Análisis de Slender: The Arrival (PC, Xbox 360, PS3, PS4, Xbox One, Wii U, Switch)
Poco nos queda ya por escribir de Slenderman, tanto de la leyenda, como del primer juego que originó esta explosión mediática. En un género tan olvidado como el survival horror (que ahora parece volver a cobrar fuerza, poco a poco) Slender: The Eight Pages se convirtió en una idea muy prometedora que aterró a miles de jugadores de todo el mundo. Era cuestión de tiempo que llegase su secuela, un concepto mucho más "juego" –ya que el original era más bien una demostración o concepto–, y finalmente está entre nosotros. Slender: The Eight Pages consiguió acercar el género del terror a muchos usuarios, y Slender: The Arrival ofrece una experiencia más completa a aquellos que se quedasen con ganas de más.
Slender: The Arrival es un juego de terror en primera persona, en el que investigamos la misteriosa desaparición de una amiga. Cámara en mano, comenzamos en un apacible bosque, que podemos explorar o no, cuya senda está marcada por un camino desprovisto de hierba. Este camino nos guía, mientras anochece, hasta una casa de dos plantas algo alejada de la sociedad, en la que vivía nuestra amiga. Cuando llegamos a la puerta, la noche ya se ha apoderado del entorno, y tan sólo las luces del hogar nos sirven de guía en la oscuridad. A la izquierda, los dibujos de un hombre de figura esbelta y varios árboles nos hacen temer lo peor.
Así comenzamos esta aventura en la que nos sumergiremos en un auténtico infierno para intentar salvar a nuestra amiga de la aparente demencia que parece sufrir. A diferencia de Slender: The Eight Pages, Slender: The Arrival nos relata una historia, que se cuenta a través de distintos documentos que vamos recogiendo –además de alguna sorpresita–, sin grandes alardes, pero que sirve para dar cohesión al conjunto jugable. En el juego no hay secuencias de vídeo más allá de un breve vídeo introductorio, y tampoco hay diálogos; todo se relata mediante textos en inglés, por lo que aun siendo bastante explícita, será posible perdernos varios detalles si la lengua anglosajona se nos atasca.
Slender: The Arrival cuenta con dos tipos diferenciados de jugabilidad. El primero de ellos está basado en la exploración. Bajo la luz del día y la tranquilidad que ello supone, contamos con bellos y extensos parajes forestales que explorar, en los que principalmente encontramos documentos que nos permiten leer detalles adicionales para comprender con mayor claridad la historia. El segundo tipo de jugabilidad llega con la oscuridad. Cuando la noche cae o entramos en alguna zona privada de claridad, Slenderman o los nuevos enemigos que aparecen en esta entrega hacen acto de presencia, y pasamos a infiltrarnos y a correr para salvar nuestra vida.
En lo que respecta al plano de posibilidades, pocas novedades encontramos en comparación a lo visto en el concepto original. En Slender: The Arrival podemos correr, agacharnos, encender y apagar la linterna y hacer zoom con la cámara de vídeo, además de interactuar con determinados objetos. En ningún momento nos dicen qué efecto tiene sobre las criaturas que nos acechan realizar cualquiera de estas acciones, por lo que estamos solos en un entorno hostil con nuestra intuición como única arma. Tal y como en el juego original, no podemos defendernos de nuestros enemigos de ninguna otra manera salvo huyendo o evitando ser vistos.
Éste es uno de los puntos que consideramos negativos –si bien totalmente intencionado–, y es que el jugador nunca sabe qué está haciendo bien y qué no, y muchas veces podrá sentir que es castigado sin haber cometido un error. El juego se basa en una mecánica de ensayo y error, que dará lugar a una dificultad un poco incomprensible, y que puede acabar por desesperar. Esta dificultad es la misma que la de Slender: The Eight Pages o la demo/beta de Slender: The Arrival. Cuenta con dos modos, el normal y el llamado "???" que no deja claro si es más o menos difícil que el normal.
