Análisis de Valhalla Hills (PC)
Un mal día lo tiene cualquiera. Y a Odin, dios de dioses, no le ha sentado demasiado bien que su hijo Leko no haya aprobado el examen de dios nórdico en su 18 cumpleaños. Maleta en mano y una patada en el trasero Leko ha quedado fuera de las puertas del Valhalla, cerrando con llave detrás. Los vikingos después de largas y cruentas batallas merecen el descanso y acceso al cielo prometido, y Leko como dios de los constructores les echará un cable a escalar hasta Valhalla y ganarse el acceso de vuelta al lado de su padre.
Valhalla Hills es un juego de gestión de recursos y construcción de poblados al más puro estilo del clásico The Settlers o de Cultures, siendo este último un título anterior de Funatics, los creadores del que os hablaremos hoy.
Nuestro objetivo va a consistir en llevar de la mano a unos pobladores vikingos de terreno en terreno en busca del Valhalla. Cada nivel tiene un portal de salida custodiado por enemigos que nos dará acceso a la siguiente colina.
Derrotarlos o colmarlos de ofrendas para que nos dejen pasar será el objetivo a cumplir para seguir avanzando en una serie de niveles generados proceduralmente.
Durante las primeras horas nos enseñarán poco a poco en cada nivel a cómo gestionar los distintos edificios que tenemos a nuestra disposición, y de esta manera en un inicio tendremos todo bloqueado y estas primeras escaladas servirán como tutorial según se desbloquean más y más construcciones. Como Dios constructor y siguiendo la estela de los juegos clásicos de los que bebe nosotros no controlaremos a los pequeños vikingos, y nuestra función es darles todo lo necesario para que ellos puedan generar armas, alimentos y materiales para sobrevivir un día más.
Llevar un buen control y orden de cómo construir los edificios será básico para que los vikingos sigan trabajando, y al funcionar bajo una IA, sus necesidades marcarán si cumplen con su cometido. Por ejemplo si llegan a tener demasiada hambre o sueño se negarán en rotundo a trabajar dejándonos colgados sin poder avanzar. Por otro lado la recogida de recursos será el otro punto necesario para poder seguir creciendo, calcular mal puede provocar que nos quedemos sin acceso a un elemento básico como la madera por ejemplo y tener que reiniciar el nivel.
Cada colina comienza con un tótem de entrada de los vikingos dónde habrá además materiales suficientes para arrancar a construir. En el momento que demos ordenes de construcción de cosas básicas como casas, almacenes o la casa del leñador, nuestros habitantes automáticamente se gestionarán la tarea entre ellos y si el edificio es necesario que tenga algún habitante para funcionar se asignará. Para ahorrarnos ciertas esperas tenemos acceso a tres velocidades para el paso del tiempo, y la IA de los vikingos suele ser bastante eficiente, pero a los amantes de la micro gestión les puede sacar de sus casillas ver como a veces tardan en organizarse. Una herramienta creada a la espera de que la coja el único que la puede usar, o un edificio lleno de recursos sin utilizar necesarios para la construcción vecina, pueden hacerte echar de menos darles órdenes directas a tus súbditos.
Una experiencia exigente
Como decíamos la salida del nivel consiste en un portal lleno de enemigos de hielo a derrotar. Muy pronto se te abren dos soluciones: o nos acercamos con un ejército de vikingos a entrar por la fuerza, o podemos acercarnos para ver que quieren y darles la ofrenda deseada, como podría ser carne, trigo o peces. Crear un altar de ofrendas será la solución más rápida en los primeros niveles, pero pronto los enemigos no se limitarán a estar dentro del portal y pasearán por la colina, lo que nos obligará a tomar por lo menos en unos mínimos la senda del guerrero. Crear unos buenos guerreros será la punta de nuestra pirámide de creaciones, y los guerreros necesitan armas creadas en forjas que necesitan de materiales procesados a partir de materiales básicos recolectados. También pueden tener bonus si les surtimos de cerveza de malta, la cual exigirá de una cadena de edificios para su correcta producción.
Cada vez que lleguemos a un nuevo nivel tendremos que analizar cuidadosamente como vamos a afrontarlo, como el título indica se tratan de colinas con el portal en su parte superior. No todos los lugares son perfectos para empezar a construir y la inclinación marcará el gasto de recursos, al ser posible que necesitemos crear estructuras para nivelar la base del edificio. Los recursos es otro tema delicado. Los edificios tienen un área de acción y los vikingos que trabajen en él recogerán los materiales que estén dentro del área de influencia.
No calcular que se te acaban la madera por ejemplo puede provocar que no tengas suficiente para construir otra cabaña de leñador cerca de otro bosque, o limpiar una zona de animales con el cazador y ser lentos en nuestras tareas provoca que los vikingos estén hambrientos y se nieguen a trabajar para nosotros. Según avancéis no serán pocas las veces que tendréis que reiniciar un nivel, pero resulta muy equilibrado y casi siempre tendréis la sensación de que ha sido por un error vuestro.
Un control algo tosco empaña una jugabilidad bastante redonda. El sistema de cámaras, muy clásico en cuanto a control, os dará más de un quebradero de cabeza, a veces resulta tedioso centrarte en una zona concreta para ver lo que está ocurriendo, y el zoom nos ha resultado algo tosco. Tardaréis algunas partidas en adaptaros a él pero queda la espina de que podría haber estado más pulido.
Las colinas de Valhalla Hills son muy agradables a la vista. El juego sin duda es bonito y consigue crear un estado de ánimo, con imágenes que provocan que sea hasta relajante. Un diseño de escenarios y personajes de corte cartoon, más algunos efectos de desenfoque y filtros de cámara bien utilizados, nos darán la sensación de estar delante de una pequeña maqueta con vida y con ciclos de día y noche. Los vikingos podrían estar algo más trabajados pero existe el aliciente de poder ser personalizados desde el menú principal con elementos que desbloquearemos cumpliendo retos. Las melodías de corte celta que nos acompañan terminan de redondear la experiencia de juego. Indicar además que el título está traducido al castellano aunque hay errores con los textos apareciendo algunos aleatorios en inglés sin traducir.
Conclusiones
Valhalla Hills es sobre todo una experiencia agradable de jugar. Un título de gestión que además de ser un reto de dificultad bien medido, nos ofrece un acompañamiento visual en el que no nos importará quedarnos embobados con la velocidad al mínimo viendo como nuestros pequeños vikingos trabajan mientras el sol cae en la colina. Una experiencia más sencilla que otros títulos como The Settlers, pero de seguro gustará a los seguidores de este género de juego.
Hemos analizado el juego con un código de descarga que nos ha proporcionado Daedalic Entertainment.