Análisis de Sam & Max: The Devil's Playhouse - Episode 5: The City that Dares Not Sleep (PC)

Cuando una fórmula funciona, lo ideal es dejarla como está para que siga generando unos beneficios jugosos para los productores o desarrolladores de la idea. Este hecho ocurre en todos los mercados habidos y por haber, aunque lamentablemente en función del territorio en el que nos encontremos, lo bueno suele durar poco, y por consiguiente la calidad final de un producto puede verse mermada por las ansias de conseguir más y más beneficios. Sin embargo, hay excepciones que confirman la regla. Productos tan sumamente carismáticos y distintivos de su competencia que, aunque aparezcan con cierta regularidad, sus legiones de fans acaban por disfrutar de todas y cada una de las ventajas que aparecen con cada nuevo modelo, y esto es, precisamente, lo que le ocurre al título que hoy nos ocupa: el final de las aventuras de Sam y Max para ordenador y PlayStation 3.

Cualquier usuario que desconozca la naturaleza de este dúo tan carismático podría pensar que jugar a un título episódico poco o nada puede aportar entre capítulos de una misma temporada, y parte de razón tienen, ya que las novedades -jugables- son más bien pocas, y una cita mensual de un mismo género, con los mismos personajes pero cambiando el guión podría cansar al jugador más receptivo. No obstante, los seguidores de Sam & Max conocen la verdadera esencia de la magia de TellTale Games, que mantiene expectante a sus fieles seguidores con un argumento digno de elogio, que ha dado muchísimas vueltas desde el capítulo piloto y que, como no, debe despedirse a lo grande.

Antes de comenzar a hablar del título propiamente dicho, hay que aclarar una serie de conceptos para evitar que el lector se lleve las manos a la cabeza. En primer lugar, es totalmente obligatorio haber jugador a los anteriores capítulos de la temporada para poder disfrutar plenamente del episodio final, y, aquellos quienes no hayan completado los cuatro capítulos predecesores y no quieran que se les destripe el final, deberían reconsiderarse la lectura de este artículo, puesto que unos pocos detalles serán desvelados. Por otra parte, no importa si no hemos finalizado las anteriores temporadas de aventuras, puesto que los guionistas han incluido nuevos personajes para la nueva trama y los antiguos se van describiendo a medida que aparecen en la aventura,

La profecía se cumple

Llevamos toda una temporada de aventuras imaginándonos lo peor. Visiones que han aparecido durante todos los capítulos augurándonos un final de temporada, cuanto menos, épico. Han sido muchas las pistas que ha ido dejando la desarrolladora a lo largo de estos cuatro episodios predecesores para que el jugador más espontáneo imagine lo que iba a ocurrir. Y así ha sido. Después de unas visiones un tanto extrañas con un Max gigante zampándose a su compañero, o el propio Sam rogándole a su fiel amigo que no destroce el Edificio Chrysler, el capítulo final ha llegado a nuestros ordenadores y PlayStation 3. Max ha sido convertido en un monstruo de dimensiones desproporcionadas y está fuera de control. Nuestra misión será intentar evitar la destrucción de la ciudad y del universo entero a manos de nuestro fiel compañero... sea como sea y cueste lo que cueste.



A priori parece ser que sean muchos los elementos que han cambiado en este capítulo final de Sam & Max: The Penal Zone, aunque lo único que ha sido modificado a lo largo de la aventura ha sido el esquizofrénico conejo, que estará destrozando la ciudad en vez de ayudándonos a recolectar pistas con sus ingeniosos comentarios. No obstante, y sin querer desvelar demasiado, una parte desconocida de Max nos ayudará durante la aventura. De hecho, el desarrollo de la aventura es exactamente igual al de sus hermanos anteriores, teniendo que recorrer la ciudad que nunca duerme -clara referencia a la ciudad de Nueva York, además del edificio anteriormente mentado- en busca de pistas e información lo suficientemente convincente como para detener la amenaza desconocida.



Otro de los aspectos a destacar en este capítulo son sus puzles, que son una variable más que necesaria en este tipo de juegos. Lamentablemente, la dificultad de los mismos no supondrá ningún reto para el jugador experimentado salvo en un par de ocasiones. Eso sí, todos aquellos quienes no hayan seguido las aventuras gráficas -en general- de la década de los noventa es posible que tengan alguna que otra falta de agilidad mental, puesto que se hace referencia a multitud de clichés del género... pero dándole una vuelta de tuerca, evidentemente. La obra puede llevarnos aproximadamente entre cuatro y seis horas, en función de nuestra perspicacia, lo que sumado a los anteriores capítulos se traduce en un buen puñado de horas de diversión, risas y puzles que superar.



Por otro lado, y este es un aspecto que ya hemos repetido en más de una ocasión, el apartado técnico de Sam & Max comienza a resentirse de manera notoria. No estamos delante de un videojuego que requiera grandes gráficos, escenarios funcionalmente amplios o un detalle extremo, pero tampoco estaría de más que los personajes, así como sus animaciones y demás estuviesen actualizados al día, puesto que muchas animaciones -la gran mayoría- son recicladas de las anteriores entregas, lo que causa una sensación de dejadez clara de cara al jugador. En cuanto a las melodías y la caracterización de los personajes, poco o nada hay que añadir que no se haya dicho ya; únicamente aplaudir el trabajo de los profesionales por hacer de unos diálogos hilarantes lo que pocos podrían hacer: dotarlos de una sencillez y una personalidad impagables.

El control sigue la estela de la temporada, obviando el point & click y pasando a un sistema de juego mucho más dinámico y funcional, utilizando el teclado y el ratón como combo inseparable para mejorar la experiencia del videojuego en tres dimensiones. De esta manera, controlaremos a nuestro héroe con el teclado mientras que con el ratón iremos haciendo los correspondientes barridos de pantalla en busca de información, pistas o personajes que nos llamen la atención del escenario. El cambio a este sistema se debe, en parte, a que la desarrolladora piensa constantemente en los nuevos sistemas de descarga digital, como PlayStation Network, donde la compañía lanza simultáneamente los capítulos de esta temporada para el deleite de los usuarios de la máquina de sobremesa de Sony.



TellTale Games ha hecho posible que una serie tan olvidada como la de Sam & Max vuelva a los ordenadores de sobremesa y videoconsolas de una manera espectacular. El cierre de la temporada no podría haber sido mejor, siendo éste uno de los mejores capítulos que ha realizado el estudio en toda su carrera por el mundo de los videojuegos. Ahora que Sam y Max han terminado sus aventuras -hasta nuevo aviso-, la desarrolladora lanza al mercado un título totalmente fresco, nuevo e innovador, agrupando la experiencia obtenida por las distintas franquicias que ha ido tocando para darle ese sabor único que sólo esta compañía sabe hacer. Y así ha nacido Nelson Tethers: Puzzle Agent, aunque esto es otra historia. No hace falta decir que cualquier amante de las aventuras gráficas debería hacerse con el pack de la temporada -y las demás aventuras- a cualquier coste, puesto que las horas de risa, enigmas y puzles son, cuanto menos, impagables.