Análisis de Guild Wars (PC)

En un mercado masificado por juegos faltos de originalidad, calcados los unos de los otros, sin ideas y donde un mismo concepto de juego se repite una y otra vez, a veces aparece algo único. Y es que si algo hay que agradecer al mundo de los videojuegos es que siempre nos sorprende. En esta ocasión la luz que aparece entre las tinieblas es un título poco conocido, sin la publicidad rimbombante de la que han gozado otros productos pero que a diferencia de ellos destaca por su originalidad y su rebosante calidad. Hablamos del título que aquí nos atañe, Guild Wars.

En Abril del 2003 la compañía surcoreana NCSoft, creadora del MMORPG Lineage, tenía el placer de anunciar el desarrollo por parte de uno de sus estudios, ArenaNet (formada por antiguos miembros de Blizzard), de un nuevo juego de rol online. Sus creadores aseguraban que se trataba de una innovadora forma de juego alejada de los clásicos MMORPG.

En Guild Wars se iban a centrar en la interacción entre usuarios, en su cooperación y competitividad, todo esto en un mundo con una historia, con un desarrollo. Mucha palabrería que a veces queda en eso, pero que en este caso no es así puesto que Guild Wars cumple lo prometido y mucho más. Pero veámoslo por partes.

En primer lugar debemos matizar que no se trata de un MMORPG sino que, tal y como lo llaman sus creadores, es un CORPG (Competitive Online Role Playing Game, que traducido al castellano sería un juego de rol competitivo online). Las diferencias con títulos como World of Warcraft o Star Wars: Galaxies serán comentadas posteriormente, pero sin duda una de las que más llaman la atención –sobretodo en beneficio de nuestros maltrechos bolsillos- es la no inclusión de cualquier tipo de cuota periódica para jugar. Al comprar el juego obtenemos un número de serie único y que nos permitirá abrir una cuenta para el juego donde podremos albergar hasta 4 personajes simultáneamente.

Explicar la ausencia de este tipo de cuota no es tan complicado como pueda parecer ni supone una falta de dedicación a los servidores y a los jugadores del juego. A diferencia de los clásicos MMORPG -aquí empieza nuestra primera comparación-, no nos encontraremos con un gigantesco mundo lleno de gente campando a sus anchas sino que solo entraremos en contacto con cualquier persona en las ciudades, poblados o puntos de encuentro. Una vez allí, podemos formar un grupo de hasta 8 personas con otros jugadores y nos embarcamos en las diferentes aventuras en un mapa único para nuestro grupo. De esta forma, el servidor no almacena un mapa en constantes cambios por parte de todos los usuarios del juego, reduciendo muchísimo su trabajo a realizar y permite entre otras cosas que no haya distintos servidores diferenciados sino que podemos jugar con cualquier persona que tenga el juego sin problemas por estar alojados en distintos servidores.

Tampoco hay una relación biunívoca entre cuotas y actualizaciones, porque a escasas dos semanas después del lanzamiento ya se han realizado gran cantidad de actualizaciones relacionadas no solo con la corrección de errores, sino la mejora de modos de juego y la inclusión de nuevas misiones a realizar. ¿Entonces siempre se actualizará el juego? Sí y no, porque grandes actualizaciones que incluirán nuevos personajes, localizaciones y misiones se venderán como discos de expansión sin ser obligatoria su compra para continuar jugando. Sin duda una gran noticia para los usuarios no tener que pagar para jugar Online.

Comentado el tema de la infraestructura de los servidores del juego, podemos meternos de lleno en el juego propiamente dicho. Una de las cosas que llama más la atención en el juego es que posee una compleja historia que iremos desvelando a medida que avancemos en el juego. El argumento del juego, que no os vamos a destripar, gira alrededor de la historia de Tyria y los reinos humanos de Ascalon, Orr y Kryta; una compleja historia donde la guerra, la creencia en los dioses y la rivalidad por el poder juegan un papel fundamental en el desarrollo del juego y que es más propio de un clásico juego de Rol de videoconsola a un juego multijugador online.

