Análisis de Sonic Classic Collection (NDS)
Hace ya casi 20 años que apareció el primer juego de Sonic. El erizo azul fue elegido por Sega para ser el abanderado de su consola de 16 bits, la Megadrive, y también para hacer frente a un personaje de la competencia que estaba arrasando en todos los mercados y en todos sus juegos, Mario. Lo cierto es que su primer título no salió nada mal, Sonic The Hedgehog firmó con sobresalientes todas las críticas vertidas sobre él, lo que marcó el inicio de una serie de juegos de plataformas que en cada entrega iban ganando enteros en diversión y espectacularidad gráfica, dando pie a la aparición de nuevos personajes que compartirían protagonismo en sucesivos juegos y en todas las consolas que Sega lanzó al mercado, hasta que los avatares económicos la obligaron a dedicarse exclusivamente a la producción de juegos, obligando a la compañía a abandonar por completo el terreno de fabricación de hardware de marca exclusiva.
Desde entonces han recurrido en varias ocasiones a realizar recopilatorios de juegos de aquella época dorada de 16 bits, tocándole el turno esta vez a NintendoDS con una tarjeta en la que se encuentran reunidos los que, para muchos, son las cuatro mejores aventuras del erizo azul.
Lo bueno de todo esto es que, casualidad o no, este recopilatorio ha salido un poco después del anuncio de que Sonic 4 será lanzado este año, brindándonos la oportunidad de rememorar o descubrir (según lo que toque a cada cual) las tres primeras partes originales más el Sonic & Knuckles.
Anillos dorados y esmeraldas: el tesoro de cualquier puercoespín.
Para aquel que en sus últimos años haya estado de retiro en algún monasterio budista de los himalayas, hay que decir que Sonic es un pequeño puercoespín azul al que le encanta la velocidad, como así lo atestiguan sus inseparables zapatillas rojas. En su primera aventura, Sonic The Hedegehog se enfrenta por primera vez al Dr. Robotnik (conocido en otras aventuras como el Dr. Eggman), un científico loco que ha estado capturando animales inocentes para luego convertirlos en malvados robots.
Nuestro héroe deberá evitar las trampas y luchar contra los enemigos para que las cosas vuelvan a ser como antes. Sus aliados serán sus púas que, en pleno salto, lograrán restaurar la cordura de los pequeños animales inocentes, los anillos que hay desperdigados a lo largo del mapeado y que sirven entre otras cosas para salvaguardar la vida del erizo, y pequeñas cajas con objetos especiales que le proporcionarán algunas ventajas como la invulnerabilidad. Cada uno de los seis mundos en los que se desarrolla la aventura, consta de tres fases, al final de las cuales podremos acceder a una especial si tenemos los anillos suficientes, donde nos estarán esperando las
En la segunda parte, Sonic The Hedgehog 2, Sonic cuenta con un nuevo compañero, Tails, para enfrentarse de nuevo al científico loco. Se trata de un pequeño zorro que en la versión Megadrive permitía la incorporación de un segundo jugador, sin embargo es una opción que no está disponible en este recopilatorio. Esta vez los mundos a descubrir son diez, y se nota un mayor trabajo en cuanto a decorados, con la inclusión de barrenas y fases mucho más grandes que en su anterior aventura, y animaciones, ya que Sonic cuenta por primera vez con un movimiento que le permite salir disparado en forma de bola desde una posición estática.
Las fases especiales en las que se consiguen las Chaos Emerald toman la forma de un tubo por el que Sonic corre y van apareciendo anillos, de los que debe recoger cierta cantidad para alcanzar la joya. Una vez que Sonic tenga en su poder las seis esmeraldas, podrá convertirse en Super Sónic, estado en el que será invencible, muy veloz y su pelo se torna de color amarillo, al puro estilo súper guerrero de la famosa serie de anime japonés "Dragon Ball", similitud que aseguró un auténtico éxito en ventas para Sega. El listón quedó muy alto, pero con la tercera entrega del juego volvieron a rizar el rizo al entrar en escena Knuckles, un equidna engañado por el Dr. Robotnik que hará frente a Sonic.
