Análisis de Warface (PC, Switch, Xbox 360, PS4, Xbox One)
Lanzar un juego multijugador de acción en primera persona a día de hoy y tener el éxito necesario para sobrevivir no es una tarea fácil, especialmente si vas a optar por el modelo gratuito. La competencia es muy feroz y si no sacas algo al mercado que realmente se diferencie del resto de propuestas o que tenga una calidad soberbia, probablemente la mayoría de los que prueben tu juego no le dedicarán más allá de un par de días, ya que tendrán cosas más interesantes a las que jugar.
Esto es básicamente lo que hemos sentido en cada una de las partidas que hemos disputado en Warface, un nuevo título gratuito de acción multijugador desarrollado por Crytek, el cual no ofrece absolutamente nada que no hayamos visto ya. Además, a esa sensación de déjà vu hay que sumarle una serie de errores que no ayudan y que estropean la experiencia más de la cuenta, tal y como iremos viendo en este análisis.
Otro juego más de acción bélica
La primera en la frente que nos llevaremos será cuando nos dispongamos a descargar el juego y descubramos que en realidad se trata de un título para navegadores, por lo que tendremos que dirigirnos a su web y gestionarlo todo desde allí. El problema es que esta da errores de todo tipo, resulta poco clara y la interfaz de los menús no termina de ayudarnos a situarnos. Además, por algún extraño motivo da problemas en Google Chrome y en la versión española de Mozilla Firefox, impidiéndonos jugar si usamos alguno de esos dos navegadores, por lo que en nuestro caso hemos tenido que resolver el problema haciendo uso de la versión inglesa de Firefox (algo que no se indica en ningún lado y que nos ha obligado a ir probando cosas hasta dar con la solución).
Warface nos sitúa en un futuro no muy lejano, por lo que algunas armas y elementos son algo más futuristas que los que podríamos encontrar en la actualidad. Más allá de eso no hay ninguna clase de trasfondo argumental que nos sitúe en la acción, por lo que una vez que superemos el tutorial daremos el salto a la acción real con otros jugadores, ya sea en cooperativo o en competitivo.
Los controles son los clásicos del género y el ritmo de juego es bastante alto, muy similar a lo que podemos ver en Call of Duty (en el cual se inspira de forma descarada), por lo que no tardaremos en empezar a recorrer los mapas consiguiendo nuestras primeras muertes y bajas. No nos ha gustado demasiado que no haya una opción para hacer que el apuntado se base en lo que mantengamos el botón derecho del ratón pulsado, lo que siempre nos obligará a hacer un segundo click cuando queramos dejar de apuntar, algo que no agradará a todo el mundo.
Además de esto, contaremos con cuatro clases distintas muy al estilo de lo visto en Battlefield, lo que nos permitirá por ejemplo dedicarnos a otras labores que no sean solo matar, como por ejemplo dedicarnos a curar y a resucitar a nuestros aliados. Lo malo es que no todas las clases están desbloqueadas desde un principio y tendremos que jugar varias partidas antes de poderlas escoger. Tal y como era de esperar, podremos modificar y personalizar cada una de ellas con las diferentes armas y accesorios que vayamos obteniendo.
El título también hereda algunas mecánicas vistas en la saga Crysis, como la posibilidad de acoplar accesorios al arma rápidamente en mitad de una partida o el movimiento de deslizamiento, el cual nos será realmente útil y nos veremos obligados a usarlo constantemente si queremos hacer una buena actuación, ya que nos permitirá esquivar balas, dificultar el apuntado a nuestros rivales y matar, todo ello al mismo tiempo. Para realizarlo bastará con que esprintemos hasta alcanzar la máxima velocidad y entonces le demos al botón de agacharnos. Eso sí, por algún motivo no funciona siempre, algo que nos dejará vendidos en más de una ocasión.
En cuanto a sus modos de juego, por un lado tenemos unas pocas misiones cooperativas, las cuales dejan muchísimo que desear, con un diseño de niveles muy pobre y una IA enemiga paupérrima que simplemente se plantarán delante de nosotros y se quedarán quietos disparando como locos, lo que acaba convirtiéndolas en un tiro al plato de lo más aburrido.
La vertiente competitiva del título es algo mejor y al menos consigue que los enfrentamientos con otros jugadores sean mínimamente entretenidos, aunque tampoco esperéis nada del otro mundo. Pocos modos de juego, todos ellos muy clásicos como Duelo a muerte por equipos o Plantar la bomba, mapas no demasiado inspirados en cuanto a su diseño y estética y un sistema de reapariciones desastroso que conseguirá hacer que reviváis continuamente delante de alguien que ya está preparado para volaros la cabeza antes de que os enteréis siquiera de lo que está pasando.
Como casi todo juego gratuito, aquí tendremos un sistema de avance que nos permitirá pagar con dinero real para adquirir armas y mejoras, aunque esto es algo que también podremos conseguir jugando. Eso sí, necesitaréis jugar una desproporcionada cantidad de partidas para poder empezar a compraros equipo decente, por lo que tardaréis bastante en sentir que progresáis, siempre y cuando queráis jugar sin gastar un solo euro.
En cuanto a su apartado gráfico, el título luce correctamente gracias al CryEngine 3, aunque tampoco termina de deslumbrar. Las animaciones no son nada del otro mundo, así como el modelado de los personajes, y el apartado artístico es bastante flojo, con escenarios terriblemente genéricos. Al menos, las texturas son de calidad y el título cuenta con algunos efectos visuales muy buenos que añaden algo de espectacularidad a los enfrentamientos. Además, el motor gráfico está muy bien optimizado y es bastante escalable, por lo que podremos hacerlo funcionar en una gran cantidad de equipos. El sonido sigue la tónica general del resto del juego, con una banda sonora que apenas cuenta con un par de temas y que casi no llegaremos a escuchar, así como unos efectos de sonido algo discretos que meramente se limitan a cumplir.
Conclusiones
Warface es un juego que puede ofrecer algo de diversión, especialmente si lo jugáis con amigos, aunque dudamos que esta os dure demasiado, ya que no ofrece nada que no hayamos visto hecho ya en otros juegos de forma mucho mejor, por lo que no nos da motivos reales para seguir jugándolo. De todas formas, si igualmente le tenéis interés, al ser gratuito, siempre podréis probarlo por vosotros mismos sin perder nada más allá de algo de vuestro tiempo. Para el resto, un shooter más abocado a caer en el olvido.