De un modo u otro, con mayor o menor dificultad, Slender: The Arrival reinventa el concepto conocido, con cinco niveles jugables basados en la exploración y en la recolección de objetos mientras nos persiguen. En el primer escenario exploramos parte de un bosque y el mencionado hogar, el segundo es el archiconocido bosque en el que tenemos que recoger las ocho notas, y en el tercero tendremos que encender seis generadores mientras Slenderman y las nuevas criaturas nos hacen compañía. Nos reservamos lo que guardan el cuarto y el quinto episodio.
En lo que respecta al terror, Slenderman ahora es mucho más contundente en sus apariciones, y el añadido de la cámara y sus distorsiones cuando está cerca crea un ambiente mucho más opresor. Los nuevos enemigos, aunque sólo aparecen en un nivel, cumplen una función más agresiva, ya que nos persiguen gritando y jadeando por laberínticas instalaciones antes de finalmente asaltarnos. Sus apariciones y acciones son tan imprevisibles y letales, respectivamente, como las de Slenderman, pero entre todos consiguen crear unas sensaciones tan terroríficas que elevan la tensión hasta altísimas cotas cuando tenemos que mirar hacia atrás.
Por último, no podemos olvidarnos de la revisión sufrida en el aspecto técnico. Gráficamente es incomparablemente superior al Slender: The Eight Pages, gracias al gran trabajo de Blue Isle Studios, un estudio independiente. Los entornos son mucho más detallados, y los exteriores gozan de cuidadas y elaborados paisajes que crean algunas estampas de gran belleza. La iluminación es mucho más realista y dinámica, algo que se aprecia sobre todo en los escenarios abiertos, y como decimos, los efectos que causan las apariciones de Slenderman hacen el impacto de éste sea incluso mayor.
Podríamos criticar las animaciones, algo toscas –como por ejemplo, nuestro protagonista al correr– o incomprensibles cambios de cámara cuando nos atacan las otras criaturas. Por lo demás, pocas quejas podemos tener del trabajo gráfico realizado por este estudio independiente, que encaja a la perfección en el universo Slender. También destacar el aspecto sonoro, con efectos y melodías pensadas para alterar nuestros nervios, para hacernos sentir el agobio de la situación y para acompañar muy correctamente la acción. Sobra decir que Slender: The Arrival no es un juego para pasarte en la plaza del pueblo mientras la orquesta toca Paquito el Chocolatero, sino un título para disfrutar a oscuras, con el volumen al máximo y en solitario –o con amigos que se asusten mucho–. Así es como de verdad nos veremos inmersos en Slender: The Arrival.
Eso sí, Slender: The Arrival no es un juego de terror a la antigua usanza. Toma la idea original y, como hemos dicho ya en alguna ocasión, la evoluciona, pero sin separarse en exceso de la base primaria. Es por ello que encontraremos nuevos entornos, nuevas situaciones y, por supuesto, un nexo argumental de unión entre los cinco niveles, de otro modo independientes, pero no encontraremos nuevas mecánicas más allá de las conocidas "exploración, susto y huida" .
Slender: The Arrival es un juego que se puede completar en unas tres horas –aunque dependerá de si lo hacemos todo a la primera o nos quedamos atascados en alguna fase–, pero también está enfocado en la rejugabilidad. Si os rejugasteis hasta la saciedad la demo, seguro que podéis hacer lo mismo con este título, que además ofrece el añadido de recolectar todos los documentos, que podemos consultar luego desde el menú de extras.
Más Slenderman
Slender: The Arrival es la evolución lógica de Slender: The Eight Pages. No innova en exceso en comparación con el concepto original, pero lo que ofrece es sin duda más y mejor. Volvemos a enfrentarnos a un juego en el que tendremos que huir de las terroríficas garras de Slenderman –además de nuevos compañeros de aventura–, mientras exploramos escenarios más elaborados en un entorno gráfico sensiblemente superior. Slender: The Arrival dura apenas unas horas, pero si te gustaba recrearte en el terror con los anteriores juegos del esbelto caballero, seguro que puedes aprovechar éste mucho más. No negaremos que nos habría gustado que este título hubiese ofrecido algo más, pero sobre todo, Slender: The Arrival ofrece mucho terror, muchos sustos y mucha tensión, y eso es algo que cada vez hemos visto menos en la última generación.