Desarrollo Local
Pocos reconocen al desarrollador Piranha Bytes; algunos más su franquicia Gothic, y los más informados conocen las dos cosas. Esto es debido a que los antiguos Gothic han tenido un marco comercial muy limitado, enfocado a Alemania y que no ha pasado las fronteras del país hasta hace año y medio. Gothic en Alemania ha resultado todo un fenómeno gracias a su calidad y el desarrollo local del título, consiguiendo unas ventas muy generosas. Era el tiempo, entonces, de saltar fuera de este desarrollo, y apenas hará un año se puso a la venta Gothic 2 en España.
Este último título fue recibido con críticas ambivalentes, en el sentido de apreciar las posibilidades del juego, pero criticando algunos aspectos como el sistema de combate y el discutible control. Estos últimos, muy valorados en Alemania curiosamente, eran un poco complicados para el jugador internacional, e incidieron poderosamente en las notas dadas por parte de los medios a Gothic 2.
Importantes novedades
Henos aquí, casi dos años después con la continuación del juego: Gothic 3. ¿Cuáles son los principales cambios en todo este tiempo? El productor del juego nos confirmó que, fuera de la mayor amplitud de desarrollo y nuevos gráficos, el principal objeto de mejora era el sistema de control. Esta vez es más sencillo y podremos en apenas tres combates acostumbrarnos a los sistemas de defensa y contraataque.
No obstante, si ésta es la principal innovación jugable, lo cierto es que en otros apartados el juego parece completamente nuevo. Primero, el motor gráfico ha sido creado de cero y tanto el control como el movimiento se notan completamente diferentes de Gothic 2. Es un nuevo comienzo, y sobre todo un intento de competir con otros títulos en el mundo de los juegos de rol no lineales. Esto se nota nada más entrar ya que – fuera de la historia principal – el jugador es completamente libre de vagar por Myrthana a su elección. ¿Myrthana? Un momento ¿Dónde está el mundo de Gothic 2? En efecto, la otra novedad es un contexto completamente nuevo, y que se enmarca en una historia que guarda pocos lazos con las anteriores entregas.
Un mundo cautivo
El mundo de Myrthana vive en sus partes más occidentales dominado completamente por una horda de trasgos. Estos últimos han conducido a los hombres a la esclavitud, y sólo cabe la disidencia entre grupos aislados y mercenarios al servicio de los nuevos amos del territorio. Es una situación poco edificante para el protagonista, que acaba de llegar al continente acompañado de sus más íntimos colaboradores. El protagonista - un tipo bastante forzudo y que cuenta con una poblada barba - carece de nombre desde la primera entrega, y no se nos permite elegir su nombre o raza. Esto, que podría parecer limitado, no lo es tanto si se piensa que una vez estemos realizando misiones en Myrthana podremos especializar nuestro personaje en combate directo, a distancia o magia.
Será libre de apoyar la tiranía trasga, combatirla o ejercer de mercenario a lo largo de Myrthana. La originalidad de la historia es que enfrasca al jugador en una guerra de facciones en auge. No nos encontramos - como en otros juegos - con un sistema de facciones superficial en el cual caída o liberación de una ciudad dependa de la trama. El jugador puede optar por liberarla o no, y – lo más importante – esto incidirá en su reputación a lo largo del juego. Ésta nos permitirá la entrada a algunas ciudades y la animosidad de otras facciones dependiendo de nuestra elección. Sin duda la virtud principal del desarrollo, ofrece una sensación real y no condicionada del avance del jugador y de las facciones en liza.
Aliados y posibilidades múltiples
Myrthana tiene tras facciones principales: los hombres del norte, los trasgos y los nómadas del sur. Los primeros están relacionados con la población cautiva de la parte occidental, y no han sido dominados por su barbarie y el escaso interés de los trasgos por las tierras frías e inhóspitas de Nordland. Ofrecen la última resistencia, y tienen alianzas con los rebeldes que evitan el dominio orco en la parte central del continente. En el sur, desconectados de estos eventos y aislados por el desierto, viven los nómadas, que ejercen de mercenarios y se agrupan en varias tribus independientes. Hasta el momento no han intervenido en el conflicto en Myrthana, pero parece que ante la amenaza de la expansión trasga en sus territorios se lo están empezando a plantear. Fuera de estas tres facciones, nos encontramos facciones más específicas, que permiten el comercio, promocionan el combate o enseñan los hechizos más olvidados.