De nuevo los decorados ganan todavía más en belleza y complejidad, se añaden nuevos objetos especiales como por ejemplo un escudo que atrae los anillos como si fuese un imán, nuevos movimientos para los personajes, y las fases especiales donde se consiguen las Chaos Emerald toman la forma de una esfera gigantesca. Esta esfera tridimensional fue creada como respuesta tecnológica a la competencia feroz que por aquel entonces sostenían Sega y Nintendo, y el resultado fue más que aceptable. La última aventura disponible en el cartucho se trata de Sonic & Knucles, continuación directa del Sonic 3 y en la que se permite que el jugador elija entre uno de los dos héroes, cada uno con sus movimientos especiales, para dar cuenta de los malévolos planes del sempiterno Dr. Robotnik y ver dos finales diferentes en función del personaje elegido al comienzo de la aventura.
Hay que decir que todas las aventuras se tratan de la versión americana, con lo cual hay algunas diferencias mínimas respecto a la versión europea, sobre todo en lo que concierne a la situación y aparición de ciertos enemigos, pero en general se tratan de detalles mínimos. Hay que agradecer que Sega haya tenido el detalle de poner sendas versiones de Sonic 2 y Sonic 3 en las que se utiliza el personaje de Knuckles para jugar en vez del erizo, cubriendo así la demanda de aquellos jugadores más afines al equidna, y posibilitando el afrontar ambos juegos utilizando las habilidades diferentes de uno y otro personaje.
Todas las fases, enemigos, velocidad y secretos son fieles al original, y a pesar de que la pantalla de la NintendoDS tiene sus claras diferencias respecto a una televisión normal, el jugador no notará cambio alguno, ni siquiera en aquellas en las que la resolución menor de la portátil pudiera ponerse en entredicho, como por ejemplo zonas con cascadas de agua. Además, se han añadido algunos planos de scroll más y algunos efectos gráficos, como deformaciones bajo el agua, que no hacen sino mejorar el resultado final. Las músicas y efectos de sonido son generalmente fieles a las originales, existiendo tan sólo algunas diferencias en un par de temas que únicamente captarán los más aficionados a los juegos de Sonic.
Como aspectos negativos hay que resaltar que los famosos trucos que permitían al jugador tener ciertas ventajas, como por ejemplo explorar el mapa para descubrir zonas ocultas sin temor a morir, o colocar anillos por doquier. Además, nos encontramos con una tarjeta que no posee más contenido extra que unas ilustraciones. Quizás hubiese quedado un producto más redondo si, por ejemplo, al alcanzar ciertas puntuaciones o haberse acabado algún juego, se desbloquease algún título, como por ejemplo el Sonic CD, o el Sonic Spinball, que alargarían aún más la vida del producto.
Conclusiones
Desde hace más de 20 años que Sonic no ha parado de dar alegrías a Sega y sus seguidores. Quizás la época dorada del erizo azul ha sido más el momento que protagonizó sus juegos en dos dimensiones y en las consolas de 16 bits, que los mundos en 3D que llegaron más tarde como respuesta a un avance tecnológico y a las exigencias de los jugadores. Así, Sonic Classics Collection nos permitirá revivir o descubrir, según proceda, las primeras aventuras de la mascota de Sega, con sus limitaciones de la época pero con una jugabilidad y diversión que prácticamente siguen inalterables desde entonces.
Es una pena que la compañía nipona no hubiese aprovechado la ocasión para trabajar un poco más en el resultado final, mejorando la presentación y añadiendo algunos extras o logros que motivasen un poco más al jugador, como podría ser diferentes personajes del universo Sonic para pasarse los juegos. Tampoco sobraría la inclusión de un modo para dos jugadores en los títulos de Sonic 2 en adelante, que hiciese uso de la conectividad inalámbrica entre portátiles, permitiendo jugar una misma fase mientras que un jugador maneja a Sonic y otro, por ejemplo, a Knuckles. Habrá que esperar a la aparición de Sonic 4 para ver cómo evolucionará la mascota de Sega y en qué plataformas lo hará, y para amenizar la espera nada mejor que darle un buen repaso a sus inicios en Green Hill.