Análisis de Armikrog. (PC, PS4, Wii U, Xbox One)
Los grandes creadores de los 80 y los 90, aquellos de los que perdimos la pista cuando llegó el nuevo siglo, encuentran una nueva oportunidad en el sector gracias a Kickstarter. La plataforma de financiación insufla una segunda vida a la generación de juegos y autores que permanecieron en las sombras durante el boom comercial, cuando los publishers dejaron de apoyar proyectos de géneros que se consideraban "poco atractivos" para el público general. Toug TenNapel es uno de ellos; no solo hizo aventuras gráficas (también es el creador de Earthworm Jim), pero cierto colectivo siempre lo recordará por traer a la vida ese clásico llamado The Neverhood, lanzado en PC (1996) para todo el mundo y en PlayStation (1998) solo en Japón.
The Neverhood era una aventura point-and-click única en su época, creada con claymation: una forma de stop motion con modelos de plastilina. Apenas se realizaron dos o tres modelados 3D para complementar los vistosos resultados que ofrecía esta técnica. Todo ello acompañado de un halo de extravagancia y mucho humor, por lo cual se sigue recordando en nuestros días. DreamWorks Interactive publicó una continuación llamada Skullmonkeys, directamente para PlayStation y cambiándose de género para ser ahora un plataformas. Es por ello que siempre se dice que Armikrog., el juego que nos ocupa hoy, es una secuela espiritual de The Neverhood, puesto que mantiene todas sus señas características para ofrecer una nueva aventura.
Pencil Test Studios –y enseguida veréis la ironía del nombre del estudio– reunió tres figuras esenciales para la concepción de Armikrog.: Doug TenNapel, por supuesto, junto a Mike Dietz y Ed Schofield, con Terry Scott Taylor regresando para componer la música. Se lanzó el Kickstarter en 2013 pidiendo 900.000$ y se sobrepasó la cifra llegando casi al millón. Su estreno estaba previsto para este mismo verano, pero el equipo tuvo que retrasarlo un par de veces para acabar de pulir los errores de programación. Finalmente, debutó en Steam el pasado 30 de septiembre, no exento de numerosos bugs y problemas técnicos que impiden su correcto disfrute.
La experiencia de juego es ciertamente desastrosa y no les falta razón a todos los que están copando de quejas los foros. El sistema de guardado está defectuoso (si váis a jugarlo ya, os recomendamos que creéis un archivo nuevo cada vez), la música y efectos de sonido vienen y van, los comandos de acción no funcionan correctamente... Los subtítulos, aparte de ofrecer una traducción mediocre, se solapan entre ellos hasta hacerse ilegibles, se desincronizan, o a veces ni aparecen. Algunos usuarios de Mac incluso tienen problemas para ejecutarlo. Hay usuarios sufriendo bugs que impiden el avance en la partida. El juego está roto de una forma tan vergonzosa como extraña, pues son problemas técnicos "invisibles" que se experimentan en un contexto que es sorprendentemente sólido. Ni una sola animación que falle, ningún defecto gráfico a la vista.
Es una situación desconcertante, puesto que Armikrog. es realmente un buen juego. En cuanto se lance algún parche que cosa bien sus costuras, estaremos hablando de una aventura gráfica formidable, simpática, diferente en la superficie y trabajada en la esencia. Un digno sucesor del valioso recuerdo que se le guarda a The Neverhood.
Los protagonistas de esta historia son Tommynaut y su adorable perrito Beak-Beak, exploradores del espacio que sufren un pequeño accidente y acaban aterrizando en un planeta desconocido, donde en cualquier esquina se te puede zampar un monstruo de peluche. Nuestro héroe y su acompañante canino acaban refugiándose en la fortaleza Armikrog., que está perfectamente protegida para evitar intrusiones no deseadas. No obstante, en el momento de nuestra llegada ya está sucediendo algo anómalo y esto es lo que iremos desgranando a medida que avancemos en la aventura y se nos vayan narrando los acontecimientos. La trama no es el punto más interesante, cierto, pero es sobradamente funcional y las escenas de vídeo son una delicia.
Los escenarios de Armikrog. son libres y nos permiten movernos en cualquier dirección, pero no es un mundo abierto. El desarrollo es lineal y está básicamente dividido en cuatro zonas conectadas entre sí, dentro de las cuales es necesario ir atando los cabos que encontramos esparcidos por sus varias pantallas, pero solo se interrelacionan un par de veces y en la recta final. Los puzles son excelentes, algunos integrados en el escenario y otros presentándote el rompecabezas a pantalla completa. Es necesario emplear papel y lápiz (o fotografías con el móvil, aunque le reste encanto) para resolver muchos de los puzles. Todas las soluciones requieren meditación e incluso, en ciertos momentos, algo de pensamiento lateral para salirte de la tónica de lo aprendido en etapas anteriores.
El ingenio y variedad de sus puzles es loable, también porque podemos intercambiar el control entre Tommynaut y Beak-Beak en cualquier momento, simplemente pulsando sobre el otro, de manera que hay que coordinar a ambos personajes o tener en cuenta las habilidades específicas del perro. No obstante, hay ciertas flaquezas en la jugabilidad más allá de los molestos bugs, como que no tengamos acceso al inventario para ver qué llevamos encima o que el cursor sea el estándar del sistema operativo, tal cual, sin que cambie de ningún modo para indicarnos interacción. Tampoco hay señales sonoras o visuales que nos muestren qué elementos son "tocables" o si el personaje no puede hacer nada. Cuesta acostumbrarse a un sistema que no ofrece ningún tipo de feedback a tus acciones y, sumado a sus problemas, puede volverse frustrante.
Del apartado sonoro se puede hablar poco cuando su "fantástica" factura técnica hace que apenas hayamos escuchado música alguna y nunca más de un minuto. El silencio puede ser un recurso válido, pero en el estado actual del juego es complicado determinar si este hecho es intencionado o si había melodías que debían añadirle ritmo al recorrido. En cualquier caso, la banda sonora se compone de temas rápidos y desvergonzados, ni de lejos tan estrafalarios como los de The Neverhood, pero en la misma línea divertida. Voces reconocidas, como Michael J. Nelson (Rifftrax), Veronica Belmont (Tekzilla), Scott Kurtz (autor del webcómic PVP) y Jon Heder (Napoleon Dynamite), ponen carácter a los personajes con mucha gracia, dando lugar a un doblaje excelente.
Conclusiones
En definitiva, Armikrog. es una fantástica aventura gráfica, de estilo único, tono humorístico suave y con un buen diseño de puzles. La aparente falta de testeo es el defecto más grave achacable, lo cual contrasta con lo estable y bien compactado que es el producto a nivel gráfico y de animación. La sensación que da en todo momento es de estar jugando una beta inacabada, encantadora, pero a la que le falta una revisión severa. Es por ello que no os recomendamos su compra en su condición de salida, pero sí más adelante cuando se haya lanzado una actualización que lo arregle. En cuanto a la duración, podéis esperar entre 2 y 4 horas de juego, dependiendo de la habilidad de cada uno.