Análisis En Garde!, una divertida historia de espadachines con sabor al mejor cine de aventuras (PC)
El Steam Next Fest celebrado a finales del pasado mes de junio permitió a los usuarios de la plataforma de Valve acceder a una serie de demostraciones limitadas para probar en primicia algunos de los títulos independientes más interesantes que llegarán a lo largo de 2023. Entre las decenas de demos a las que los jugadores pudieron acceder, hubo una que llamó poderosamente la atención de los amantes de las clásicas aventuras de espadachines con enormes dosis de acción desenfadada y un humor ligero respaldado en chascarrillos incesantes y en la comedia física.
Nos referimos a En Garde!, una aventura de acción en tercera persona desarrollada por el debutante estudio indie Fireplace Games que, si bien no es tan redonda como nos habría gustado, es innegable que resulta tremendamente divertida y que consigue, en gran medida, captar a la perfección el espíritu de relatos clásicos como Los tres mosqueteros, El Zorro e incluso Robin Hood, además de mantenernos pegados a la pantalla hasta que alcanzamos los créditos.
Una trama sencilla repleta de comedia
La historia de En Garde! nos invita a ponernos en la piel de Adalia de Volador, una joven espadachina de corazón noble que consigue conquistarnos a los pocos minutos de juego, ya que derrocha carisma por los cuatro costados y cuenta con algunos comentarios la mar de ingeniosos a la par que jocosos.
Adalia se presenta como una heroína del pueblo que tiene un fuerte sentido de la justicia y que, de manera desinteresada, lucha contra la tiranía y la opresión que ejercen el Conde-duque y sus secuaces, a quienes no les tiembla el pulso a la hora de limitar la vida de los habitantes del lugar privándoles de derechos básicos, ilegalizando ciertas tareas, clausurando negocios e incluso censurando piezas de arte.
A pesar de que la premisa de la que parte la historia nos ha resultado muy atractiva, el argumento en sí es bastante sencillo y no es, en ningún caso, enrevesado ni demasiado elaborado. De hecho, se percibe más bien como un pretexto para que Adalia vaya de un lugar a otro repartiendo espadazos, descubriendo secretos y frustrando los planes de los villanos en los cuatro escasos capítulos autoconclusivos que conforman la historia principal, por lo que no deberíais esperar giros dramáticos de los acontecimientos, revelaciones sorprendentes ni nada por el estilo. Si bien nos habría gustado conocer más en profundidad a algunos de los extravagantes personajes que conocemos durante nuestro viaje, la mayoría de sus escenas son tan divertidas y su personalidad es tan magnética que su falta de apariciones queda compensada con creces.
La comedia es un elemento que no pasa desapercibido nada más da comienzo nuestra aventura y que es, a su vez, una de las mayores virtudes y aciertos del título. En Garde! es un juego que no se toma en serio en ningún momento y que se apoya constantemente en un sentido del humor con mucho gancho, ingenioso, y que siempre da en el clavo para hacernos esbozar una sonrisa y sacarnos alguna que otra carcajada. De hecho, los chascarrillos desternillantes que lanza Adalia contra sus rivales, así como las burlas y humillaciones, son habituales desde el principio de la historia hasta su fin.
¡En Guardia!
El combate es, con amplia diferencia, el apartado que más brilla de todo el producto. Dominar el arte de la espada no es tan sencillo como uno podría pensar en un inicio, y es que, aunque las acciones que podemos realizar son bastante simples, el sistema de combate se vuelve de cada vez más complejo a medida que avanzamos. A grandes rasgos, al igual que ocurre en otros títulos del género, podemos fijar a los enemigos, atacar de manera rápida y ágil con un ataque básico, rechazar los golpes mediante un parry que podemos ejecutar si pulsamos el botón de bloqueo en el momento preciso, y esquivar los ataques potentes realizando una voltereta o un dash hacia atrás. Además, se añade una pequeña dificultad: para infligir daño a los adversarios tenemos que desbaratarles su defensa y agotarlos hasta que alcancen un estado de fatiga que, como habréis adivinado, nos permitirá asestarles unos cuantos golpes.
Un detalle del combate que nos ha encantado y que creemos que está muy bien implementado es que hay un gran hincapié en la interacción y el aprovechamiento a nuestro favor de los objetos y elementos desperdigados por el entorno para hacer frente a los grupos de enemigos. Jugar con dichos elementos, ya sean cajas, mesas, sillas, jarrones y todo lo que esté a nuestro alcance, no sólo es recomendable porque nos permite aturdir a nuestros oponentes, romper su guardia y debilitar sus defensas, sino también porque se desatan situaciones hilarantes. Podemos lanzar un jarrón contra el suelo para esparcir un líquido resbaladizo, arrojar un cubo contra la cabeza de un soldado, patear a un enemigo para que se desestabilice y se choque contra un muro, cortar una cuerda para que una lámpara de araña caiga...
