Análisis de Stuntman Ignition (PS2)
Hace unos cinco años, el primer Stuntman, para PlayStation 2 y Xbox, sorprendió a propios y extraños con su planteamiento de juego de conducción espectacular, centrado en accidentes casi imposibles, pero alejado de los principios de otros títulos, al sustentarse en el muy coherente mundo de los especialistas del cine. No era, por tanto, un juego de competiciones a toda velocidad con hincapié en los accidentes, a cargo de los creadores de Driver.
Años después, THQ se ha hecho con la licencia y acaba de lanzar en la veterana PlayStation 2, y también en la nueva generación de consolas, la secuela de ese juego: Stuntman Ignition, que corre a cargo, en esta ocasión de Paradigm.
Esta secuela es sin duda más abierta que su predecesor, tiene pruebas más variadas y, sobre todo, no resulta una tarea imposible. Sin embargo, sigue siendo un juego difícil, donde tendremos que reintentar varias veces cada prueba aunque, eso sí, no tantas como en el anterior. Solo necesitamos un poco de paciencia, nunca llegaremos a rezar.
La idea, por lo tanto, sigue siendo la misma. Somos un especialista que comenzamos desde muy abajo, y participaremos en el rodaje de películas y anuncios. En cada producción tendremos que participar en una serie de escenas, pruebas de conducción y de habilidad donde tendremos que hacer lo que nos mande el director. Éste estará hablándonos en todo momento, diciéndonos lo que tendremos que hacer, aunque también nos lo indica el propio escenario, con iconos muy intuitivos. Pese a que en Ignition haremos todo tipo de cosas, el control resulta extremadamente sencillo, como el de cualquier juego de velocidad, contando con un botón de freno de mano esencial para hacer los derrapes, y un botón de acción para activar ciertos eventos.
Cada prueba, de alrededor de dos minutos de duración, nos pide conducir de un punto a otro en el menor tiempo posible y realizando las acciones que el director nos ordene. Estas acciones van desde pasar cerca de coches, chocar con ellos o directamente aplastarlos (si nuestro vehículo es de gran tamaño), a detalles como pasar a la izquierda o a la derecha de vehículos, o justo entre dos coches (típico de las persecuciones). Aparte de la interacción con otros vehículos, también tendremos que derrapar, pasar por ciertos puntos del escenario, realizar saltos y llegar a tiempo a ciertos sitios. Éstas son más o menos las pruebas más habituales (por supuesto, en cada escenario hay más de una docena), siempre limitadas por el tiempo, pues en el rodaje de una secuencia de acción todo está preparado para que ocurra en cierto momento, y si nos demoramos, nos lo perderemos.
Estas acciones tendremos que hacerlas, sin embargo, a toda velocidad, en un escenario que no solo se limita a mostrar esas acciones y los objetos que intervienen en ellas, sino que también ocurren otras cosas. Ésta es una de las claves de la jugabilidad de Stuntman Ignition, la exigencia de una más que notable habilidad para hacer lo que nos piden aún estando en un escenario totalmente caótico, donde puede haber coches fuera de control u objetos que repentinamente nos bloqueen el paso. Podemos estar haciéndolo muy bien, pero de repente chocamos con un coche, perdemos unos segundos, y lo más recomendable es empezar de nuevo. En este sentido recuerda al primer Burnout, donde chocar era nefasto, y acabábamos sabiendo por dónde iba a salir cada coche del escenario.
El modo carrera de Stuntman Ignition se compone de seis películas, cada una de ellas con seis escenas. Las películas son algo así como medio parodias de clásicas películas de acción de Hollywood, y no se limitan a ser sucesiones de niveles, sino que cuentan con secuencias de introducción, tráilers, y un director con su propia personalidad. Dentro de cada película, avanzamos linealmente por cada escena, pero lo positivo es que no es necesario terminar todas las escenas de otra película para obtener acceso a la siguiente, lo cual ayuda un poco cuando nos hayamos quedado atrancados en una escena en concreto.
