Análisis The Quarry, pesadilla de una noche de verano (PC, PS5, PS4, Xbox One, Xbox Series X/S)

Supermassive ha cogido una carrerilla increíble con esto de los juegos interactivos de terror, y va a título por año con su saga The Dark Pictures Anthology. De hecho, parece que este año va a sacar no uno, sino dos juegos. Junto a The Devil in Me, la siguiente parte de la mencionada antología, nos llega ahora The Quarry, una especie de sucesor espiritual de Until Dawn que nos ha gustado mucho.

El peligro tras cada esquina

El género de las películas interactivas no es ni mucho menos nuevo, y probablemente no hace falta que nos extendamos mucho explicando de qué va. Por si acaso es vuestro primer juego de este estilo, es un título centrado en la toma de decisiones, aderezado aquí y allí con algún que otro quick time event –secuencias en las que tenemos que pulsar un botón que aparece en pantalla rápidamente– y, en este caso, un muy limitado componente de exploración. Así, nuestras acciones tienen consecuencias, y normalmente, además de decidir las relaciones entre personajes, deciden entre la vida y la muerte.

Aunque en esencia es un slasher, The Quarry introduce diferentes elementos de otros subgéneros del terror para crear un batiburrillo de ideas que, dentro de lo irreal de la premisa, funciona bien y nos ha gustado. Al final, nos vamos a encontrar con un grupo de adolescentes que toman todo tipo de cuestionables decisiones para conocerse más en... profundidad, y que acaban arriesgando sus vidas en un entorno más que hostil. Nuestro objetivo será matarlos a todos, intentar mantenerlos con vida o salvar a los que nos caigan bien. Su destino está en nuestras manos.

Como comentamos en las impresiones, en The Quarry –ingenioso título que aprovecha las dos acepciones de esta palabra en inglés, y no diremos más– la historia sostiene todo el peso de la aventura. Esto se debe a que, a nivel jugable, es un título extremadamente limitado, incluso para lo que nos tiene habituado el género. Limitar el control de los personajes no es algo que nos moleste demasiado, a pesar de que nos gustaría tener más secuencias donde poder explorar libremente, pero lo que nos ha decepcionado un poco son los quick time events. Os lo explicamos.

Slow time events

Los quick time events en este tipo de juegos son, en multitud de ocasiones, lo que nos separa de la vida y la muerte. Es decir, deberían ser momentos de tensión en los que un segundo puede cambiarlo todo. Aquí los QTE son increíblemente fáciles, hasta el punto de que es prácticamente imposible fallarlos. Generalmente consisten en mover el stick en una dirección o pulsar un botón, y hay tiempo de sobra para hacerlo. De manera similar a juegos anteriores, hay momentos en los que tenemos que aguantar la respiración, algo que ha pasado de mantener el mando quieto (usando el giroscopio interno para detectar el movimiento), a pulsaciones al ritmo de los latidos del corazón del protagonista a, ahora, mantener un botón pulsado hasta que desaparezca el indicador rojo del borde de la pantalla.

Entendemos que estos juegos están hechos para todo el mundo, dejando atrás el público más hardcore, pero hay tantísimas opciones de accesibilidad y dificultad (incluyendo una opción para que el juego se juegue solo), sistema de vidas para reintentar una secuencia si un personaje muere... que echamos de menos esa opción para ofrecer un desafío mayor. Literalmente, no hemos fallado ni un QTE en todo el juego, y los momentos que deberían habernos ofrecido tensas persecuciones acaban convirtiéndose en rutinarios. De hecho, nos hemos obligado a fallarlos para ver las consecuencias, y están ahí. Hay momentos en los que si mueves el stick en la dirección equivocada, estás muerto o cambia la historia de manera significativa, y esa tensión desaparece para la mayoría de jugadores que tengan un mínimo de habilidad con el mando.

Aquí, por supuesto, hay que aplaudir la enorme variedad de opciones para hacer que todo el mundo pueda disfrutar del juego, siendo uno de los títulos más accesibles que hemos visto dentro del género. Además, no faltan los modos para jugarlo solo o en cooperativo –aunque el modo a través de internet se ha retrasado unas semanas, hasta julio–. En ese aspecto no tenemos la menor de las quejas.

Mejores gráficos, mejores emociones

Los gráficos no hacen, necesariamente, que un juego sea mejor, pero en un título donde la historia tiene tanto peso, ayudan muchísimo. El salto técnico que vemos en The Quarry con respecto a los anteriores juegos de Supermassive no es desmesurado, pero sí que es perceptible. La clave es, sin duda, la evolución en las expresiones faciales, muchísimo más naturales y sutiles. No todos los personajes están igual de conseguidos, pero los que lo están tienen muchos momentos fotorrealistas.

En cuando al rendimiento, lo hemos jugado en el equipo que veis más abajo, y a 1440p con todo al máximo nos ha funcionado genial, casi a 60 imágenes por segundo la mayoría del tiempo. Tenemos que destacar que hemos jugado en una pantalla con G-Sync, por lo que muchas de las caídas se han suavizado o se han hecho imperceptibles, siendo únicamente notables en zonas más abiertas o más exigentes en lo técnico. Aun así, estamos seguros de que hay margen de optimización con la versión final.

Por último, queremos destacar el trabajo sonoro. Como siempre, esencial en cualquier experiencia de terror que se precie, y Supermassive no falla. Tanto musicalmente (con temas licenciados de artistas como Ariana Grande, así como composiciones propias) como en lo que respecta a efectos de sonido, está muy cuidado, con melodías que cambian en función del resultado de una secuencia. Además, nos llega doblado al castellano, con una traducción generalmente muy correcta.

Una aventura que no decepciona

The Quarry es el mejor juego de Supermassive después de Until Dawn. Se nota que 2K ha invertido más dinero que Bandai Namco invierte en The Dark Pictures Anthology, y el resultado es un juego mucho más ambicioso, que se alarga hasta las nueve horas en la primera vuelta, y con una enorme variedad de situaciones que de verdad podemos cambiar y que modifican la historia. Es una pena lo de los quick time event, pero como resolverlos con éxito no tiene necesariamente un resultado positivo, podemos tomárnoslos como un nuevo sistema de decisiones. Esto no quita que un modo de dificultad para jugadores con un mínimo de experiencia a los mandos habría estado genial.

Como dijimos en las impresiones, ya sabéis a lo que venís y si es un juego para vosotros o no. La buena noticia es que Supermassive ha hecho un gran trabajo con su último título, que consigue mantenernos entretenidos hasta el final –después de un inicio algo lento, todo sea dicho–, y que consigue ofrecernos una aventura de terror en el que casi todas nuestras acciones tienen consecuencias, repleta de opciones para disfrutarla solo o en compañía.

Hemos realizado estas impresiones en PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) con un código de descarga proporcionado por 2K.