Nos falta un elemento indispensable del combate por comentar: la barra de salerómetro, que se rellena derrotando a enemigos y realizando movimientos espectaculares sin que nos den un solo toque. El salerómetro sirve, a grandes rasgos, para lanzar unos ataques especiales que causan un daño devastador y que nos restauran una pequeña porción de vida tras cada uso. Se trata de un sistema muy bien pensado que nos incita a jugar bien y a luchar con estilo y soltura para recompensarnos con las citadas habilidades, entre las que destacan un corte giratorio, una embestida y una patada sorpresa.
Lo mejor que podemos decir sobre los enfrentamientos, más allá de que son dinámicos y un verdadero espectáculo del humor, es que estos son interesantes porque no se resumen en intercambiar espadazos al tuntún. En Garde! tiene un fuerte componente de estrategia que nos motiva a jugar de manera inteligente con el entorno y las habilidades especiales de la espadachina curtida que controlamos. Gestionar los combates contra grupos numerosos de enemigos puede ser un verdadero reto e incluso podemos llegar frustrarnos tras encadenar varias derrotas consecutivas. Empero, cuando lo dominamos y mejoramos nuestros reflejos y tácticas, resulta muy satisfactorio intercambiar espadazos y sincronizar cada uno de nuestros movimientos.
Por desgracia, aunque es uno de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta la experiencia, el combate dista de ser redondo. Cuando golpeamos, no podemos cambiar la dirección de Adalia, algo que nos ha resultado un tanto engorroso e incómodo hasta que nos acostumbramos. Por otra parte, algunos ataques de los enemigos son demasiado teledirigidos, un problema que desemboca en situaciones injustas en las que consiguen atinarnos unos cuantos golpes incluso si si hemos guardado correctamente las distancias. Para más inri, la cámara puede causarnos algunas malas pasadas, puesto que no siempre se coloca en la posición adecuada para apreciar bien la acción, mientras que, llegados a cierto punto, los enfrentamientos pueden presentar situaciones demasiado familiares y parecidas a otras que ya hemos vivido.
Aunque el combate es imperfecto, sus errores no consiguen estropear las bondades que hemos comentado hasta ahora. Además, para no dejaros un regusto amargo, queremos cerrar este apartado aplaudiendo otros ingredientes que nos han encantado, como lo resultonas que son tanto las coreografías como las animaciones que las acompañan o la variedad de enemigos con diferentes estilos de combate y grados de resistencia. Mención especial merecen los jefes, los cuales nos aguardan al final de cada capítulo para poner a prueba las técnicas y habilidades que hemos aprendido hasta ese punto; la mayoría de ellos son huesos duros de roer, por lo que necesitaréis más de un intento para derrotarlos.
Secciones de plataformas y una pizca de exploración
Aunque las peleas contra los lacayos comandados por el Conde-duque son el plato fuerte de En Garde!, no siempre combatimos durante nuestra visita por los diferentes niveles del modo de juego principal. Los combates se intercalan con pequeñas secciones de plataformas que, en su mayoría, consisten en saltar de una zona segura a otra para no caernos al agua, balancearnos y hacer acrobacias con la ayuda de una cuerda para alcanzar un lugar inaccesible o impulsarnos en el aire en una suerte de camas elásticas de la época. Estas partes nos han resultado bastante fáciles de resolver y no ofrecen un desafío ni remotamente cercano al de los enfrentamientos, pero aportan variedad a la propuesta y sirven para darnos un respiro entre los combates para que estos no se hagan pesados. Ahora bien, tenemos una pega: los saltos pecan de ser algo automáticos e imprecisos en ocasiones, algo que puede provocar algunas caídas inesperadas y que, en consecuencia, tengamos que repetir toda una sección desde el principio, aunque no hay ninguna penalización por fallar.
Por si fuera poco, En Garde! también nos permite cierto margen de exploración para investigar a nuestro antojo sus pintorescos escenarios. No esperéis un mundo abierto o unos escenarios con un diseño demasiado intrincado, ya que es un juego con un enfoque lineal y que, constantemente, nos indica el camino a seguir con guías visuales, algunas de ellas evidentes en demasía, todo sea dicho. Pese a ello, podemos encontrar algunos libros y carteles dispersos por las localizaciones que nos aportan información adicional sobre los personajes o las costumbres del lugar en cuestión, además de desvíos y rutas alternativas.
Audiovisualmente impecable, aunque con alguna arista
A nivel gráfico nos encontramos ante una obra que es todo un deleite para nuestros sentidos. En Garde! es un videojuego verdaderamente bonito que opta por un estilo cartoon que, a pesar de que no es demasiado original ni rompedor, es todo un regalo para la vista gracias a sus hermosas estampas y al alto nivel de detalle y cuidado que podemos encontrar en todas y cada una de sus localizaciones. No son pocas las ocasiones en las que hemos enfundado nuestra espada para admirar sus maravillosos paisajes, sobre todo aquellos que están bañados por una preciosa iluminación anaranjada durante el atardecer, algo que habla muy bien del encomiable trabajo artístico que se ha llevado a cabo. Además, hace gala de una variedad de escenarios más que notable, entre los que podemos encontrar un bello pueblo costero, una prisión sombría, una fortaleza en una isla, una lujosa mansión, una playa paradisíaca...