La dinámica de prueba y error que comentábamos al principio está muy presente en Stuntman Ignition, aunque el juego no resulte tan frustrante como su predecesor, del que solo se ha mantenido, por así decirlo, el concepto (que no es poco). Ahora tenemos un margen de cinco fallos en cada prueba, lo que hace que el juego sea relativamente permisivo, si bien es cierto que cuando fallemos un requisito, será por algún motivo (chocar antes, quedarnos medio parados, etc…) que quizás nos haga fallar el siguiente porque todos los requisitos dependen del tiempo, irán cambiando de color, hasta que ya nos lo hayamos "perdido". En cualquier caso, los cinco fallos resultan holgados para las primeras secuencias del juego. Eso sí, la estructura del juego se fundamenta todavía de manera muy esencial en el sistema de prueba y error, por lo que puede resultar molesto y frustrante en ocasiones puntuales.
Si fallamos, o si somos perfeccionistas y no nos conformamos con una sola estrella de bonificación, siempre podremos reintentarlo de nuevo, y aquí es donde entra un juego uno de esos detalles que podrían haber hecho de Ignition un juego muy tedioso: Por suerte, el reinicio del nivel es instantáneo, sin tener que esperar tiempos de carga. Esto hace que nos podamos permitir ser perfeccionistas si queremos, y que si se nos da mal el juego, no nos mordamos las uñas esperando a que cargue. En cualquier caso, es posible pasarse los niveles; el juego es difícil, especialmente para los tiempos que corren, pero por su estructura no lineal no resulta desesperante.
Según la calidad de nuestras actuaciones, medidas por el número de fallos, el tiempo y el añadido de extras que pongamos nosotros (hacer cosas peligrosas como pasar cerca de los coches, etc…) recibiremos un número de estrellas que nos harán progresar en el juego, al estilo de la reputación en otros títulos. Para incrementar nuestras puntuaciones, será necesario con frecuencia volver a intentar algunas escenas. La clave está en "enlazar" piruetas, en estar todo el rato haciendo cosas llamativas aparte de cumplir con el guión de cada escena. Éste es el verdadero desafío del juego y lo que nos convertirá en una estrella. Aparte de las películas, tendremos también extras para lograr aumentar nuestra calificación de estrellas, como realizar breves anuncios comerciales o exhibiciones de piruetas para el gran público.
Aparte del modo para un solo jugador, en la versión para PlayStation 2 nos vamos a encontrar con un modo multijugdador centrado en realizar tantas escenas como sea posible en un número limitado de vueltas, siendo el principal atractivo del multijugador. La otra vertiente de este modo es una carrera en la que iremos ganando turbos al hacer maniobras espectaculares, con el objetivo principal de ser el primer en llegar a meta. Un punto importante a tener en cuenta es la posibilidad de construir nuestros propios circuitos, lo que siempre alargará la vida útil del juego, aunque en líneas generales no va a resultar excesivamente largo y rejugable.
A nivel gráfico, el título resulta evidentemente más flojo en PlayStation 2 que en las consolas de nueva generación, aunque para la potencia de la consola el resultado final es bastante positivo, pero con la tasa de imágenes por segundo resultando algo inestable en ocasiones. Las texturas están bien definidas de acuerdo a lo esperable en la veterana consola de Sony, y aunque hay menos coches en pantalla, sigue resultando un juego bastante sólido y competente. Desde luego se echa más en falta la funcionalidad en línea que las naturales limitaciones gráficas, que no tienen repercusiones reales en la jugabilidad ni en la esencia del planteamiento de Stuntman: Ignition.
En el aspecto sonoro, destacan los gritos del coordinador de especialistas y unos efectos sonoros contundentes, resultando buenos en el aspecto sonoro. Sin embargo, la aparición de las voces es mecánica, repetitiva y en ocasiones no tiene sentido, por lo que puede ser un poco molesto desde la perspectiva del jugador. La música, eso sí, recoge temas que buscan recrear la ambientación propia del estilo de las películas en las que se inspiran las diferentes fases del juego, siendo quizás el punto más destacado en toda esta vertiente del título.