Pero para poder conocer esta apasionante trama deberemos hacer uso de nuestra imagen en el juego, de nuestro personaje. Primero deberemos elegir si queremos crear un personaje para el juego entero o solo para los combates entre jugadores (en este caso tenemos disponible un personaje a nivel 20 que es el máximo en el juego). Al crear a nuestro personaje, deberemos elegir entre los dos sexos de la raza humana –seguramente en próximas expansiones, aparecerán nuevas razas que elegir-, y una de las seis profesiones disponibles: Guerrero, Guardabosques, Hipnotizador, Elementalista, Monje o Nigromante. Cada una de las profesiones determinarán en gran medida nuestro físico en el juego, así como nuestras habilidades de combate y los objetos con los que podremos equiparnos.

Esta elección será vital para la jugabilidad de nuestro personaje y llegar a dominarlo: un guerrero fundamenta su combate en el ataque cuerpo a cuerpo, mientras que un guardabosques lo hará desde la distancia. Un hipnotizador utilizará su ingenio para dañar a su enemigo con magias de dominación o ilusión y sin embargo, un elementalista hará uso de los poderes de los cuatro elementos. Por un lado un monje será imprescindible para evitar nuestra muerte y por el otro, un nigromante invocará a las criaturas del inframundo para que sean sus aliados. Como veis todo un abanico de posibilidades que aumentan al elegir una segunda profesión que nos permite hasta 30 combinaciones distintas. Teniendo en cuenta que cada profesión cuenta con alrededor de 80 habilidades únicas las diferencias entre personajes se acentúan claramente.

Pero no todo iba a ser perfecto y es que un punto negativo del juego es la poca capacidad de modificación de nuestra apariencia física. Apenas una docena de peinados y de caras y la modificación de nuestra altura no evitan que nos dé la sensación de encontrarnos en medio de un mundo de clones, porque incluso los ropajes son muy limitados. Las únicas opciones claras para diferenciarnos pasan por el uso de las capas de clanes –donde hay millones de combinaciones posibles- y de tintes para teñir nuestra ropa, armadura e incluso nuestra arma.

Una vez hayamos creado a nuestro personaje, deberemos ir aprendiendo habilidades para el combate y ganar puntos de experiencia para mejorar nuestros atributos. Para ello tendremos las clásicas misiones de búsqueda que nos irán dando los diferentes personajes del juego y que gracias a dios, tienen una trama y son muy diferentes las unas de las otras y no se basan en ir del punto A al punto B como en muchos otros juegos (segunda comparación); y las Aventuras Cooperativas. Estas aventuras, son misiones principales del juego donde intervendrán de manera directa los personajes más relevantes en la historia del juego. Todas estas misiones contarán con diferentes escenas cinemáticas realizadas con el propio motor del juego y que nos irán destripando la historia de Tyria y sus conflictos, así como dándonos acceso a nuevas zonas del juego sin necesidad de explorar.

Pero para poder avanzar en Guild Wars no nos bastará con nuestra maña y la de los personajes NPC que podemos reclutar para que nos acompañen –una opción muy buena si no queremos esperar a formar un grupo-, sino que deberemos formar un grupo con otros jugadores como nosotros, intentando que sea lo más equilibrado posible… y es que de nada sirve tener un equipo de seis guerreros si no disponemos de un buen mago que nos ayude con magias de apoyo o un monje que se encargue de mantenernos con vida. Y es en la interacción con otros usuarios donde le vamos a sacar todo el jugo a Guild Wars.

