Análisis Boomerang X, acción frenética a golpe de bumerán (PC, Switch)
Seguramente, muchos de vosotros en cuanto os dais cuenta de que un título en concreto lleva el sello de Devolver Digital, rápidamente identificáis esa obra como un producto diferente. Esta cualidad se la ha ganado dicha compañía desde hace ya un tiempo, y lo ha hecho editando propuestas tan curiosas y originales como la que tenemos ahora mismo entre manos. Boomerang X, una creación del equipo de Dang Studios, es un shooter en primera persona que se aleja bastante de los convencionalismos actuales que prácticamente son inherentes al género para ofrecer un concepto muy refrescante… y bastante nicho.
Una producción que probablemente (y por desgracia) va a pasar bastante desapercibida teniendo en consideración la interesante oferta de juegos mucho más conocidos que están apareciendo en estas mismas fechas… pero aquellos que se animen a probarlo, seguramente encontrarán en él una buena fuente de diversión. Y eso que no es una de esas típicas obras que entra por los ojos ni, tampoco, que es capaz de captar nuestra atención desde el primer instante gracias a su concisa y elaborada trama.
De hecho y en ambos casos, sucede exactamente lo contrario. Centrándonos en su historia, lo único de lo que se preocupa el título es de ponernos en antecedentes. Tras un accidente en alta mar, el velero en el que viajamos es destruido y vamos a parar a la orilla de una isla aparentemente abandonada. Y ya está. En relación a la narrativa, esto es lo único que nos aporta el título, siendo su aspecto más descuidado que, afortunadamente, ha sido compensado por una jugabilidad bastante más notable.
Dispara, esquiva y sobrevive
Si la narrativa roza el minimalismo más absoluto, lo cierto es que la disposición jugable no va mucho más allá… al menos sobre el papel, porque luego da muchísimo de sí. Lo primero que hacemos nada más llegar a la isla y explorar un poco los decorados es hacernos con un bumerán que, eso sí, posee el aspecto de una estrella ninja. A partir de ahí este objeto se convierte en nuestro mejor amigo y, también, en el único aliado con el que podemos contar para salir con vida de dicho decorado tan exótico, dado que los 12 escenarios o arenas que alberga dicha localización están plagados de unos enemigos de aspecto sombrío que no dudan en atacarnos en oleadas.
Nuestro cometido consiste, sencillamente, en ir eliminando a la cantidad de rivales que se nos va indicando en cada momento, siendo necesario despachar a aquellos monstruos que están debidamente marcados con un icono en concreto. Una mecánica de juego muy simplona que, por fortuna, posee más gracia de lo que parece debido a la aparición paulatina de ciertos elementos que van sumándose al asunto. Y uno de ellos tiene que ver con la continua evolución de nuestro bumerán. Cada vez que superamos una zona en concreto, somos agraciados con una nueva habilidad para nuestra singular arma, ya sea la capacidad de teletransportarnos al lugar justo donde se encuentra dicho objeto, ralentizar el tiempo durante unos instantes o la capacidad de poder alcanzar a varios adversarios de una sola vez.
Dominar cada una de las nuevas mecánicas jugables que van siendo introducidas es fundamental para poder superar cada nueva área que visitamos. Y es que si bien al comienzo todo resulta relativamente sencillo, más tarde las cosas se animan de lo lindo hasta el punto de convertirse en un desafío solo apto para los jugadores más avanzados. Sí, porque con cada nueva habilidad también nos topamos con la amenaza que supone la aparición de un nuevo tipo de rival, los cuales resultan cada vez más complicados de derribar… y que a partir de cierto momento del juego resultan implacables y nos obligan a estar en continuo movimiento. Menos mal que el control es simplemente perfecto una vez te haces con el funcionamiento de cada nueva habilidad…
Puede que el aumento casi repentino del nivel de dificultad pueda echar para atrás a cierto grupo de usuarios, pero aquellos que sean capaces de asumirlo disfrutarán de una jugabilidad excitante y tremendamente disfrutable. Una vertiente jugable bastante curiosa y bien diseñada que ha sido acompañada por un acabado visual que no pasa de correcto, si bien es necesario destacar la fluidez a la que se desarrolla la acción. Lo único que nos parece destacable es el aspecto estético que poseen los rivales y su relativamente elevada variedad. Pero más allá de eso, el resto de los elementos que forman parte de la vertiente técnica como los escenarios, los efectos visuales o el texturado en general son muy sencillos. Y al sonido le pasa algo similar, dado que las melodías pasan desapercibidas y los efectos se escuchan con la suficiente contundencia, pero tampoco es que exista una variedad demasiado significativa.
Un shooter subjetivo único
La virtud más notable que se puede reseñar de esta propuesta de Devolver Digital y el equipo de Dang Studios es su originalidad general. En un género tan saturado y, de un tiempo a esta parte, predecible como es el de los shooters subjetivos, el hecho de que de vez en cuando se dejen ver obras pertenecientes a esta clase de títulos que posean características claramente definitorias nos llena de alegría. Sí, puede que Boomerang X no sea el mejor título de su estilo ni de lejos y que, de hecho, puede resultar tan particular en muchos aspectos que cae en el saco de los títulos nicho. Pero su exigente nivel de desafío, frenética jugabilidad y magnífico control hacen de él un juego bastante atractivo en su conjunto.
Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con un código proporcionado por Cosmocover.