Análisis de RACE: Caterham (PC)
Al precio de 5 €, SimBim nos ofrece la primera expansión de su notable RACE: The Official WTCC Game para PC, el simulador automovilístico basado en esta exigente y apasionante competición de grandes turismos que llegó a nuestro país a finales del pasado año, y que en esta ocasión amplía sus opciones, levemente eso sí, con una nueva categoría de coches: los veloces Caterham.
Por lo demás, esta expansión ofrece exactamente lo mismo que hizo tan popular a RACE. En principio, cabe de nuevo destacar que estamos ante un simulador de conducción que se basa en la competición WTCC que enfrenta a coches de la categoría Gran Turismo. No obstante, pese a tratarse de un simulador, el juego cuenta con un sencillo sistema de ayudas que podremos ir eliminando o activando para modificar notablemente el sistema de juego. De este modo, por ejemplo, podemos hacer que el juego se convierta en un título de lo más accesible para los menos duchos en la simulación, o convertirlo en una experiencia de lo más realista desactivando la mayoría de estas ayudas, lo que nos obligará a reaccionar como lo haría un piloto de verdad.
Y es que lógicamente, si estamos en el nivel de simulación más elevado, deberemos comportarnos de forma creíble al volante ya que cualquier descuido nos puede costar la victoria en la carrera: entrar a demasiada velocidad en una curva puede provocar que el coche no gire lo suficiente y nos salgamos del trazado, como también frenar de forma brusca puede bloquear las ruedas y terminar con un resultado similar.
También deberemos respetar las normas de la competición ya que los árbitros nos penalizarán siempre que cometamos alguna infracción, como atajar por entre la tierra o césped, no respetar los distintos tipos avisos que nos darán mediante el sistema de banderas de colores, o los propios coches de seguridad que saldrán a la pista. Tampoco podemos olvidar las obligatorias paradas en boxes donde podremos repostar, cambiar las piezas dañadas del vehículo, o quitar los neumáticos ya gastados para usar unos nuevos. Todas estas acciones, que podremos ir seleccionando en un completo menú repleto de opciones, irán aumentando el número de segundos que permaneceremos estacionados, por lo que siempre deberemos tener en mente la carrera para evitar realizar paradas excesivamente largas que lógicamente nos harán perder muchas posiciones. Pero además de todas estas opciones, cuando estemos disputando un gran premio, tendremos la oportunidad de consultar una gran cantidad de parámetros relacionados con las marcas de cada vehículo, la posibilidad de seguir a un rival en concreto para observar cómo ha realizado su vuelta rápida, las previsiones meteorológicas, etc. En definitiva, estamos ante un título que nos muestra este tipo de competiciones con todo lujo de detalles, no olvidando prácticamente ningún detalle técnico o de realización, lo que lógicamente hará que los aficionados a este tipo de juegos disfruten de lo lindo trasteando en los parámetros jugables para adaptar RACE a su propio estilo de juego.
En este sentido, como ya destacamos en el análisis del original, cabe recordar el sistema de avisos que los desarrolladores han implementado y que nos marcará el nivel de peligrosidad de cada curva. De este modo, conoceremos de ante mano la dificultad con la que nos encontraremos a la hora de superar el giro dependiendo siempre de nuestra velocidad, por lo que a menor velocidad menos peligrosas resultarán las curvas. Sin embargo, lógicamente, si frenamos en exceso los rivales nos adelantarán con extremada facilidad, por lo que deberemos apurar al máximo para lograr superar cada uno de estos giros a la máxima velocidad posible. Y es este hecho, unido a lo exigente de la competición, lo que convierte a RACE en un título tan divertido y exigente. Las carreras se ganan cuando se llega a la meta, no cuando alcanzamos la primera posición. Cualquier error, por estúpido que sea, puede costarnos el llegar los primeros a la meta, lo que en más de una nos pondrá de los nervios. Además, la competición no serán únicamente la carrera final, sino que antes deberemos superar las pruebas clasificatorias como en las competiciones reales.
Con todo esto, como vemos, hasta aquí todo sigue exactamente igual a lo visto en RACE. La novedad, como explicábamos, la encontramos en la posibilidad de disfrutar de los dos nuevos circuitos, que como el resto estarán diseñados de forma muy realista siguiendo al milímetro los trazados reales; y la opción de pilotar una serie de vehículos englobados en la categoría de los Caterham, que son los automóviles basados en esta firma británica que pese a su apariencia de vehículos "antiguos", se tratan de auténticas balas que volarán por cada uno de los doce circuitos de los que consta el juego. Como con el resto de vehículos, cada una de estas máquinas tendrá un comportamiento distinto en carretera, lo que lógicamente nos obligará a adaptarnos a cada coche para afrontar de forma correcta los campeonatos. Sin embargo, como decíamos, todas estas diferencias las notaremos sobre todo reduciendo al máximo el número de ayudas, puesto que de otro modo el resultado final no será tan realista: las carreras en sí mismas serán más fáciles de superar y no supondrá ningún desafío el realizar giros a altas velocidades.
También podremos modificar el nivel de dificultad de nuestros rivales que en líneas generales se comportarán de forma bastante creíble en la pista. Sin embargo, las carreras más divertidas las disfrutaremos cuando logremos competir contra 24 rivales reales, que por norma resultarán mucho más temibles al volante. En estos casos, cualquier roce, aunque su representación en pantalla no sea la más espectacular, puede terminar con nuestras posibilidades de victoria ya que puede sacarnos del trazado, o dañar alguna pieza del vehículo, lo que al final nos obligará a parar en boxes perdiendo unos segundos vitales. En este sentido, a nivel gráfico el juego ha mejorado levemente con respecto a lo visto en el original, aunque sigue siendo un título bastante exigente a la hora de disfrutarlo con todo lujo de detalles. Como en RACE, disfrutaremos de una representación bastante fiel de cada uno de los vehículos que podremos controlar, destacando también el nivel de detalle alcanzado en cada una de las pistas del juego. Como explicábamos, todas bastante fieles a la realidad. Igual que los efectos sonoros, que en el caso de los caterham, resultará de lo más espectacular por el nivel de realismo logrado. Además, como era de esperar en un título de estas características, con un sonido característico para cada tipo de vehículo, algo que en principio debería ser lo mínimo exigido, y que no siempre se llega a cumplir.
En definitiva, como vemos estamos ante una expansión muy pobre en cuanto a contenidos, pero que visto el precio que tiene, debería ser una compra obligada para los que disfrutaron del original y quieran ampliar las posibilidades de juego. A todas las modalidades y opciones de Race debéis sumar los dos nuevos circuitos, uno de ellos de los más clásicos, y una categoría de coches pocas veces vista en un título de estas características. Por lo tanto, por 5 € nadie debería pensárselo dos veces.