Todo el juego está pensado alrededor de esa interacción, desde el comercio –fundamental para obtener runas para la mejora de nuestras armaduras o simplemente, obtener armas únicas en el juego-, pasando por la formación de clanes hasta las competiciones entre jugadores. Y es que una tercera forma de ganar experiencia consiste en acceder a las Arenas de Competición, donde seremos emparejados al azar con otros usuarios y deberemos superar de forma aleatoria distintos objetivos en distintos mapas, pero que tienen como fin último, ser mejores que el equipo contrario. Y es que no hay mejor forma de mejorar en nuestra forma de jugar que observando a nuestro oponente, y qué mejor lugar que en medio de un combate por sobrevivir. Pero no sólo deberemos intentar mejorar, sino que deberemos intentar convertirnos en los mejores del mundo para tener acceso a la Sala de los Héroes, lugar reservado para unos pocos elegidos y alrededor del cual gira la competitividad entre las zonas de América, Europa y Corea.

En cuanto a la jugabilidad debemos felicitar a los chicos de Arenanet, porque es a la vez simple y compleja, fácil y adictiva. Tras formar un grupo y antes de salir a las zonas de exploración para realizar las diferencias misiones, deberemos elegir 8 habilidades que tengamos disponibles y que no podremos modificar hasta llegar a otra ciudad o aldea. Esta elección debemos realizarla en función de los miembros que componen nuestro grupo y de los enemigos que presumiblemente te vas a encontrar. El modo de juego es tan simple como seleccionar un enemigo con el ratón y nuestro personaje irá directo a atacarlo. Cuando queramos utilizar alguna habilidad no tendremos que hacer más que un click sobre el icono gráfico de dicha habilidad para que nuestro personaje la ejecute. Todas estas acciones también las podremos realizar mediante accesos rápidos con el teclado –algo muy recomendable-. Para mover nuestro personaje podremos hacer uso de cualquiera de los dos periféricos mientras que el movimiento de la cámara estará reservado a nuestro ratón, para así adecuarlo en función de nuestros intereses. Si queremos encontrar algún símil con otros juegos quizá podríamos compararlo con títulos como Sacred o Diablo, aunque en un entorno completamente tridimensional.

Y hablando de tres dimensiones, podemos hablar del impresionante apartado gráfico que presenta el juego. Y es que tanto a nivel artístico como a nivel técnico Guild Wars se encuentra a años luz de cualquier juego de temática similar. Despediros de paisajes monótonos, que parecen hechos con un simulador de superficies donde apenas disfrutaremos de un paisaje cambiante. Aquí el escenario está pensado para ser recorrido a pie –puesto que no hay vehículos en el juego, aunque contamos con un "teletransporte" instantáneo haciendo uso del mapa-, y por ello, encontraremos diferentes rutas a seguir. Como gran ventaja presenta el increíble aspecto de los paisajes y las grandes diferencias presentes en el escenario: cataratas, lagos, estatuas, edificios en ruinas, animales muertos, … aunque en ocasiones, restringe el movimiento, apareciendo las llamadas "paredes transparentes" que empañan un poco este apartado. Aún así, el increíble diseño artístico del juego, los magníficos efectos de iluminación, el gran detalle de enemigos y personajes y la gran calidad de las texturas hacen de este un aspecto soberbio.

Y el sonido tampoco quiere ir a la zaga y por ello contamos no solo con textos sino que también encontramos los diálogos completamente doblados al castellano, y además a un muy buen nivel. Y la banda sonora del juego, compuesta por Jeremy Soule, también es digna de mención, con melodías acordes a los momentos de tensión y de parsimonia en el juego. Por último recalcar que la presentación física del juego también es sublime con la inclusión de dos manuales de unas 80 páginas cada uno, en perfecto castellano y a todo color que nos explicarán detalles adicionales sobre la historia de Tyria y que no podremos conocer a través del juego y el funcionamiento de Guild Wars.

NCSoft y ArenaNet no solo han unificado grandes ideas y conceptos aparecidos en otros juegos, sino que han creado un producto que supera cualquier idea similar actualmente en el mercado. Un juego con un excelente acabado técnico, con un concepto innovador, alejándose de la redundancia del género de Rol Online para insuflarle una bocanada de aire fresco, y todo esto sin cuotas de ningún tipo, un factor que seguro atraerá a muchos jugadores a este género. Y tú, ¿aceptas el desafío?.