Este sistema de facciones, como ya hemos dicho, nos permite aliarnos con el que nos plazca, pero lo interesante es la cantidad de misiones alternativas que actúan como posibilidades alternas al hilo principal. Desde escoltar a un mercader a aniquilar jaurías de animales, pasando por todo tipo de encomiendas relacionadas con la eliminación o captura de algún ladrón local. Su número es amplio, y permite un desarrollo que libera al jugador del hilo principal.
Apartado audiovisual
Gothic 3 ha sido uno de los juegos que más éxito y seguimiento ha tenido en Internet gracias a sus pantallas, creándole numerosos seguidores deseosos de ver si aquello que se mostraba se cumpliría en la versión final. Podemos decir – aún con matices – que esto es así, ya que el título usa las últimas técnicas de sombreado de la manera más soberbia. Sería aventurado compararlo con ciertos títulos, pero lo cierto es que la flora y la fauna tienen un mejor trabajado y resultan más reales. Aparte, se ha incluido un efecto de desenfoque en los entornos más distanciados, poco común en ordenador – es algo muy usado por Nintendo en sus juegos de GameCube – pero que permite que el ordenador mueva ingentes cantidades de elementos sin forzar su aparición repentina.
Esto no le impide algunas taras, siendo los personajes un tanto cuadriculados a pesar de tener una brillante animación. El error principal es el escaso número de fotogramas, que en el equipo en que se ha analizado (Core Duo con una tarjeta de 256 megas) no pasaba de los veinte fotogramas por segundo. Esto hace el desarrollo un tanto lento, aunque a diferencia de otros juegos tanto el sistema de combate como el transporte están pensados a esta velocidad y no incide tanto en la jugabilidad como cabría pensar.
La música también está a un gran nivel, y Piranha Bytes ha contado con una completa orquesta para complementar las secciones más dramáticas del juego. Es totalmente interactiva, y podemos afirmar que tiene una gran calidad, teniendo gran mimo en los temas específicos de cada área. Todo ello acompañado por un muy buen apartado sonoro, dividido tanto en unos efectos ambientales de gran calidad como un doblaje notablemente superior al muy inferior realizado en el anterior juego.
Combate automatizado y posibilidades finitas
El control es el principal cambio para todos aquellos que jugaran a los anteriores títulos, como ya hemos comentado en la introducción. Gracias a las nuevas animaciones, resulta sencillo atacar a los enemigos, bloquear sus ataques e incluso realizar golpes especiales combinando el botón derecho e izquierdo del ratón. El único error de implementación es un defectuoso bloqueo de blanco, que en situaciones con múltiples enemigos provoca confusión al jugador (esto será notable ya desde el inicio del juego, en el cual nos confrontaremos a una horda de orcos). Curiosamente se ha de decir que, a pesar de todo, el sistema de combate del Gothic original sigue todavía como una opción, lo que gustará aquellos jugadores que se aficionaran a éste en Gothic 2
En cuanto a las posibilidades, el sistema de facciones es precisamente lo que da vida al juego, ya que está unido a la reputación que obtenga el personaje a lo largo del desarrollo. El problema es que, a diferencia de otros juegos, apenas hay misiones con un toque más aventurero o comercial. El personaje es – en definitiva – un guerrero, y actúa como tal en un mundo sumido en la barbarie. Esto, que podría contentar a muchos, hace perder visos de mayor profundidad que ya hemos visto en otros juegos de rol como Caballeros de la Antigua República.
Aunque esto se mitiga con la completa personalización del personaje y una duración moderada (40 horas de juego según los desarrolladores), lo cierto es que aquellos que busquen un desarrollo narrativo o aventurero se podrán sentir decepcionados.
Conclusión
Conociendo el número de trabajadores en una compañía casi amateur como Piranha Bytes, lo cierto es que Gothic 3 es casi un milagro por su ambición y jugabilidad. Aunque limitado en la órbita del combate y escasamente narrativo, es – sin lugar a dudas – el título que más cerca ha seguido la estela del ya clásico Morrowind. Todo ello con un apartado audiovisual difícilmente criticable, y cuyo único error es la lentitud del motor gráfico en depende que situaciones. Esperemos que la próxima entrega elimine las limitaciones de este juego, destinado a hacer un pequeño espacio en todas las juegotecas de aquellos aficionados al Rol en PC.