Análisis de Guild Wars Nightfall (PC)
Tan sólo unos meses después de la salida de Factions, ArenaNet nos presenta Nightfall, el tercer episodio de la saga Guild Wars que incorpora una importante cantidad de novedades, así como un vasto mundo completamente nuevo para explorar y nuevas profesiones de gran valía que harán disfrutar a los fans de esta aclamada franquicia. Pero antes de entrar de lleno en lo que nos ofrece este nuevo episodio, será mejor hacer un pequeño recordatorio de lo que es Guild Wars.
Podríamos englobar esta saga dentro del género CORPG (juegos de rol online y competitivos), cuya jugabilidad se basa en la cooperación de grupos de jugadores que habitan un mundo común a través de una serie de misiones o modos de juego. La diferencia más notable en comparación con los mmorpg es que los mundos no son masivos, y esto ocurre también en Guild Wars.
Con el termino masivos nos referimos a que en Guild Wars el mundo no es persistente fuera de las ciudades, sino que cada vez que salgamos de ellas para realizar una misión con otros jugadores, se creará una copia privada de esa zona (llamada instancia) en la que sólo estaremos presentes nuestro personajes, nuestros compañeros y todo el grupo de enemigos manejados por la IA del juego.
Esta peculiaridad supone una de las características principales del juego, ya que el hecho de realizar misiones de forma privada con los jugadores de nuestro grupo, permite a los desarrolladores del juego crear objetivos con un grado de variabilidad y profundidad mucho mayor que el típico de los mmorpg. Además, el hecho de no tener que soportar un mundo persistente, libra a los servidores de la compañía de mucho trabajo, hecho que ha repercutido de forma evidente en el juego, ya que no será necesario el pago de una cuota mensual sino que podremos jugar indefinidamente con la compra del juego.
Guild Wars pone en manos del jugador dos modos de juego radicalmente distintos. Por un lado tenemos el modo de juego PvE (jugador contra entorno en sus siglas inglesas) que se puede entender también como el modo historia, en el que iremos avanzando por un mundo, a través de una trama épica y que nos permitirá interactuar con el resto de jugadores al tiempo que exploramos y cooperamos con nuestros compañeros para finalizar la historia y las centenares de misiones secundarias que encontraremos disponibles por el enorme continente que tendremos ante nosotros.
El otro modo de juego es el PvP (jugador contra jugador), cuyo principal aliciente es la lucha competitiva en las distintas arenas entre los jugadores que pueblan el mundo de Guild Wars. Es aconsejable finalizar en primer lugar el modo PvE pues en él hallaremos las distintas habilidades que posteriormente podremos utilizar en el PvP para equipar en nuestro personaje.
Con estas características, y gracias a un sistema de juego muy accesible pero profundo, un apartado gráfico y sonoro sobresaliente, y unas historias muy atractivas, no es de extrañar que los dos primeros episodios de Guild Wars hayan sido un éxito absoluto, convirtiéndose en lideres de ventas durante sus primeras semanas y con millones de jugadores conectados al juego de una enorme cantidad de países distintos, demostrando que el juego se adapta como un guante a los gustos de los jugadores. Tras esta pequeña introducción, es hora de pasar a analizar las novedades que Nightfall, el tercer episodio, pone ante nosotros.
Este nuevo episodio basa gran parte de su atractivo en el modo PvE, en el que aplica la mayoría de novedades, manteniendo el sistema de juego clásico y aplicando pocos cambios, aunque interesantes, al modo de lucha entre jugadores. Como primera gran novedad nos encontramos la presencia de un enorme nuevo continente llamado Elona. El terreno, de un tamaño intermedio entre lo visto en Prophecies y en Factions (Tyria y Cantha), desprende una belleza fuera de toda duda, con un diseño de corte oriental y con claras inspiraciones en los parajes árabes, egipcios e hindúes.
La historia coloca a nuestro personaje en la provincia de Istan, como nuevo miembro de Los Lanceros del Sol, una alianza de héroes que ha protegido su tierra de forma satisfactoria durante más de mil años. Sin embargo, un mal oscuro y olvidado se encuentra adquiriendo un inmenso poder en los límites del mundo, y nuestro deber será atravesar todo el continente, pasando por los variados parajes que allí conviven, para combatir el mal e intentar que el eterno Anochecer no logre triunfar.
La aventura, de un tamaño algo mayor que lo visto en Factions, nos llevará a lo largo de una veintena de misiones a través de la tierra de Elona, por medio de unos objetivos que, nuevamente, han ganado en espectáculo y profundidad. Hay misiones realmente sorprendentes, pero será mejor descubrirlas en el propio juego y no estropear la sorpresa. Como siempre, también estarán presentes las decenas de misiones secundarias que el juego nos tiene preparadas y que nos asignarán los distintos personajes manejados por la cpu. Como reto mayor tendremos las misiones de nivel maestro que resultarán una desafío en todo su desarrollo, poniendo a nuestro equipo en situaciones extremas.
