Análisis de Please Fix The Road, puzles gratificantes al estilo minimalista (PC, Switch, Xbox One, PS5, PS4)
Please Fix The Road, desarrollado por Ariel Jurkowski, es un juego de puzles muy llamativo y con buenas ideas que, como su propio nombre indica, nos desafía a arreglar carreteras para que coches, barcos, trenes o incluso animales puedan llegar a su objetivo. Es una premisa que ya hemos visto en muchos otros proyectos, pero que aquí está especialmente bien conseguida al convertir los rompecabezas en dioramas que vemos desde un punto de vista isométrico y que podemos modificar en base a una serie de movimientos, opciones o piezas de carreteras que nos den en cada uno de los 150 niveles de los que dispone.
Mucho más que arreglar carreteras
Cada uno de sus niveles tiene una serie de movimientos limitados: al principio los rompecabezas son más básicos y nos piden construir caminos con piezas de carreteras que tenemos que disponer de la forma adecuada, pero Please Fix The Road no tarda mucho en enrevesarse y ofrecer nuevas formas de interacción con el escenario.
Además de colocar baldosas con pedazos de calzada, en niveles posteriores podremos seleccionar un conjunto de piezas ya existente para rotarlas, copiarlas, destruirlas, moverlas o sustituirlas, entre muchos otros tipos de acciones.
Evidentemente, los movimientos de cada nivel están predefinidos y limitados: cuando vemos un escenario sabemos también qué piezas podremos utilizar para resolver el rompecabezas que encontramos en él, si su solución se va a basar en aprovechar las pocas fichas de carretera que tengamos o si más bien vamos a tener que jugar con la modificación del terreno, incluso puede que sean necesarios ambos acercamientos.
No pasa nada si nos equivocamos, porque tenemos la posibilidad de deshacer (y rehacer) movimientos todas las veces que queramos. Incluso disponemos de una opción de pistas que nos indica los primeros pasos de cada nivel; estas herramientas dejan clara la intención de Please Fix The Road de proponerse como un desafío calmado que no tiene demasiado en cuenta las puntuaciones, el tiempo o los movimientos que tardemos en solucionar cada puzle. No tiene marcadores para ese tipo de cosas, de hecho, o al menos no los tiene de momento y parece que le va bastante bien así.
Aunque no es una idea inaudita, sí es cierto que la manera que Please Fix The Road tiene de expresarla es tan propia que casi podríamos hablar de un juego único. Esto conlleva tantas cosas buenas como malas: al hablar su propio idioma ha tenido que pasar por el proceso de establecimiento de ese idioma, lo que implica que valoremos no sólo la creación sino el buen resultado final; sin embargo, no siempre es sencillo aprender a hablar un nuevo idioma inventado, y eso es algo que ocurre en este juego. Se nota que las normas están mucho más claras en la cabeza de la persona que lo ha diseñado que en la de quienes lo juegan, y sentimos que en muchas ocasiones el juego no sabe hacerse entender del todo bien.
Minimalismo para bien y para mal
Es curioso que esa sea una de sus flaquezas teniendo en cuenta lo bien llevado que está su apartado gráfico, no sólo en el propio diseño visual de los niveles sino también en la interfaz: pocas veces se ven unos menús tan minimalistas e intuitivos como los de este juego, unas virtudes que precisamente juegan en contra de la comprensión de sus normas, aunque suene contradictorio. La forma en la que nos indica ciertos aspectos del juego, como el menú de selección de niveles, los ajustes o los propios movimientos de baldosas, son claras y bien conseguidas; la sección de próximas piezas y movimientos, sin embargo, no ayudan a entender de manera intuitiva lo que va a venir después de nuestra próxima jugada. Quizás parezca un detalle nimio, pero tiene un fuerte impacto negativo en nuestra relación con el juego.
En cualquier caso es una flaqueza fruto de su naturaleza de proyecto independiente que incluso puede llegar a solucionarse con feedback de futuros jugadores. Es también consecuencia de un muy marcado tono minimalista que le sienta fenomenal al juego y que demuestra el control que Ariel Ariel Jurkowski tiene del lenguaje visual. Todo lo que hay en Please Fix The Road es, de hecho, un magnífico ejercicio de diseño gráfico aplicado al videojuego: es gratificante ver cómo se mueven las piezas, cómo salen disparados los vehículos cuando llegan a su objetivo, pero sobre todo es especialmente llamativa la manera en que se mueven los niveles cada vez que los completamos y pasamos al siguiente. Hay una serie de animaciones predefinidas que literalmente rompen la quietud de los escenarios para volverlos a montar y desvelarnos el siguiente reto, toda una jugada maestra.
Desafío satisfactorio, pero también frustrante
Con su atractivo estético entre sus principales fortalezas quedan por detrás otros aspectos tan importantes en un juego de puzles como el diseño de niveles. No es que los rompecabezas no estén bien pensados, todo lo contrario, pero como decíamos antes parece que la solución (una única, no hay más posibilidades) esté rígidamente clara en la cabeza de quien lo ha diseñado y demasiado oculta a los ojos del jugador. A medida que avanzamos vamos aprendiendo a hablar ese nuevo lenguaje del que hablábamos antes, pero lo cierto es que en determinados momentos se llega a hacer pesado tener que hacer tanto uso de las mecánicas de retroceso para resolver un puzle; al final nos damos cuenta de que basa demasiado sus desafíos en el ensayo y error, creando una experiencia algo más atropellada de lo que nos gustaría.
No es precisamente un juego del que podamos decir que te mantiene pensando en sus puzles incluso cuando estás lejos de la pantalla, para eso necesitaría ser mucho más claro en su representación de los rompecabezas, pero sí es de esos que requiere mirar bien el nivel durante un buen rato antes de hacer cualquier movimiento. Incluso es útil abordar los desafíos después de dejarlos reposar un tiempo tras quedarnos atascados. En definitiva, es un juego difícil, pero todavía no sabemos si porque es demasiado obtuso en sus formas o porque su diseño es demasiado bueno (nos decantamos por lo primero, eso sí).
Conclusiones
Please Fix The Road es un sorprendente juego de puzles con un diseño muy inteligente que no siempre sabe hacerse entender: sus mecánicas, que no sólo nos permiten añadir nuevos tramos sino también modificar las carreteras, buscan un nuevo acercamiento a los rompecabezas que no siempre son igual de legibles; es algo lógico si pensamos que se trata de un proyecto independiente con el foco puesto en el minimalismo estético, pero lo cierto es que su buen diseño de niveles queda lastrado por esa manera poco clara de mostrarnos los puzles. Si conseguimos dejar eso a un lado, el proyecto de Ariel Jurkowski nos va a encantar a poco que nos llame la atención su espectacular apuesta visual y tengamos interés por ese tipo de desafíos intelectuales que nos piden dejar reposar la mente cuando nos atascamos.
Hemos realizado este análisis en PC con un código para Steam proporcionado por Ariel Jurkowski.