Análisis de Sensible Soccer (PS2, Xbox, PC)

Los aficionados al fútbol disfrutan de un mundial cada cuatro años, el mayor acontecimiento deportivo del mundo que, afortunadamente, este año parece sonreír, por el momento, a la selección española. Con motivo del campeonato de Alemania, Codemasters ha decidido sacar del fondo del armario Sensible Soccer, saga con cuyos derechos se hizo cuando compró Sensible Soccer hace unos años. La saga ha estado desaparecida desde entonces, y de hecho Codemasters intentó labrar su propia saga, Club Football, que a la larga le traería malos resultados. Mientras tanto, una versión para móvil de Sensible Soccer obtuvo un notable éxito, lo que alertó a Codemasters de que este clásico del Amiga todavía tenía cierto peso en las mentes de los jugones, ahora prácticamente dominada por el binomio Pro Evolution Soccer – FIFA.

Sensible Soccer no intenta inventar la pólvora creando una especie de versión ampliada, mejorada y cambiada de los juegos originales.

En cambio, Jon Hare, el creador original, y el equipo de Kuju Entertainment, han resucitado la jugabilidad clásica de la saga, y la han trasladado a esta generación, con unos gráficos tridimensionales sencillos y con el obligado efecto Cell Shading para acompañar el look Super Deformed y de broma del juego.

Para los no iniciados o los treintañeros que hayan perdido la memoria, Sensible Soccer usa una perspectiva vertical, aérea, y se basa en dos tipos de tiro, alto y raso, que se usan tanto para pasar como para tirar; nada de pases en profundidad, ni centros asistidos por inteligencia artificial, ni nada por el estilo. La trayectoria del balón está determinada por una flecha de dirección –que de hecho podremos ver- que se moverá acorde con el jugador, y la inteligencia artificial, que hace que nuestros jugadores se muevan según su esquema, hace el resto para permitirnos elaborar jugadas, no tan espectaculares como las de los simuladores de fútbol, pero sí muy divertidas. La potencia de los lanzamientos rasos y elevados depende de lo mucho que pulsemos los respectivos botones, y contamos con un botón de turbo para correr más rápido, y de ese modo eludir a los defensas rivales, que harán todo tipo de entradas para impedirlo. Sin embargo, tendremos una barra de energía para cada jugador que se irá agotando, y que no se recuperará durante el partido.

Los que estén obnubilados por los millares de posibilidades que ofrecen títulos como Pro Evolution Soccer, con sus decenas de animaciones y sus modelados personalizados, quizás levanten la ceja extrañados al encontrarse con un juego de fútbol tan sencillo y, de hecho, simple. Pero los que busquen diversión y accesibilidad desde el principio, están ante un juego muy divertido, adictivo y que ofrece muchas horas de diversión, especialmente en el modo multijugador.

Aunque las dinámicas son simples, Sensible Soccer ofrece una notable profundidad en el juego. Pasar y tirar es fácil, así como quitar el balón, pero para elaborar jugadas verdaderamente espectaculares, superando a la defensa del rival, podremos darle efecto a los tiros, así como convertirlos en chuts o en vaselinas, dependiendo de qué botones pulsemos tras disparar. De igual modo, podremos usar el stick analógico derecho para mover al portero o bien para dribar en un uno contra uno. Gracias a la buena inteligencia artificial "de equipo", nuestros jugadores se moverán por el esquema que hemos dispuesto al equipo, atacando y defendiendo agrupados. La perspectiva aérea permite además planear mejor nuestros pases, al poder ver más terreno de juego que en los juegos habituales del género.

A nivel gráfico, Sensible Soccer es sorprendente. Aparentemente es un juego muy flojo, ya que la vista aérea no nos permite apreciar los detalles del modelado y las animaciones del juego y, aunque en global no resulta un juego impresionante técnicamente, sí tiene algunos puntos muy fuertes, que notaremos cuando el juego muestra la repetición de una jugada importante; las animaciones son muy variadas, y encajan bien con el balón al interactuar con él, así como las animaciones faciales, algunas de ellas sorprendentes por su expresividad cómica. Sin ser impresionante, sí resulta llamativo. El apartado sonoro no es muy variado, incluye los típicos efectos de sonido, y algunas melodías, pero poco más.

Lo que sí incluye Sensible Soccer es una gran cantidad de modos de juego y opciones, algunas de estas últimas bastante originales e inicialmente bloqueadas. Sensible Soccer no cuenta con nombres de jugadores y equipos reales sino que, en la tradición de juegos como los primeros Pro Evolution Soccer o los ISS de hace años, los jugadores tienen nombres parecidos, y los equipos referencias a las ciudades de origen, no el nombre. Por ejemplo, el Real Madrid es Madrid, y el Atletico es Madrid Reds. Por fortuna, tenemos la oportunidad de editarlo absolutamente todo, y además, aunque los jugadores no tienen los nombres reales, su modelado es realista, con algunos parecidos realmente asombrosos si tenemos en cuenta que se trata de un juego con un apartado visual cómico.

Los modos de juego son muy variados, pero destaca sobre todo el modo Carrera, donde podremos crear nuestro equipo desde cero, editado, y comenzar en el puesto 300, intentando que suba poco a poco su posición en el fútbol mundial. En cuanto a las opciones multijugador, por desgracia el juego no incluye un modo online, sino únicamente un offline para hasta cuatro jugadores. A medida que ganemos copas, ligas, etc… iremos obteniendo nuevos extras, como condiciones de juego poco habituales, o nuevos peinados para nuestros jugadores editados.

Sensible Soccer 2006 es un buen juego de fútbol, tremendamente accesible y divertido, aunque no apto para los que estén buscando un simulador, algo comparable a juegos como Pro Evolution Soccer o FIFA, sino un juego de fútbol sencillo, simple pero con profundidad, y con un gran sentido del humor. Quedan pendientes ciertas mejoras para la siguiente entrega como, por ejemplo, la posibilidad de cambiar la táctica durante el partido, pero esperamos que tenga las suficientes ventas como para justificar nuevas entregas. Para gustos, los colores, y se echa de menos otra forma de jugar al fútbol, diferente a los cada vez más realistas, y exigentes, simuladores.