Análisis de Not a Hero (PC, PS4)
Cuando parecía que ya nadie se preocupaba por el skateboarding, un deporte extremo que nos ha dado grandes arcades y simuladores (y sobre todo, muchas horas de diversión), Roll7 lanzó un juego que nos devolvía la fe en el género, y que a la vez introducía una fórmula nunca antes vista en juegos de este estilo. Con OlliOlli 2, el estudio demostraba que su éxito no había sido casualidad, y que entre sus filas había mucho talento. Ahora se bajan del monopatín y empuñan un arma. ¿Cómo les habrá ido el cambio?
Ha pasado algo más de un año desde que se anunciara este nuevo proyecto, Not a Hero, y tras incluso con algún retraso, finalmente llega a nosotros con una nueva propuesta: revolucionar el sistema de cobertura que popularizó Gears of War, adaptándolo a las dos dimensiones. Esto puede que recuerde a muchos a CounterSpy, pero Not a Hero viene cargado de ideas propias y mucha personalidad. Os contamos todo sobre él.
Comienza la campaña electoral
Not a Hero es un juego de acción con un muy pequeño toque de exploración en dos dimensiones, en el que controlamos a diferentes personajes, cada uno con sus habilidades propias, e intentamos derrotar a nuestros enemigos a través de escenarios donde, además, nos aguardan otras misiones secundarias. Se basa en una serie de misiones razonablemente breves, a las que será bastante recomendable volver para conseguir completarlas al cien por cien.
Su disparatada historia nos cuenta cómo BunnyLord, un conejo antropomórfico que viene del futuro, quiere presentarse a alcalde de una ciudad inglesa, y nuestro objetivo es limpiar tres diferentes distritos de criminales para demostrar a sus votantes que es un candidato de fiar. Así, nos convertimos en una especie de mercenario a disposición de BunnyLord, en una aventura cuya historia se desarrolla a través de secuencias de texto (en inglés), bastante lentas, que nos van guiando hacia la siguiente misión.
La narrativa es totalmente prescindible, pero nos sirve de contexto para el juego, e incluso los personajes se van desbloqueando en función de la intención de voto que vayamos consiguiendo. Si le damos la oportunidad de "expresarse", Not a Hero es bastante divertido, con un humor sutil, absurdo y particular, que nos parece un valor añadido a su propuesta. No vamos a negar que los juegos son para jugar, y que Roll7 podría habernos dado la opción de, al menos, acelerar los textos, ya que o te los tragas a su lentísimo ritmo o te los salgas; no hay un término medio.
Con o sin historia, Not a Hero comienza con un tutorial muy acertado en el que nos explica perfectamente sus mecánicas básicas, y nos deja que poco a poco vayamos descubriendo las avanzadas. La jugabilidad es terrible y positivamente sencilla, y está enfocada en todo momento a la habilidad, la inteligencia y la planificación del jugador. Con apenas tres botones podemos hacer todas las acciones del juego, y su profundidad llega a través de un diseño que sigue sorprendiendo con cada nivel.
Pasando a la acción
La propuesta también es sencilla. Con un botón nuestro personaje se lanza a la cobertura más cercana, y al pulsar el botón de disparo, éste sale de ella. Lo mismo sucede con los enemigos. Desde cerca podemos ejecutarlos con un único disparo, así como hacerle una "entrada" y noquearlos en el suelo, pudiendo rematarlos antes de que se levanten. Los tiroteos básicos implican evitar sus balas y acertar con las nuestras cada vez que se asoman. Por suerte, los enemigos son variados, y cada uno tiene sus propias armas y técnicas que nos obligarán a irnos adaptando e incluso aprender sus patrones de ataque. Todos están muy bien diferenciados, así que no os preocupéis; los reconoceréis bien.
Los escenarios son un elemento pasivo de la jugabilidad que se convierte en un auténtico protagonista. Al principio son un mero circuito a recorrer, pero pronto pasan a ser un entorno que tenemos que explorar con cabeza. Irnos por donde no debemos evitará que consigamos un objetivo, y nos obligará a repetir el nivel si queremos conseguir el cien por cien. Eso se aprecia muy bien en un nivel con rehenes –que os mostramos en el gameplay comentado que os ofrecemos–, donde tenemos que usar rutas alternativas para evitar que los secuestradores nos vean y acaben con la vida de los secuestrados.
A todo esto hay que añadirle la gran multitud de armas disponibles. Ya hemos mencionado previamente que en Not a Hero cada uno de los nueve personajes tiene una jugabilidad ligeramente diferente, con una habilidad concreta y su arma propia. Por ejemplo, uno nos permitirá esquivar mientras hacemos una ejecución, y otro disparar mientras corremos. Desbloquear nuevos personajes también será importante para completar determinados desafíos, así que todo va encajando poco a poco para animarnos a mejorar constantemente.
No nos olvidamos tampoco de las municiones especiales y las armas secundarias. Repartidas por los niveles o dejadas por los enemigos al morir, podemos encontrar una serie de tipos de bala que nos permitirán realizar disparos especiales, tales como explosivos o que atraviesan la cobertura. También contamos con armas secundarias, generalmente arrojadizas. Éstas se recogen de igual manera, y van desde granadas a torretas, pasando por... gatitos bomba.
Aspectos audiovisuales
Not a Hero vuelve a apostar por el pixel-art (o mejor dicho, por el pixel) del OlliOlli original, y si bien sus personajes destacan por tener mucha personalidad, los escenarios pecan justo de lo contrario. Ya hemos dicho que su diseño es genial, pero su apariencia es repetitiva y poco inspirada, y no le habría sentado mal algo más de variedad, sobre todo cuando está concebido para repetirse tantas veces. No defrauda la banda sonora, que está más que a la altura, y que nos deja tarareando sus melodías antes de que nos demos cuenta. Aparte, hay que añadirle una buena colección de efectos de sonidos y voces, generalmente paródicas de una amplia variedad de acentos.
Roll7 demuestra su talento una vez más
Si alguien pensaba que OlliOlli fue un golpe de suerte, con Not a Hero Roll7 demuestran que saben muy bien lo que hacen, y nos traen otro juego con unas mecánicas sólidas y bien asentadas, original y muy adictivo. Not a Hero no es un shooter frenético; aún con su acción es un juego de medir los disparos, pensar con cabeza y demostrar habilidad, de volver a repetir cada nivel para hacerlo mejor que antes y hacer lo que antes no pudimos. Si estás buscando un juego de acción diferente e inteligente, no creemos que te equivoques con éste.