Análisis de Magic: The Gathering - Duels of the Planeswalkers 2012 (PC, Xbox 360, PS3)

Magic the Gathering se ha convertido por méritos propios, desde su salida, en el juego de cartas coleccionables que mejor se ha mantenido a lo largo de los años y que más éxito ha cosechado a nivel internacional. El juego goza de más de 8 millones de jugadores en todo el mundo, que compran tanto sobres de cartas aleatorias como cartas sueltas y específicas en tiendas especializadas, las cuales pueden llegar a alcanzar precios realmente elevados según su rareza, para crearse mazos cada vez más poderosos.

Pero si por una cosa se caracteriza este juego más allá de la cantidad de dinero que puede mover, es por su complejidad. Es un juego que tiene una gran cantidad de reglas y posibilidades que pueden conseguir echar para atrás a más de uno que quiera intentar aprender a jugar.

Con esto en mente, los chicos de Wizards of the Coast lanzan Magic the Gathering: Duels of the Planeswalker 2012, un nuevo videojuego basado en estas populares cartas, con el objetivo de solventar este obstáculo inicial y hacer que cualquiera pueda disfrutar y aprender a jugar a Magic.

Aprendiendo a luchar como planeswalker

Las bases del juego a grosso modo son simples: somos uno de los magos conocidos como planeswalker, y nuestro objetivo es el de derrotar a otros de nuestra misma condición. Para ello, tenemos 20 puntos de vida y gana el primero que consiga hacer llegar a 0 los puntos de vida del rival. Para mermar los puntos de nuestros enemigos, tenemos a nuestra disposición innumerables hechizos, artefactos y criaturas de todo tipo, que para poder usar nos requerirán que paguemos un determinado coste de cartas de maná. A su vez, los manás pueden ser de 5 colores diferentes y por norma general, las cartas nos especificarán el color (o colores) que necesitan para poder jugarse. Los jugadores van alternando turnos para realizar sus acciones, tanto de ataque como de defensa, hasta que uno sea derrotado ya sea por pérdida de puntos de vida o por quedarse sin cartas en su mazo para robar.

Esto sería Magic the Gathering contado de una forma muy básica y general. Una vez sobre el tablero, nos damos cuenta de que hay muchísimas características especiales y específicas de cada carta que hay que tener en cuenta. Ahí es donde realmente radica su dificultad inicial.

En Duels of the Planeswalker 2012, lo primero que se nos preguntará nada más iniciemos el juego es sobre si hemos jugado mucho, poco o nada a Magic, para ajustar el nivel de dificultad a nuestro nivel, aunque esto podremos modificarlo en cualquier momento en el menú de opciones.

Los dos modos de juego principales son el modo Campaña y el multijugador, que incluye partidas de uno contra uno, dos contra dos y tres contra uno. El modo Campaña sería el típico modo historia y a su vez se divide en tres campañas bien diferenciadas. Campaña será la primera campaña (valga la redundancia) y única que encontraremos desbloqueada. Aquí nos enfrentaremos a otros planeswalker en duelos de uno contra uno, comenzando con únicamente dos mazos predefinidos, y donde obtendremos sus mazos una vez que los derrotemos. Al mismo tiempo también podremos desbloquear las otras dos campañas del modo historia y conseguir nuevas cartas.

La segunda campaña se llama Archenemy y supone la novedad más significativa que incluye el juego. En Archenemy nos enfrentaremos en duelos de tres contra uno, en el que junto a dos aliados (que pueden ser controlados por la máquina o por jugadores humanos) debemos enfrentarnos a planeswalker que tienen 40 puntos de vida. Además de tener el doble de vida, también poseen un mazo extra que cada turno les da todo tipo de ventajas, como poder matar a todas nuestras criaturas de golpe.

Este modo suele desembocar en los combates más estratégicos y divertidos del juego, en los que en ningún momento hay nada decidido, ya que el mazo extra del Archenemy puede darle la vuelta a la partida en un solo turno. Además, el poder jugar esta campaña en cooperativo junto a dos amigos más, añade un plus de diversión. La última campaña incluida se llama Venganza, y tendremos que volver a enfrentarnos a los rivales que derrotamos en Campaña, pero que ahora usan mazos muy superiores a los nuestros. Por desgracia, a pesar del llamativo vídeo introductorio, el argumento del juego brilla por su ausencia.

Uno de los grandes aciertos del juego, se encuentra en el tutorial interactivo que está presente en todo momento. De esta forma, siempre que realicemos por primera vez una acción o el rival haga algo especial, nos saldrá un mensaje explicándonos qué ha pasado y cuáles son sus reglas específicas. Por ejemplo, la primera vez que bajemos un maná a la mesa, nos saldrá un mensaje indicándonos que solo podremos bajar uno por turno, o si nuestro rival saca una criatura con el efecto de Arrollar, nos explicará en qué consiste tal cosa. Estos mensajes podremos aceptarlos, pedir que no se nos vuelvan a mostrar o directamente desactivarlos.

El resultado, en la práctica, acaba siendo bastante satisfactorio, suponiendo una manera divertida, fácil e intuitiva con la que aprender a jugar a este popular juego de cartas rápidamente. Además, en todo momento podremos pausar y mirar todo tipo de reglas en un menú bastante claro y visual.

