Xbox 360 de Chime, esta reedición en formato Deluxe para PS3 de este musical juego de puzles, nos ha encantado. El doble de temas, y el modo cooperativo, aunque sea exclusivamente a nivel local, son grandes mejoras, para un juego que para su reducido coste, 8,99 euros, cuenta con una de las mejores relaciones calidad/precio dentro de la Store de PlayStation. Sí te gustan los rompecabezas, no puedes dejar pasar Chime, y si no, deberías darle al menos una oportunidad.