Por si esto fuese poco, la Inteligencia Artificial de los enemigos ha sufrido una mejora claramente apreciable, con nuevas rutinas que nos complicarán las cosas y sin llegar a ver aquellos errores tan comunes en los episodios anteriores que hacían que pudiésemos matar a grupos de enemigos a distancia por el simple hecho de que no entrábamos en su radio de visión. Sigue habiendo maneras de aprovecharnos de la IA, pero en general la mejora ha sido evidente y con grandes aciertos.
Otra de las novedades más importantes de Nightfall es la presencia de los héroes. Estos personajes que en un principio pueden parecer simples esbirros (jugadores manejados por la cpu que se unen a nuestro grupo), tendrán la peculiaridad de que podrán ser controlados por nosotros en cualquier momento. Podremos modificar sus habilidades disponibles, sus distintos objetos equipados, así como ordenarles distintas acciones moverse hacia un lugar, o tomar una actitud entre tres distintas (agresiva, defensiva o pasiva).
Estos héroes los iremos desbloqueando a medida que avancemos en el modo PvE, y con el tiempo dominaremos sus posibilidades y nos serán de gran ayuda. Para facilitar su aprendizaje tendremos algunas misiones en el juego que nos requerirán el uso de los mismos y una cierta pericia en su manejo. Aunque es cierto que se podría profundizar algo más en su manejo, como primera aproximación a esta clase de jugadores es un gran avance.
En el plano de las profesiones contaremos con dos nuevas incorporaciones. Por un lado tendremos la profesión de los Derviche, un guerreros sagrados que basarán su potencial en el excelente uso de su guadaña y en sus potentes plegarias mágicas. El Paragón será la otra profesión que hará acto de aparición en este episodio; ángeles guardianes de Elona que harán uso de su carismática voz, así como de su poderosa lanza y su mente despierta para conseguir la victoria. Ambas profesiones gozan de una profundidad muy alta y tienen muchas posibilidades de convertirse en las preferidas de muchos jugadores.
Alrededor de 75 habilidades exclusivas tendrán cada una de estas profesiones, y un grupo de más de 300 potenciarán las 8 profesiones ya conocidas en los otros episodios y que también estarán en Nightfall. Otra de las novedades presentes en el juego será el combate de Héroes en el modo PvP, en el cual combatiremos en arenas de 4 jugadores por equipos donde 3 serán héroes, y habrá que lograr alcanzar los objetivos marcados en cada caso para lograr salir victoriosos.
Entrando en el apartado técnico, Guild Wars: Nightfall sigue haciendo gala del mismo motor gráfico que ha encandilado a los jugadores hasta el momento y cuyos requisitos son realmente asequibles para el potencial del que hace gala. Aún con todo, y pese a que hace apenas un semestre que salió Factions, el juego presente distintas mejoras en el mismo, como por ejemplo la vocalización de los personajes durante los diálogos hablados, o un apartado gráfico más sólido que nunca.
Indudablemente, el diseño artístico sigue siendo sobresaliente, mostrando unas localizaciones muy variadas y sobretodo con una integridad en el mundo digno de elogio. No veremos elementos que resultan chocantes en ese lugar, pues cada elemento esta cuidado para que mantenga concordancia con el entorno. La gran cantidad de nuevos enemigos presentes en el juego, así como la inclusión de poderosas armas y armaduras en los niveles más avanzados, configuran una serie de novedades a nivel gráfico que satisfacen en general las pretensiones de cualquier jugador.
En el apartado sonoro se sigue la línea clásica de la saga. Con una excelente banda sonora creada por Jemery Soule (Oblivion, Morrowind, Company of Heroes o los últimos episodios de Warhammer), con unos cortes épicos con inspiraciones orientales siguiendo el hilo del juego. Estas composiciones nos acompañarán durante nuestra travesía, cambiando dinámicamente según entremos en nuevos territorios o por la aparición de distintas variables (como el comienzo de un combate). Los efectos sonoros seguirán manteniendo el gran nivel de la saga, y el doblaje en un completo castellano sigue siendo muy sólido y con unas interpretaciones correctas.
En resumen, Nightfall se presenta como una expansión en toda regla, con unas novedades incluso más atractivas que las vistas en el episodio anterior. Con una jugabilidad que sigue la línea clásica marcada por Prophecies y Factions, un apartado gráfico muy competente y con un diseño excepcional, y un modo historia más cinematográfico y épico que nunca, este tercer episodio se convierte en una compra obligada para los fans de la franquicia, y una oportunidad única para quien quiera adentrarse por primera vez en este fascinante mundo.