Además de los combates, a lo largo del modo Campaña nos encontraremos unas pruebas opcionales llamadas Desafíos. Estas consisten en resolver una situación que el juego nos plantea, como en una partida ya avanzada en la que nos encontramos con un punto de vida y el rival con 9, apañárnoslas para sobrevivir y darle la vuelta a la situación en un turno con las cartas que nos dan. Al principio estos desafíos son muy fáciles y forman parte del propio tutorial, en los cuales nos explicarán algunas características avanzadas del juego que deberemos usar para resolverlos. Pero los más avanzados, requerirán que pensemos bastante bien todos los movimientos posibles y hayamos aprendido a dominar el juego para poderlos resolver, como si de un puzle se tratara.

Interfaz al servicio de la jugabilidad

Junto al magnífico tutorial, uno de los mayores logros del juego lo encontramos en sus controles y su interfaz. Todo se maneja de manera muy intuitiva, casi como si estuviéramos jugando una partida con cartas de verdad. Todas las opciones y menús están representados con gran acierto. Indicándonos con todo tipo de flechas y efectos luminosos, a qué afectan las cartas o cuales son las que podemos utilizar en cada momento.

Gracias a esto, en todo momento seremos conscientes de lo que está sucediendo en la partida y lo tendremos todo bajo control. Además, si en cualquier momento queremos parar la acción para pensar nuestros movimientos o dar órdenes con cuidado, podremos detener el tiempo. Todo esto, permite que las partidas sean rapidísimas y muy fluidas, emulando perfectamente la sensación de estar jugando sobre una mesa de verdad.

Incluso el aspecto de la interfaz de los menús resultan muy atractivos, representando cada opción como si de una carta se tratara. Hasta las pantallas de carga consiguen llamar la atención, con ilustraciones preciosas y que hacen gala de una dirección artística sublime, en donde se nos narrarán un poquito de la historia de cada uno de los planeswalker del juego.

Si bien técnicamente a un juego de cartas no se le puede pedir mucho, Duels of the Planeswalker 2012 gráficamente cumple con su cometido en la representación de la mesa, los naipes y la partida en sí, pero sin destacar especialmente. A la hora de realizar acciones como atacar o usar conjuros, hay unas animaciones muy básicas y que pueden ser desactivadas, que se realizan de manera rápida y sin entorpecer el ritmo de los duelos.

Sin embargo, no hubiera estado de más que se hubiera incluido una representación algo más detallada y espectacular de las partidas, como recrear a las criaturas que invocamos con gráficos poligonales, dando la opción de desactivar esto para quienes consideren que ralentiza la acción. Aunque esto ya es más una cuestión de los gustos de cada uno, si valorarlo positiva o negativamente.

En lo referente al sonido, será un apartado que pasará completamente desapercibido, tanto por las melodías como por los efectos.

Escasez de contenido y de opciones de personalización

El apartado que más controversia causará entre los jugadores habituales de Magic, lo encontramos en su editor de mazos. El juego nos da unos mazos predefinidos con un total de 16 cartas desbloqueables para cada uno de ellos. Esto supone que en ningún momento podremos crear nuestros mazos desde 0 o añadir las cartas que queramos a los mazos ya hechos, si no las predefinidas que nos da el propio juego para cada uno de ellos.

El equipo de desarrollo tomó esta decisión en base a que piensan que si permitían un completo editor de mazos desde 0, los jugadores más avanzados y expertos de Magic tendrían ventaja en el online sobre los que están empezando. A pesar de ello, podrían haber incluido un modo online con mazos predefinidos para los novatos y otro para expertos con mazos creados desde 0, de forma que se contentara a ambos sectores del público.

Esto puede suponer algunos problemas incluso en el modo Campaña, ya que nos obliga a enfrentarnos a otros planeswalker con mazos bastante inferiores, haciéndonos depender de la suerte y el azar en una dosis mayor de lo deseable para poder ganar.

Además, en cuanto a contenido, el juego no va especialmente sobrado, ya que solo se incluyen las 350 cartas de la nueva Colección Básica 12, prescindiendo de todas las cartas de ediciones anteriores, y por tanto, de muchas más posibilidades.

El modo Campaña nos durará entre 10 y 15 horas, dependiendo de lo bien que sepamos jugar y de lo que tardemos en resolver los desafíos. Por su parte, el modo multijugador online, nos durará tanto como queramos, aunque dada las limitadas opciones de edición de mazos, lo más probable es que sea relegado a alguna partida rápida de vez en cuando. En el online, las partidas funcionan de forma fluida y casi sin lag. Se ha puesto un sistema de puntos en el que se penaliza a quienes se desconecten prematuramente de una partida, aunque esto no impide que las partidas por equipos se queden cojas, ya que el resto de jugadores sí seguirán jugando con la balanza desequilibrada.

Conclusiones

Resumiendo, Magic the Gathering: Duels of the Planeswalker 2012 es el mejor juego que existe de Magic en cuestión de tutoriales e interfaz, suponiendo la oportunidad perfecta para que cualquiera pueda adentrarse en este famoso juego de cartas y pueda aprender a jugar, a un precio más que económico que no llega ni a los 10 euros. Sin embargo, para los expertos en la materia que pretendan competir a alto nivel, el juego probablemente no pase más allá de ser una mera curiosidad, debido a su escaso contenido y a las limitaciones de su editor de mazos.