También queremos destacar un buen detalle relacionado con la distancia de dibujado que nos ha resultado muy llamativo: los fondos, que parecen pintados en acuarela, van tomando forma y ganan en nivel de detalle a medida que nos acercamos. Asimismo, el título consigue mantener una tasa de 60 fotogramas por segundo incluso en los enfrentamientos con más contrincantes en pantalla, lo que permite que en todo momento podamos disfrutar de una experiencia fluida y sin molestos tirones. A decir verdad, lo único que podríamos reprochar en cuanto al apartado técnico es que algunas texturas tardan unos pocos segundos en cargar cuando empezamos un nivel o accedemos a otra zona, pero es un problema menor que no empaña, ni mucho menos, la calidad del conjunto.
En lo que se refiere al apartado sonoro y musical, nos alegra decir que también traemos buenas noticias. Las banda sonora de En Garde! bebe directamente de las obras en las que se inspira para ofrecernos unas composiciones pegadizas y repletas de ritmo que ayudan a reforzar el aire desvergonzado de la propuesta. Sin embargo, aunque acompañan de manera espléndida tanto las secciones más calmadas como los combates más intensos y encarnizados, la variedad brilla por su ausencia. Algunas melodías tienden a repetirse en exceso hasta el punto de que podemos llegar a aborrecerlas un poco.
Es importante resaltar que el juego no cuenta con doblaje al español, aunque en varios momentos podemos escuchar algunas frases sueltas en nuestro idioma en forma de expresiones populares. Las interpretaciones en inglés cumplen sobradamente su cometido de dotar a los personajes de una gran personalidad, mientras que la traducción de los textos está sumamente cuidada. Por otro lado, en la parte negativa queremos mencionar que algunas líneas de diálogo durante los combates se repiten demasiado, además de que la mezcla de voces en las conversaciones no está bien equilibrada y puede hacer que perdamos información porque los diálogos se mezclan sin mucho sentido.
¿Qué contenidos encontramos al superar la historia?
Uno de los puntos más controversiales de En Garde! tiene que ver con que el Modo Historia puede completarse en un suspiro. Como ya hemos comentado, este modo está conformado por cuatro episodios que funcionan como pequeños arcos autoconclusivos, aunque en ocasiones se hace alusión a algunos hechos del pasado para establecer un mínimo de conexión con las aventuras que ya hemos vivido. El problema está en que, si somos hábiles a los mandos, estos cuatro capítulos pueden completarse en menos de una hora cada uno, una duración que se nos antoja insuficiente y que nos deja con ganas de más. Con todo, es justo decir que los cuatro episodios cuentan con varios desafíos basados en realizar una serie de acciones específicas que nos incentivan a darle una segunda vuelta a los niveles y que, por tanto, fomentan la rejugabilidad.
Para paliar la corta duración del Modo Historia, En Garde! nos ofrece un Modo Arena que, como su propio nombre indica, gira en torno a derrotar a patrullas incesantes de adversarios durante un número determinado de oleadas. Además, esta modalidad cuenta con varios niveles de dificultado y unos modificadores que, al más puro estilo roguelike, nos otorgan una ventaja y una debilidad en combate para que cada partida sea diferente. Si bien el Modo Arena es un complemento entretenido y que ayuda a alargar la vida útil del juego, este reutiliza los entornos del Modo Historia y es un extra poco inspirado que habríamos sacrificado sin dudar para añadir más capítulos al modo principal.
Conclusiones
En Garde! es una aventura refrescante que, ante todo, se preocupa por hacernos pasar un rato divertidísimo, algo que consigue con suma facilidad a poco que nos sintamos atraídos por su temática y profundicemos en sus mecánicas de juego. Entre sus mayores virtudes podemos encontrar un apartado audiovisual de auténtico lujo que es un placer para nuestra vista y oídos, unos combates intensos y repletos de posibilidades gracias a la interacción con los elementos de los escenarios, y unos personajes que rebosan carisma. No obstante, en el otro lado de la balanza hemos detectado ciertos defectos, como la imprecisión de algunos controles, la repetición de situaciones o la evidente falta de contenido, que lastran un poco el resultado final.
En pocas palabras, si dejamos a un lado sus limitaciones y asperezas, que son más que comprensibles teniendo en cuenta que se trata del primer proyecto de Fireplace Games, En Garde! nos ha parecido un videojuego que cumple con creces lo que se propone y que va sobrado de estilo y personalidad. De esta manera, podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que sale triunfante en su intento de homenajear y replicar las sensaciones que nos transmiten las míticas comedias de capa y espada, por lo que haríais bien en echarle el guante si sois fervientes admiradores de esta clase de obras.
*Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por ICO Partners