Análisis de Stasis (PC)
Los videojuegos enmarcados dentro del género de terror en los últimos años, parecen haber vivido una pequeña edad dorada. Por doquier nos hemos encontrado con survival horror que creen haber retomado las raíces clásicas de un tipo de juego otrora olvidado, así como se ha comenzado a experimentar con el sigilo, la primera persona o incluso las inteligencias artificiales retorcidas e inquisitivas -como Amnesia o Alien: Isolation como máximos exponentes-, llevando el miedo a nuevas cuotas. STASIS es un entretenido y notable título de terror bastante innovador, pero no porque incluya una tecnología novedosa, cambie los parámetros del género o haga uso de un nuevo método narrativo a la hora de contarnos su particular aventura. Más bien, al contrario.
Estrés y terror con perspectiva
Nada más arrancar, STASIS produce un cúmulo de sensaciones nostálgicas en la cabeza y en la memoria de cualquier jugador experimentado. No hablamos únicamente de juegos de una edad pasada, en la que la perspectiva y las cámaras isométricas servían para presentarnos mil y un mundos y otros tantos escenarios.
STASIS hace uso de este tipo de cámara y presentación, juntando sendos elementos de las aventuras gráficas y títulos point and click de antaño y fusionándolos bajo una envoltura tétrica y muy terrorífica. Puede parecer un juego anacrónico o fuera de tiempo, pero lo cierto es que The Brotherhood -desarrolladores- han encontrado un equilibrio justo a la hora de presentárnoslo junto a sus mecánicas.
STASIS cuenta la historia de John Maracheck, un hombre que se despierta en mitad de una nave que no es la suya, rodeado de una suerte de líquido viscoso que parece haberlo tenido criogenizado durante bastante tiempo. Instintivamente, nuestro protagonista -John Maracheck- comienza a buscar a su familia -su mujer y su hija, con las que compartía viaje, han desparecido- y a >desentrañar los oscuros secretos que se esconden y rodean la nave en la que se encuentra varado y atrapado en mitad del frío espacio. La historia de STASIS es perturbadora, retorcida y dura, con momentos realmente macabros, que encajan a la perfección en el desarrollo del juego, sin llegar a ser gratuitos bajo ninguna circunstancia.
STASIS picotea, a la hora de presentar su argumento, de varios puntos de referencia, tanto cinematográficos como procedentes de otros juegos. Sí, Dead Space es una de las claras, pero STASIS va más allá y nos presenta detalles vistos en películas como Pandorum -de la que absorbe, y mucho- y Horizonte Final, añadiendo a su vez numerosos guiños a otras obras cumbres del género que a buen seguro no pasarán desapercibidas por el aficionado.
Íntimamente ligada a la historia de STASIS, tenemos a la jugabilidad. STASIS es un juego con un núcleo de control e interacción herencia de la vieja escuela, pero sin despreciar algunos detalles más modernos a nivel de diseño, que a la postre, ayudan a completar la propuesta y darle una mayor coherencia en nuestros tiempos. Es, tal y como os comentábamos más arriba, un point and click, en el que debemos ir dando órdenes con nuestro ratón a la hora de explorar, movernos o interactuar con los escenarios.
Escenarios que son muy, muy oscuros, llenos de pasillos, estancias traicioneras, terroríficas bodegas de carga y peligrosos obstáculos. STASIS está concebido para ser muy opresivo, y obligarnos -algo parecido a lo que hacía Alien: Isolation- a buscar ese objeto o pieza que nos falta en entornos insondables y a veces, cómo os podéis imaginar, llenos de elementos disuasorios.
No es un juego excesivamente lineal, de hecho, nos invita a explorar -con la constante sensación de intranquilidad porque creemos que en cualquier momento nos van a dar el susto de nuestra vida- por las enormes bodegas y estancias de la nave, incitándonos a que recopilemos información, objetos y pistas -si es que se pueden llamar así- para encontrar la solución a ese puzle o esa puerta por la que no podemos acceder. Nos pasaremos muchísimo rato deambulando por ahí, recogiendo informes, agendas o leyendo terminales, añadiendo y escudriñando datos e historias que además, sirven para completar y rodear el propio argumento del juego -tranquilos, STASIS está traducido al castellano-.
Es por eso, por lo que creemos que STASIS se puede hacer muy cuesta arriba y muy difícil si no hemos tenido contacto con títulos similares, pues sus puzles son complejos, y pueden acabar con el fin de la partida si no estamos muy espabilados. De esta manera, el método ensayo-error -un verdadero clásico, tal y como seguro estáis acostumbrados si jugáis a menudo a títulos del género- acabará por salvarnos del fuego en alguna ocasión, aunque siempre os recomendamos que os estrujéis al máximo la cabeza y os pongáis a planificar un poco antes de hacer cualquier rompecabezas por las bravas -pese a que el factor suerte siempre está ahí-.
Técnicamente, STASIS es un juego que, pese a lo discreto de su presupuesto y presentación, goza de una envoltura inmejorable. Suena casi a cliché, pero es cierto. El escenario es opresivo, muy bien pensado, gozando de una personalidad única en cada ambiente y estancia. Creeremos estar moviéndonos por un entorno frío, hostil, que nos puede aniquilar en cualquier momento y en el que residen criaturas y elementos poco amistosos. Salas abandonadas, bodegas de carga llenas de sangre, laboratorios con puertas y cristales trabados En este terreno, STASIS recuerda mucho a Resident Evil o Diablo y sus preciosistas fondos pre-renderizados, pero llevados al futuro más distante y ficticio.
El apartado sonoro es, como os podéis hacer una ligera idea tras nuestras palabras sobre el diseño del escenario, muy agobiante. Ruidos, quejidos metálicos, lamentos… La música, tétrica y lúgubre, acompaña a la perfección todo el entramado audiovisual del juego a las mil maravillas -no obstante, corre a cargo de Mark Morgan, el responsable de las bandas sonoras de Wasteland 2 o el Fallout original-. Sin lugar a dudas, gracias a un presentación de lujo, STASIS es uno de los videojuegos que peor cuerpo dejan tras unos minutos de partida.
Conclusiones finales
STASIS ha sido una auténtica sorpresa. Daedalic Entertainment y The Brotherhood han parido una historia de terror a la vieja usanza, con un estilo de juego clásico y muy de la vieja escuela, capaz de tenernos absortos durante horas. Sí, quizás se pueda hacer difícil -los puzles son muy desafiantes y complicados-, y aunque acabaremos deambulando por los escenarios en más de una ocasión -STASIS no es lineal en absoluto-, puede llegar a hacerse algo corto -entre siete y diez horas de duración, en función de cómo seamos de resueltos en el género-. Pero son minucias.
The Brotherhood ha cuajado un título muy nostálgico, con un control point and click clásico y duro a la par que gratificante -pese a que tengamos que armarnos de paciencia es más de una ocasión-, así como una excelente ambientación terrorífica y macabra, capaz de tenernos en tensión durante todo el día.